Las circunstancias la mano
Enviado por ewerer • 7 de Diciembre de 2014 • Tesis • 8.662 Palabras (35 Páginas) • 212 Visitas
Capitulo Uno
Las circunstancias la mano
Eche usted una mirada al periódico de hoy y probablemente hallará una noticia más sobre el fracaso en el liderato. En lo que respecta a los Estados Unidos de América, aún no se había dormido Watergate, ni habíamos salido completamente de los escándalos sexuales de Washington, cuando ya nos encontrábamos frente a frente con otro delicado asunto, llamado por algunos ¨Corea-Bate¨: la venta de influencia extranjera en el congreso.
La crisis de Uganda en su totalidad es básicamente una crisis de liderato. Y la reciente revelación de que la planta de la General Motors colocó motores Chevrolet en ciertos modelos de automóviles Buick y Oldsmobil, no fue en el fondo, sino una crisis de dirección.
Una escena similar existe hoy en muchas iglesias, organizaciones cristianas e instituciones educacionales. Aunque en la superficie, las cosas parezcan estar suave y establemente de debajo del fino barniz superficial no es raro hallar luchas internas y confusión en la organización. Los tradicionalistas van contra los innovadores. Algunos anhelan nuevos planteamientos, frescos y menos estructurados para hacer frente al desafío de una generación más espontánea de participantes. Otros prefieren una filosofía fija, permanecen con el status quo, se mantienen alejados de lo novedoso y de los estilos siempre cambiantes. La necesidad de dirección se deja oír fuerte y claramente.
Gran parte de nuestra frustración personal en la vida diaria es resultado directo de una dirección defectuosa: tensiones en el trabajo, interrupción de las comunicaciones en la comunidad, luchas por el poder en la reunión del distrito o de la comunidad, y mal cuidado de nuestros hijos y de nuestros hogares.
¿Que es un líder?
¿Qué queremos dar a entender cuando utilizamos las palabras liderato o liderazgo? Si se me pidiera que definiera con un solo término cualquiera de estas palabras, lo definiría con la palabra influencia. Uno dirige a otro individuo en la medida en que influye en él.
El finado presidente Harry Truman se refería a menudo a los líderes como las personas que pueden conseguir que otros hagan lo que no quieren hacer, ¡y que lo hagan con agrado!
Sobre el tema del liderato se han escrito resmas y pilas de libros. Son pocos los hombres de negocios y los profesionales que no tienen una copia de la obra de Dale Carnegie, Cómo ganar amigos e influir en la gente, que es un volumen sobresaliente sobre el tema del liderato y de las relaciones personales. Otro libro ampliamente leído sobre este tema es Power of Positive Thinking (El poder del pensamiento positivo), de Norman Vincent Peale. Aun libros como Winning Through Intimidation (Triunfo por medio de la intimidación) y I'm O. K., You're O. K. (Yo estoy bien, tú estás bien) se relacionan con el liderato en cuanto tratan el tema relacionado con el manejo de los encuentros personales.
Manual para líderes
Sin embargo, hay un libro, que fue escrito alrededor del año 425 a. de J.C., que cobra importancia como una obra clásica sobre el tema del liderato efectivo. No obstante este hecho, tal libro es extrañamente oscuro y virtualmente desconocido para la gente de hoy. Fue escrito por un hombre que fue prominente en los negocios y en la política en el antiguo Medio Oriente. No sólo poseía una excepcional filosofía personal, sino que también la vivió personalmente. Durante su vida, este caballero se levantó de la total oscuridad hasta el reconocimiento nacional. El libro de él lleva su nombre: Nehemías.
Creámoslo o no, lo que Nehemías dijo con respecto al liderato se refiere a los mismos asuntos a que usted y yo nos enfrentamos hoy. Por ejemplo, en su libro aprendemos:
• Como relacionarse uno con un jefe irritable;
• El equilibrio que debe haber entre la fe en Dios y la planificación personal
• Como manejar la desilusión ejecutiva;
• Que hacer con la crítica injustificada.
En su manual bíblico para los líderes potenciales hallamos principios eternos y fidedignos muy efectivos. Esos principios nos capacitan para saber cómo formar características de calidad en nosotros mismos y en otras personas; aquella clase de características que rara vez se ve hoy. Estas verdades no son "descargadas" de golpe sobre nosotros, sino que más bien son ejemplificadas por Nehemías mientras realiza un increíble proyecto luchando contra inconcebibles obstáculos.
A medida que usted sigue en forma absorta la historia de Nehemías, se hallará en un diálogo imaginario con él, en el cual dirá cosas como las siguientes:
"Nehemías, tú eres un tipo como yo. Necesito que las características que te dieron el éxito se transfieran a mi propia vida. ¡Pásame otro ladrillo, para lograr mi pleno potencial y llegar a ser todo lo que Dios ha querido que yo sea!"
Antes de llegar al fin de la historia, usted se sorprenderá de ver cuántos ladrillos de carácter pasaron de las manos de él a las de usted.
Un hombre del tamaño del problema que se presente
En lo que concierne a los rasgos del que dirige, Nehemías fue diferente de los individuos notables cuyos nombres son bien conocidos. Teodoro Roosevelt, vigesimosexto presidente de los Estados Unidos de América, por ejemplo, fue un dirigente que impuso cargas duras. Mientras estuvo en el poder fue odiado o admirado. Uno de sus ardientes admiradores exclamó una vez ante él: "Señor Roosevelt, ¡usted es un gran hombre!" Con su característica honestidad, éste, respondió:
¨No, Teddy Roosevelt es simplemente un hombre ordinario, común y corriente, que está altamente motivado¨. Ciertamente se puede decir que su respuesta describe a la mayoría de los líderes, incluso Nehemías: un hombre ordinario, común y corriente, pero altamente motivado.
Edwin Markham expresó una similar admiración por Abraham Lincoln: "Este era un hombre que se medía con el mundo, un hombre que se igualaba a las montañas y al mar".'
No pareciera que tan descollantes palabras pudieran describir a una persona ordinaria, ¿verdad? Pero un momento. Cuando Dios pone su mano sobre una persona ordinaria, común y corriente a quien ha escogido para que sea dirigente, a esa persona se le dan capacidades para igualarse a las montañas, bien sea Roosevelt, Lincoln, Nehemías, o un individuo como usted y como yo. ¡El motiva a los líderes para que logren metas, para que se mantengan trabajando, para que pasen ladrillos!
Aunque Nehemías fue un hombre ordinario que estaba abajo, emerge como uno de los más prominentes líderes de la historia. Él fue altamente motivado por Dios para hacer una obra rodeada de muchas circunstancias difíciles.
Antes
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