Las ideologías de la dirección se transformaron desde el darwinismo social hasta la cooperación social en medio siglo.

Las ideologías de la dirección se transformaron desde el darwinismo social hasta la cooperación social en medio siglo. Los cambios de la ideología iban parejos a los cambios en la estructura y en la tecnología industrial. Barnard fue el primero en insistir extensamente en que las organizaciones son sistemas cooperativos y no pueden dejar de serlo, las personas que trabajan en las organizaciones cooperan entre sí o en cualquier grupo social duradero. Si bien la teoría de Barnard tenía ideas que no encajaban en el modelo, fue el que abrió camino y por la tanto contribuyó en gran medida a comprender la postura básica de la teoría organizacional.

Barnard fue un ejecutivo en activo, por lo tanto conocía a fondo la vida real de las organizaciones. Él sabía que los de arriba tienen mucha más autoridad que los de abajo, es un aspecto esencial dentro de las organizaciones, recae en la autoridad para dar órdenes, contratar, multar y controlar a los individuos de uno u otro modo. Otra clave de la organización de la sociedad es el ejecutivo, es el que soporta la carga moral de las organizaciones en la sociedad. Por supuesto, el ejecutivo tiene que tomar también decisiones correctas y disponer de canales de comunicación adecuados.

Podemos observar primeramente, se da una separación de la organización y la persona. El punto más flojo de Barnard está en su funcionalismo extremo, es decir, en la aceptación acrítica de las organizaciones como entes funcionales para todos los implicados y en el moralismo que se deriva de esta perspectiva.

Los conceptos centrales de Barnard se alían para legitimar y justificar lo que debería ser problemático: el valor del esfuerzo humano en los sistemas coordinados obligatoriamente.

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