MENINGITIS TUBERCOLOSA
Enviado por delfos • 9 de Febrero de 2014 • 332 Palabras (2 Páginas) • 315 Visitas
Diagnóstico:
• Alto riesgo de complicaciones relacionado con la evolución de la enfermedad.
• Alto riesgo de diseminación de la infección relacionado con el proceso evolutivo de la enfermedad.
• Ingreso nutricional inadecuado relacionado con la incapacidad para comer.
Actividades:
• Identificar si hay disminución de las respiraciones y de la frecuencia del pulso, aumento de la presión arterial sistólica, trastornos visuales, alteraciones pupilares o disminución de la respuesta, que pueden indicar hipertensión intracraneal.
• Buscar si hay disminución de la diuresis y aumento del peso corporal, que suelen indicar secreción inadecuada de hormona antidiurética.
• Vigilar la aparición repentina de exantema cutáneo y hemorragias en otros sitios, que pueden indicar coagulación intravascular diseminada.
• Si hay fiebre persistente o recurrente, abultamiento de la fontanela, signos de hipertensión intracraneal, signos neurológicos focales, convulsiones o aumento de la circunferencia cefálica, suelen indicar derrame subdural.
• Colocar al niño en aislamiento cuando menos hasta 24 horas después de iniciar la antibioticoterapia.
• Realizar un buen lavado de manos antes de realizar cualquier procedimiento.
• Evitar el contacto de los lactantes con personas con infecciones.
• Usar tapabocas cuando sea necesario.
• Enseñar a los padres y a otros visitantes el lavado adecuado de las manos y la técnica de la bata.
• Practicar una técnica estéril cuando se efectúen procedimientos que la exijan.
• Identificar los contactos cercanos o niños con riesgo alto que pudieran beneficiarse con la vacuna para meningococos.
• Administrar los antibióticos a la hora indicada para lograr las concentraciones séricas óptimas.
• Observar en los sitios de administración si hay pruebas de infiltración o irritación tisular.
• Estar pendiente de las acciones, dilución adecuada y efectos secundarios de medicamentos específicos.
• Realizar buen lavado de manos antes de cada procedimiento.
• Controlar con frecuencia los signos vitales.
• Durante la fase aguda de la enfermedad, es posible que el niño no sea capaz de tolerar la alimentación bucal: vigilar cuidadosamente la administración de líquidos intravenosos.
• Proporcionar alimentación nasogástrica, si es necesario
• Atender las necesidades de succión del lactante ofreciéndole un chupón.
• Iniciar la alimentación bucal tan pronto mejore el estado del paciente.
• Observar la aparición de vómitos o distensión abdominal.
• Administrar antieméticos según prescripción médica.
• Pesar diariamente al niño para asegurar que se satisfacen las necesidades calóricas.
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