MODELOS PROPIOS PARA LA PRÁCTICA DE LA TERAPIA OCUPACIONAL

Para poder dar respuesta a los fenómenos relacionados con la idea central de

nuestro paradigma, LA OCUPACIÓN, cada modelo conceptual de la práctica de la

terapia ocupacional ofrece la teoría que guía nuestra actuación y la investigación

en el campo.

Habitualmente, los argumentos teóricos de los modelos, tratan de

explicar tres aspectos básicos:

1.- La organización y la función de aquellos elementos de la ocupación sobre la cual se enfoca el modelo,

2.- conceptualizar lo que sucede cuando surgen problemas y 3.- brindar explicaciones teóricas de cómo la terapia permite a las personas participar en ocupaciones que le proporcionen significado, satisfacción y apoyen su bienestar físico y emocional. (1)

Los terapeutas ocupacionales contamos con una variedad de modelos teóricos de

práctica, algunos completamente desarrollados y flexibles que han permitido ser

adaptados y ajustados a nuestra realidad, creencia y paradigma y aquellos en vía

de desarrollo.

Por ejemplo, en este bloque temático, se proponen para su estudio,

1. Modelo de Ocupación Humana,

2. Modelo Canadiense del Desempeño Ocupacional,

3. Modelo de Persona - Medio - Ocupación y al

4. Modelo de Funcionamiento Ocupacional.

Modelo de Ocupación Humana, es uno de los primeros modelos que reconoció

la importancia del ambiente en la vida ocupacional. Se centra en los factores

personales y ambientales que influyen en la ocupación y como aspecto

importante, en la actualidad, es utilizado por los terapeutas para aborda el

APARTHEID OCUPACIONAL, definido como una forma de opresión que implica

una distribución desigual de los recursos y las oportunidades. Por lo tanto, en el

APARTHEID OCUPACIONAL son los recursos y las oportunidades para elegir y

desarrollar una ocupación, los que están distribuidos de forma poco equilibrada. (2)

Uno de los principios fundamentales del modelo, es que la identidad y la vida de

las personas se conjugaren por lo que hacen, pues si tienen poder sobre sus vidas

se darán cuenta de su potencial, mejorando su calidad de vida, generando

recursos personales, a través, de su ritmo diario y rutinas de actividades. (1).

Este modelo trata de explicar, como las personas se motivan para elegir su

comportamiento ocupacional, de que modo las personas aprenden y sostienen los

patrones recurrentes del hacer, que forman la vida cotidiana y por último, de que

modo las personas pueden participar en una gama amplia de acciones físicas,

cognitivas y sociales (1).

Para explicar lo anterior, el modelo concibe al ser humano compuesto por tres

elementos: Volición, Habituación y capacidad de desempeño, sin olvidar la

interrelación con el ambiente. La volición, se refiere a la motivación ocupacional

y se entiende como el patrón de pensamientos y sentimientos, acerca de la propia

persona como actor en el mundo, que ocurre a medida que anticipa, elige,

experimenta e interpreta lo que hace. Por su parte, la habituación es el proceso

mediante el cual la ocupación se organiza en patrones y rutinas. Por último, la

capacidad de desempeño, tienen que ver con: las habilidades físicas y mentales,

que se utilizan en el desempeño de una ocupación con propósito. (1,2)

De la misma forma en que estos tres elementos se interrelacionan y son

interdependientes, las personas y sus ambientes son inseparables. El ambiente

visto desde la perspectiva de mencionado modelo, esta conformado por dos

dimensiones: social y física; que ofrecen oportunidades, limitaciones, recursos y

demanda, teniendo impacto sobre la persona. (1)

En general, las cosas que cada persona hace, como piensa y siente sobre ella,

refleja la acción reciproca compleja entre la motivación, hábitos, roles y

capacidades de desempeño, con el ambiente, el cual, al presentar problemas

puede contribuir a que la persona se separe de su ocupación o al APARTHEID

OCUPACIONAL.

El Modelo Canadiense del Desempeño Ocupacional, trata de explicar: cuáles son

las dificultades que presenta el individuo para participar en actividades, qué

factores precipitan en los problemas de desempeño ocupacional y cuándo y por

qué aparecen estos problemas. Para explicarlo, conceptualiza a la persona como

un ser espiritual con capacidad plena para determinar, elegir y participar en

ocupaciones significativas, que le procuran satisfacción al ejecutarlas en su

entorno habitual, esta consecución del equilibrio ocupacional le permite a la

persona expresarse y desarrollarse como ser único.

El reconocer a la persona como ser espiritual, implica por lo tanto, reconocer su valor intrínseco, respeto a

sus creencias, valores y objetivos. Al igual que aceptar la influencia que ejerce la

experiencia social y cultural sobre el sujeto. Es evidente, que para este modelo el

centro de atención es el sujeto, quien se desempeña ocupacionalmente en

actividades significativas. (3,4)

De lo anterior, se pueden extraer, dos enfoques principales del modelo:

1.- la práctica centrada en el cliente y 2.- el desempeño ocupacional.

La primera se fundamenta en una perspectiva filosófica humanista, conceptualizada sobre el self espiritual o conciencia de naturaleza reflexiva, que pone de relieve la capacidad y responsabilidad del sujeto que demanda atención para contribuir con el curso terapéutico; es decir, que el paciente se transforma en participante y las acciones son realizadas con el cliente más que para el cliente; a este proceso se le llama habilitación. La segunda

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