MOLINO VALLE SOL
Enviado por CALIHUVA • 31 de Octubre de 2014 • 1.968 Palabras (8 Páginas) • 331 Visitas
MOLINO VALLE SOL (A)
Caso elaborado por el Mag. César Cama Peláez, docente de la Universidad Católica Santo Toribio
de Mogrovejo, para servir como base de discusión en clase y no como ilustración de una gestión
adecuada o inadecuada de una situación determinada. Caso adecuado para la discusión de temas
relacionados con Alta Dirección, E Business, Cadena de Abastecimiento, Empresas Familiares,
Gestión de Personas y otros. Prohibida la reproducción parcial o total. Derechos reservados.2
MOLINO VALLE DEL SOL (A)
Inicios del 2009
A inicios del 2009 George entregó su informe conteniendo el plan de acción y las
recomendaciones pertinentes. Roberto Ballena lo leyó y venía reflexionando: “tengo
muchas cosas en la cabeza. Las advertencias que George hace sobre los peligros que aún
no hemos enfrentado pero podríamos tener que enfrentar como grupo, son ciertas. Hemos
avanzado algo en el tema organizativo. Celinda es mi brazo derecho pero también mis
hermanos son mis hermanos. ¿Será necesario pensar en otros negocios como dice
George? ¿estoy preparado para esto?
Me siento nervios y no entiendo bien por qué. Nuestro crecimiento ha sido vertiginoso, de
hecho ha rebasado todas mis expectativas. Las ventas van bien, estamos en varios
canales de distribución, tenemos nuestras primeras operaciones con clientes extranjeros,
tenemos otras empresas conexas, el panorama se vislumbra favorable; sin embargo…., no
lo sé, no me siento contento, algo me aqueja y no sé qué es”
Estas son las reflexiones que a inicios del año 2009 pasaban por la mente de de Roberto
Ballena, gerente y fundador desde octubre de 1998 de Molino Valle del Sol SCRL, empresa
mayor del grupo empresarial Ballena Salcedo constituido por la referida empresa molinera,
además de Transportes Continental y la empresa fabricante de costales plásticos
COPLASA, todas, en el Departamento de Lambayeque en el Norte del Perú.
Inicios de la empresa
Roberto Ballena Salcedo nació en una pequeña ciudad de la sierra de Cajamarca donde la
principal actividad económica es la pequeña agricultura. Desde muy pequeño demostró
interés por las actividades agrícolas pero sin descuidar sus estudios. Su familia no poseía
tierras ni mayores recursos y su sustento se basaba en las pequeñas transacciones
comerciales de compra venta de los productos que cosechaba su padre, sirviendo él como
intermediario en cuanto oportunidad se presentaba. Sus primeros años fueron muy duros,
pues con unos ingresos irregulares su padre debía dar sustento a 5 hermanos.
Roberto es el mayor de los hermanos. Le siguen Mariana, Andrés, Segundo y Francisca,
siendo él quien tuvo mayores posibilidades de educación. Terminado el colegio, siguió los
pasos de su padre embarcándose en cuanto negocio pasaba por sus manos, los cuales
supo aprovechar gracias a su talento natural para los negocios y a la rectitud en sus
actividades, virtudes poco usuales en el medio que le tocó desenvolverse.
Los años avanzaron y pronto logró tener un pequeño capital con el cual se aventuró a
migrar hacia Chiclayo, donde se enteró que residían algunos familiares lejanos que habían
logrado cierta fortuna fundando una empresa comercializadora de camiones y repuestos. 3
Al llegar a Chiclayo en 1996, Roberto se entrevistó con sus familiares y los convenció con
sus habilidades comerciales para lograr que lo avalen en un préstamo bancario, con lo
cual consiguió el capital suficiente para comprar su primer molino. Hacia finales de 1998
nace Molino Valle Sol SCRL con el equipo montado en un local alquilado y con la
reputación que Roberto se había ganado en los dos primeros años en Chiclayo, los clientes
no dejaron de buscarlo.
Según refieren los clientes de la época Roberto siempre fue un comerciante justo que les
pagaba un precio adecuado y no les robaba en el peso, bondades muy apreciadas en un
sector donde abundan los timadores quienes siempre buscan aprovecharse de los
pequeños agricultores. Según palabras del Sr. Hermógenes Sandoval, uno de sus primeros
clientes, “Mientras que otros molinos pagaban al contado, Roberto Ballena se demoraba
unos días en pagarte, siempre en el plazo que ofrecía, pero a cambio te daba un precio y
un peso justo además de un buen trato”
El volumen de venta del negocio creció rápidamente y el préstamo inicial fue honrado en
el año 2001, 2 años antes del plazo establecido. Este logro dejó satisfecho tanto a sus
familiares como al banco que lo financió. Pronto se comentó su buen comportamiento
crediticio en todo el sistema financiero local de la época, pues este tipo de cumplimiento
no era usual en tiempos de crisis caracterizado por una alta morosidad y constantes
estafas. Rápidamente los bancos le plantearon nuevas operaciones, aunque aún le pedían
garantías. “El Sr. Ballena demuestra un gran crecimiento de sus operaciones basado en su
instinto natural para los negocios. No da puntada sin hilo y siempre sabe embarcarse en
operaciones rentables, manejando consigo la confianza de sus clientes a los cuales nunca
defrauda”
Para inicios del año 2003, el Molino ya estaba ubicado en un terreno de 6 hectáreas al
costado de la carretera Chiclayo – Lambayeque, zona comercializadora de arroz por
excelencia donde se concentran los principales molinos del Norte del Perú. Para el año
2004, Roberto adquirió la maquinaria de un nuevo molino y varios silos que multiplicaron
la capacidad de su producción en 5 veces y redujo los costos de producción, y para fines
del mismo año, ya eran propietarios de un puesto en el gran Mercado de Mayoristas de
Santa Anita en la ciudad de Lima, lugar donde se comercializan al por mayor gran parte de
alimentos con proyección e influencia hacia todo el Perú.
Para fines del año 2008 facturaba 70 millones pero sus ventas superaban los 200 millones
de Nuevos Soles.
La llegada de Celinda Gonzales
No bien llegado a Chiclayo, Roberto Ballena cruzó su destino con el de Celinda Gonzales,
estudiante de los últimos ciclos de Derecho en una Universidad Nacional. A pesar de sus
diferencias por los estudios logrados, rápidamente los unió el gusto por los negocios y las
cosas bien hechas. Celinda y Roberto se casaron
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