Maternoinfantil

Preparación y lactancia

Ya hemos tratado el tema sobre la composición de la leche materna, ahora abordaremos lo relacionado con la forma como se deben preparar los senos y las mamas para el proceso de amamantamiento.

Durante el control prenatal, mediante el examen respectivo se deben determinar las características del pezón para de esta manera poder enseñar los ejercicios con los dedos índice, pulgar y el movimiento de rotación para estimular las mamas.

Si el pezón es corto o largo se le debe estimular con los dedos índice y pulgar, haciéndoles rotación.

Si el pezón es invertido o plano, deben untarse los dedos con unas gotas de aceite mineral, luego colocar los dedos pulgar e índice alrededor del pezón presionando la areola hacia adentro, con el fin de sacarlo, después producir estiramiento manteniéndolo así por treinta segundos y luego girándolo entre los dedos por un par de minutos.

En los últimos tres (3) meses del embarazo se deben lavar diariamente los pezones con agua tibia y secarlos con una toalla limpia sin utilizar jabón, alcohol u otras sustancias de este tipo, porque deterioran la integridad del pezón, ya que eliminan los aceites protectores de la piel. Para endurecer los pezones se pueden frotar con la toalla de baño o con los dedos índice y pulgar en forma circular.

Después del amamantamiento hay que esperar que el pezón seque por sí solo, antes de cubrirlo con la copa del sostén, con el fin de no acumular humedad pues la saliva es activa antes de secarse y puede causar irritaciones. También se puede limpiar el pezón con un copo de algodón con agua y secarlo. Los sostenes que se deben usar son los que tienen cojines absorbentes para evitar derramamiento de leche.

Después del parto, se debe colocar inmediatamente al recién nacido en el pezón de su madre para estimular la succión que es favorable para la producción de la leche materna.

Para estimular la producción de la leche, es necesario realizar un masaje circular alrededor del pezón, como se puede apreciar en la gráfica.

En la etapa de lactancia, la madre debe adoptar una posición cómoda, ya sea sentada o acostada, variándola constantemente para que la boca del recién nacido también cambie de posición sobre el pezón y estimule así sus vaciamientos.

La madre en su baño diario, durante el último trimestre del embarazo sólo lavará sus senos con abundante agua y al suministrarle leche al recién nacido deberá limpiarse con agua sin jabón, ya que la piel quedaría desprotegida ante la lengua del lactante que al succionar podría causarle grietas.

La forma y tamaño de los senos no determinan la lactancia, ya que los senos grandes o pequeños producen leche de buena calidad y en suficiente cantidad. Pero es importante tener en cuenta la buena alimentación de la madre que debe contener una mayor cantidad

...