Medicina Nuclear

La Medicina Nuclear es una de las subespecialidades del campo de las Imágenes Médicas, que utiliza cantidades mínimas de material radioactivo (radiotrazadores, radiofármacos o radiosondas) para diagnosticar y determinar la gravedad de una enfermedad. Esta disciplina tiene una estrecha relación con diversas ciencias como son la Física, Química, Electrónica, Cibernética y Farmacia y con otras ramas de la Medicina, como son la Fisiología, Fisiopatología, Radiodiagnóstico y otras técnicas de Diagnóstico por Imágenes. Para la exploración por imagen es necesario que se administre un radiofármaco. Para poder observar la distribución de dicho radiotrazador se utiliza la tomografía computarizada, de la que existen 2 modalidades. La tomografía computarizada por emisión de fotón único (TCEFU) y la tomografía por emisión de positrones (TEP) son dos de las modalidades. Debido a que los procedimientos de Medicina Nuclear pueden detectar actividades moleculares dentro del organismo ofrecen la posibilidad de identificar enfermedades en sus etapas tempranas, así como también las respuestas inmediatas de los pacientes a las intervenciones terapéuticas. Esto se logra gracias a cámaras especialmente diseñadas que permiten a los doctores rastrear la ruta de estos radiofármacos. Una cualidad para resaltar de la Medicina Nuclear es que sus procedimientos no son invasivos, con la excepción de las inyecciones intravenosas, en general sus procedimientos son indoloros. Uno de los elementos más usados en la terapia de Medicina Nuclear es el yodo radioactivo (I-131) que se utiliza para tratar el cáncer. Los pacientes con linfoma Non-Hodgkin que no responden a la quimioterapia podrían ser sometidos a la radioinmunoterapia (RIT). La radioinmunoterapia es un tratamiento personalizado para el cáncer que combina radioterapia con la especificidad de la inmunoterapia. Este tipo de tratamiento genera inmunodepresión. Debemos de tener presente que las fuentes radiactivas en estos procedimientos no son encapsuladas.

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