Metales
Enviado por gara1997 • 11 de Diciembre de 2012 • Informe • 1.767 Palabras (8 Páginas) • 311 Visitas
El concepto de contaminación ambiental comprende la contaminación del aire, del agua, de los suelos y de los alimentos y en general, de todos los aspectos que rodean físicamente a los seres vivientes.
La contaminación ambiental, según se definió en 1984 por la American Public Health Association, es la presencia en la atmósfera extramuro de uno o más contaminantes en tales cantidades o de tal duración que resulten perjudiciales para el hombre, los animales, las plantas o el curso normal de la actividad humana.
Las sustancias que se consideran contaminantes atmosféricos y sus fuentes de producción son numerosas e incluyen gases como el dióxido de carbono ( CO2), monóxido de carbono (CO), dióxido de azufre (SO2), material particulado (partículas de humo, aerosoles de plomo), metales pesados y algunos hidrocarburos. Los pesticidas y los isótopos radiactivos son también contaminantes importantes de la atmósfera pero, además, lo pueden ser de suelos y cuerpos de agua.
Efectos generales
Lluvia ácida.
Los incendios forestales, las emisiones de los volcanes, las nebulizaciones de agua marina, los productos derivados de la combustión de la gasolina, el diesel, refinerías de petróleo, etc., emiten gases que originan un disminución en el pH de la lluvia de estos lugares, por debajo del normal del 5,6 que se ha relacionado con daños, habiéndose observado que las plantas crecen menos y que aparecen miles de peces muertos en los ríos.
Partículas sólidas.
Los contaminantes atmosféricos además de encontrarse en forma de gases, pueden estar como material particulado.
Desde el punto de vista de su toxicidad y en términos de salud ambiental, la importancia de las partículas suspendidas totales (PST) se debe a la tendencia de los vapores de los metales pesados (Pb, Cd, Br, V, Cu, As, Hg, etc.) a condensarse sobre su superficie.
Capa de ozono.
El ozono (O3) es uno de los oxidantes fotoquímicos más extensamente estudiados. Mientras que la capa estratosférica de ozono protege la superficie terrestre de un exceso de radiación ultravioleta, los altos niveles de este gas en la parte baja de la atmósfera representan un riesgo importante para la salud del ser humano y otros sistemas biológicos .
La desaparición de la capa de ozono, además de dejar de proteger a los seres vivos de los rayos ultravioletas, contribuye a la aparición de efecto invernadero.
Efecto invernadero.
La emisión descontrolada de CO2, CH4 y NO2 provoca un efecto de pantalla interna, impidiendo que los rayos infrarrojos irradien hacia el espacio exterior. Esta situación junto a la pérdida de la capa de ozono, pueden ser responsables de un efecto invernadero que conduce a un progresivo calentamiento de la Tierra de 2-3 ºC, lo que puede alargar las estaciones cálidas, lo que favorece la desertización y la fusión de hielos polares, lo que puede provocar un aumento del nivel del mar con la consiguiente inundación de importantes extensiones de tierras habitadas.
Efectos sobre el hombre
Se ha observado que en los episodios agudos de contaminación atmosférica, la constante era un aumento de la morbilidad en los pacientes respiratorios crónicos, haciéndose más intensa y difíciles de controlar las molestias de los bronquíticos, enfisematosos y asmáticos.
Contaminantes más importantes
Dióxido de carbono y monóxido de carbono.
El dióxido de carbono (CO2) es un contaminante de la atmósfera, pero, a diferencia de los otros gases es una sustancia inocua y necesaria para la vida, aunque contribuye a la aparición del efecto invernadero. Habitualmente se estudia con el resto de los gases porque las fuentes de donde emana son las mismas.
El monóxido de carbono (CO) es un gas incoloro, inodoro e insípido, ligeramente menos denso que el aire. Se produce en la combustión incompleta de materiales que contienen carbono en múltiples procesos industriales. En las grandes ciudades la principal fuente de emisión de este gas la constituyen los motores de los vehículos de combustión interna. El CO también puede originarse en procesos biológicos como la oxidación del metano en la atmósfera, las emisiones de los océanos, las erupciones volcánicas y los incendios forestales, entre otros. En el interior de las casas, el mal funcionamiento de las cocinas y aparatos de calefacción domésticos, o la utilización de carbón o leña, puede convertirse en una fuente importante y muchas veces inadvertida de CO.
Su interés para la salud como contaminante atmosférico, se basa en que establece un fuerte enlace con el átomo de hierro del complejo protoheme de la hemoglobina y forma carboxihemoglobina (COHb), la cual disminuye la capacidad de la sangre para transportar oxígeno y altera la curva de disociación de la oxihemoglobina, con lo que cae la entrega de oxígeno a los tejidos.
Dióxido de nitrógeno.
La principal fuente de emisión de este gas a la atmosfera por la actividad del hombre es la utilización de combustibles fósiles en fuentes fijas (calefacción y electrogeneración) y motores de combustión interna.
Los efectos del NO2 en el aparato respiratorio incluyen cambios en la función pulmonar, alteraciones morfológicas, depresión de los mecanismos de defensa, edema y, en concentraciones elevadas, la muerte.
Ozono.
Debido a la naturaleza tóxica de este gas y el riesgo potencial que representa para la salud del hombre, sus niveles permisibles han sido establecidos, por organizaciones como la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, en 0,12 ppm promedio en una hora, con la recomendación que este nivel no se exceda más de una vez al año.
Aunque se han observado efectos extrapulmonares, el blanco primario del ozono es el aparato respiratorio y, particularmente, el parénquima pulmonar.
Dióxido de azufre.
Las tres principales fuentes de SO2 a la atmósfera las constituyen las de origen doméstico asociadas con la utilización de carbón y otros combustibles utilizados para la preparación de alimentos y calefacción, industrias, los vehículos.
El aparato respiratorio es el área más vulnerable para los efectos deletéreos
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