Microbiota intestinal y conducta

El nervio vago forma una via que conecta el tracto gastrointestinal  con el nucleo del tracto solitario (un cumulo de fibras aferentes que llegan de la periferia  para llegar a la corteza y el hipotálamo, en el cerebro de los mamíferos.  Las aferencias vagales forman sinapsis con las células enteroendocrinas de los intestino. La fibras del nervio vago están llenas de receptores de serotonina, y receptores de acidos grasos libres, y de péptidos intestinales. Lo cual le permite transmitir señales desde la luz del intestino hasta el cerebro.

Tambien hay evidencia de que el nervio vago es capaz de transportar proteínas hacia el cerebro. En humanos se ha observado que la vagotomia, que es un procedimiento que consiste en cortar el nervio vago, reduce el riesgo de desarrollar  la Enfermedad de Parkinson.

Se observó también en estudios con ratones que al administrarles una dieta con ciertas especies de lactobacilos y bifidobacterias, disminuían en estos sus niveles de ansiedad y estimulaban la producción de oxitocina que esta implicada en los vínculos afectivos en los mamíferos  y relacionada con trastornos del espectro autista. Pero estos efectos desparecían si se les realizaba una vagotomia.

Las bacterias en nuestros intestinos son capaces además de producir ciertos neurotransmisores.

Las bacterias producen también unas sustancias llamadas, acidos grasos de cadena corta, y el nervio vago tiene muchos receptores que son activados por estas sustancias.  La administración de estos ácidos grasos en ratones  que tenían un déficit de microglia, que son células inmunes que se encuentran en el sistema nervioso central,  este déficit fuera restaurado . De igual forma, estos ácidos grasos de cadena corta lograron revertir los efectos fisiológicos provocados por el estrés crónico en ratones.

Otra sustancia que las bacterias producen en el instestino son los peptidoglicanos, que ingresan a la circulación sanguínea y llegar al cerebro, donde se unen a las proteínas de reconocimiento de péptidoglicanos 2, lo que resulta en un incremento en la sociabilidad de los ratones.

El sistema del olfato también tiene importancia, ya que en los estudios con insectos se observó que estos preferían lugares con los olores que eran típicos de las bacterias que se encontraban en su aparato digestivo.  

...