Mini Orígenes De Las Especies
Enviado por lemia • 27 de Enero de 2013 • 5.087 Palabras (21 Páginas) • 344 Visitas
CAUSAS DE VARIABILIDAD.
Cuando comparamos a los individuos de la misma variedad o subvariedad de las plantas actuales
que desde hace mucho tiempo van siendo cultivadas, y de nuestros animales domésticos más
antiguos, una de las primeras cosas que más nos extraña es, sin duda, ver cómo generalmente
difieren entre sí en mayor escala unos individuos de otros que los individuos de cualquier otra
especie o variedad estudiada en el estado natural. Así como cuando reflexionamos sobre la vasta
diversidad de las plantas y animales que respectivamente han sido cultivados y domesticados,
variand durante todas las edades, ya sea por la influencia de los climas, por un tratamiento diferente,
nos vemos obligados a concluir que esta gran variabilidad es debida a que nuestras producciones
domésticas se han formado en condiciones de vida menos uniformes, diferentes de aquellas a las
que había sido primitivamente expuesta la especie madre en la naturaleza. Ahora bien; aunque no
deja de tener alguna probabilidad la opinión expuesta por Andreu Knight de que esta variabilidad
pueda tener cierta conexión con el exceso de alimento, parece, sin embargo, evidente que los seres
orgánicos necesitan estar expuestos durante algunas generaciones a condiciones nuevas para que en
ellos se origine cualquier gran variación, que continúa luego durante muchas generaciones.
Debemos tener presente que en todos los casos, como últimamente ha afirmado el profesor
Weismann, hay aquí dos factores que considerar, a saber: la naturaleza del organismo y la naturaleza
de las condiciones, de los cuales el primero parece ser mucho más importante que el segundo,
puesto que algunas variaciones próximamente semejantes surgen a veces en condiciones que, en
cuanto podemos apreciarlas, son desemejantes; y por otra parte, surgen variaciones desemejantes
en condiciones que parecen ser casi uniformes.
Vemos variabilidad indefinida en las innumerables, aunque pequeñas peculiaridades que distingue a
los individuos de la misma especie y que no pueden ser explicadas por herencia, ya sea del padre,
de la madre o del antecesor más remoto. También aparecen algunas veces, diferencias muy
marcadas en los hijos del mismo parto y en las plantas procedentes de una misma cápsula de
semilla. A largos intervalos de tiempo, entre millones de individuos criados en el mismo país y
sustentados próximamente con el mismo alimento, surgen desviaciones de estructura tan
pronunciadas que merecen llamarse monstruosidades; pero estas no pueden ser separadas por línea
determinada de otras variaciones más ligeras. Todos los cambios de estructura, ya sean en extremo
insignificantes, o profundamente marcados, que aparecen entre muchos individuos que viven
juntos.
Algunos naturalistas han sostenido que todas las variaciones están en relación con el acto de la
reproducción sexual; pero esto es ciertamente un error, pues hemos dado en otra obra una larga lista
de plantas locas, como los jardineros las llaman, es decir, de plantas que han producido de repente
un solo botón con carácter nuevo y algunas veces muy diferente del de los otros botones de la
misma planta. Estas variaciones de vástagos, así suelen llamarse, pueden propagarse por injertos,
tallos, etcétera, y algunas veces por semilla; y aunque ocurren rara vez en la naturaleza, distan
mucho de ser escasas en el cultivo.
EFECTOS DEL HABITO Y DEL USO O DESUSO DE LAS PARTES. VARIACIÓN
CORRELATIVA. HERENCIA
Hábitos cambiados producen efectos hereditarios, según se ve en el período de la florescencia de las
plantas cuando se las transporta de un clima a otro. En cuanto a los animales, el uso o desuso de las
partes ha tenido en ellas una influencia más marcada; así encontramos en el pato doméstico que los
huesos del ala pesan menos y los huesos de la pierna más, en proporción a todo el esqueleto, que lo
que pesan los mismos huesos en el pato salvaje; y este cambio puede atribuirse, sin riesgo de
equivocarse, a que el pato doméstico vuela mucho menos y anda mucho más que sus salvajes
padres. Aquí únicamente aludiremos a lo que puede, llamarse variación correlativa. Los cambios
importantes del embrión o larva ocasionan probablemente los cambios del animal adulto. Los
criadores creen que remos prolongados acompañan casi siempre a cabezas alargadas. Algunos
ejemplos de correlación son completamente caprichosos: así los gatos enteramente blancos y de
ojos azules son en general sordos, lo cual sólo sucede a los machos. El color y ciertas peculiaridades
de estructura van unidos, como podríamos demostrarlo con muchos casos notables de animales y
plantas.
Toda variación que no sea hereditaria carece de importancia para nosotros; pero el número y
diversidad de las desviaciones de estructura que pueden transmitirse por herencia, tanto de poca
como de mucha importancia fisiológica, no tiene término.
Las peculiaridades que aparecen en los machos de nuestras crías domésticas, son frecuentemente
transmitidas a los machos exclusivamente, y en grado mucho más elevado. Sin embargo, la regla
más importante en esta materia, y en la que creemos puede confiarse, es que en cualquier período de
la vida en que aparece por primera vez una peculiaridad, esta tiende a reaparecer en la cría al llegar
a edad correspondiente, aunque adelantándose algunas veces. En muchos casos no podía suceder
otra cosa; así las peculiaridades heredadas en los cuernos del ganado vacuno pueden aparecer
solamente en la cría cuando esta es ya casi adulta: las peculiaridades en el gusano de seda, como es
notorio, aparecen en la fase correspondiente al capullo; pero las enfermedades hereditarias y
algunos otros hechos nos hacen creer que la susodicha regla tiene más amplia extensión.
podemos referir aquí un hecho manifestado a menudo por los naturalistas, a saber: que nuestras
variedades domésticas, cuando se las deja en estado salvaje, gradual pero invariablemente,
retroceden en sus distintivos a su primitivo tronco, de donde nace el argumento de que no se pueden
sacar de razas domésticas especies correspondientes al estado natural; Podemos seguramente
concluir que muchísimas de las variaciones domésticas más marcadas no podrían vivir en estado
salvaje, puesto que en muchos casos no sabemos cuál sea el tronco primitivo, y por consiguiente, no
podemos
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