Modernidad

Con la lectura del artículo “Modernidad reflexiva y Movimientos Sociales”, en su primer Tema “Modernidad y Riesgo”, nos deja ver que cuando hablamos de modernidad, hacemos referencia no sólo a un lento proceso histórico iniciado hace varios siglos, sino también a un acontecimiento geopolítico. (Es la ciencia que, a través de la geografía política, la geografía descriptiva y la historia, estudia la causalidad espacial de los sucesos políticos y sus futuros efectos).

La idea de modernidad funcionó en su momento, pero llegó un momento en que las cosas se escaparon de las manos, esto por varias razones, la sociedad fue evolucionando, los ideales que se tenían en un principio, no dieron el fruto esperado y el progreso finalmente siguió una dirección que tampoco se había considerado.

El desarrollo social deja a la vista nuevas realidades y nuevas normas de pensamiento para interpretarlas y de esa forma lograr una explicación. Es lo que hoy en día se le conoce como modernidad.

Autores como Beck y Giddens hablan de una modernidad reflexiva, donde el hombre empieza a darse cuenta de los riesgos y peligros de sus actitudes, reconociendo la existencia de una imprevisibilidad se sus acciones. La modernidad reflexiva es algo “nuevo” que incorpora y desincorpora la tradición. Es una destrucción creativa “donde un tipo de modernización destruye otro y le modifica”.

En este sentido, la modernidad reflexiva representa un periodo de auto afrontamiento con los efectos y riesgos de los efectos del proceso de modernización, o sea, la sociedad del riesgo es reflexiva y en la medida en que reconoce estos riesgos y su imprevisibilidad, se exige una auto reflexión en relación a las bases de la cohesión social y un examen de las convenciones y de los fundamentos predominantes de su racionalidad.

Cuando la humanidad se hace consciente del peligro de sus acciones para el planeta, nace la conciencia social y se comprende que se vive en la llamada “sociedad de riesgo”.

En ella, el hombre se enfrenta al desafío que plantea la capacidad de la industria para destruir todo tipo de vida sobre la tierra y borrar las fronteras frente a amenazas que nos afectan de manera global sin distinción de clases ni jerarquías. El riesgo es respecto no sólo al entorno donde la vida se desarrolla sino también a los sistemas económicos y de organización social que vivimos hoy.

Este aspecto reflexivo diferencia la modernidad de los tiempos remotos pues no es solamente la tradición la que es reinventada, la reflexividad reformula las prácticas sociales pudiendo alterar el carácter de una sociedad.

Así, toda modernidad es reflexiva a la vez que conoce su inestabilidad frente a la imagen de la perfección a las aviesas.

Es así como los pensadores más contemporáneos tienen una visión cada vez más crítica de la modernidad.

Con lo anterior, creo que

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