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MODERNIDAD

soniasalasrangel26 de Octubre de 2011

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[pic] LA MODERNIDAD: MODELO CIVILIZATORIO Y VISIÓN DEL MUNDO

La conquista de América supuso una reorganización del mundo, un proceso en el cual se produce la separación entre el mundo occidental - asumido como lo moderno - y los Otros - por definición inferiores y/o atrasados -, esta diferenciación se constituye en el modo como se dará la organización y jerarquización del mundo moderno.

"Con el inicio del colonialismo en América comienza no solo la organización colonial del mundo sino - simultáneamente la constitución colonial de los saberes, de los lenguajes, de la memoria y del imaginario. Se da inicio al largo proceso que culminara en los siglos XVIII Y XIX en el cual, por primera vez, se organiza la totalidad del espacio y del tiempo -todas las culturas, pueblos y territorios del planeta, presentes y pasados- en una gran narrativa universal. En esta narrativa, Europa es -o ha sido siempre- simultáneamente el centro geográfico y la culminación del movimiento temporal”. (LANDER, Edgardo. Ciencias sociales. Saberes Coloniales y Eurocentricos. En: La Colonialidad del saber. Eurocentrismo y Ciencias Sociales. Comp. Edgardo Lander. Buenos Aires-CLACSO. Pág. 16)

Son principalmente dos los ejes que le dan un carácter colonial a los procesos que se dan en la constitución del capitalismo moderno y que determinan los cambios que se producen en la realidad, estos son la idea de raza y la articulación de las distintas formas de control del trabajo y la producción con el capital, y más específicamente, con el mercado mundial.

Bien, las ciencias sociales se encuentran desde su propio nacimiento impregnadas de estas lógicas de pensamiento coloniales y eurocentricas, de allí se deriva su utilidad como instrumento de legitimación y reproducción de este modo de organización en la construcción de teorías que pretenden dar explicación de los procesos que se dan en nuestra realidad en la actualidad, es desde estos estrechos límites desde donde se pretende dar una explicación del mundo, generándose así un circulo vicioso que no tiene salida aparente.

Resulta necesario el esfuerzo de construcción histórica de los saberes modernos para develar los supuestos bajo los cuales opera y las implicaciones que representa para la construcción de otro mundo posible; así es evidente, la necesidad de re-pensar desde otros espacios la estructuración, dinámicas y procesos actuales. La construcción de un nuevo orden incluyente, sostenible, resulta prioritario para la humanidad y el planeta.

SABERES COLONIALES La perspectiva modernidad/colonialidad es una mirada hemisférica que ubica el origen de la modernidad no en el siglo XVIII, sino en 1492 como fecha icono en la historia mundial, para Dussel uno de los más importantes exponentes de esta perspectiva la modernidad se origina con la primera expansión colonial europea, la hispano-portuguesa, en ese sentido la colonialidad es constitutiva de la modernidad, no hay modernidad sin colonialidad. De esto se desprende que todos los proyectos de modernización/desarrollo que han sido implementados en el llamado tercer mundo son modernos/coloniales. La modernidad de unos es producto de la colonialidad del resto. "El problema principal de la filosofía moderna occidental reside, pues, en la forma selectiva de su escepticismo radical: en el hecho de que nunca interrogó seria, ni sistemáticamente, a la colonialidad”. (Maldonado-Torres, 2007, 157)

Por qué el paradigma modernidad/colonialidad? La respuesta es sencilla, si bien la riqueza conceptual que nace de ese paradigma es compleja y útil analíticamente: “la colonialidad es constitutiva de la modernidad, y no derivativa” (Mignolo, 2005, 61). Este es un postulado base del grupo. Sirve para desmitificar la lectura simplista, eurocéntrica, donde el colonialismo aparece derivado de la lógica moderna y, a lo sumo, aportando sólo recursos y mano de obra para la constitución del capitalismo global. En realidad es un proceso horizontal: sin colonialidad no hay modernidad ni viceversa, modernidad y colonialidad son dos caras de la misma moneda. Una es impensable sin la otra. Digamos, por ahora, que gracias a la colonialidad, Europa pudo producir las ciencias humanas como modelo único (aunque no en una relación causal, sino de interdependencia), válido, universal y objetivo de producir conocimientos, a la vez que desechó todas las epistemologías de la periferia. En la base del grupo, hay pues, una lectura de-constructiva de la visión tradicional de la modernidad, una atención especial al colonialismo, a la subalternización cultural y epistémica de las culturas no-europeas, una crítica al eurocentrismo, tal como lo ha puesto en presente Arturo Escobar en la conferencia citada.

Es necesario, también, indicar la razón del término “colonialidad” que aparece en el paradigma y diferenciarlo del término “colonialismo”. Según Aníbal Quijano (2007, 93) son dos conceptos relacionados pero distintos. El colonialismo está referido a un patrón de dominación y explotación donde “el control de la autoridad política, de los recursos de producción y del trabajo de una población determinada lo detenta otra de diferente identidad, y cuyas sedes centrales están, además, en otra jurisdicción territorial. Pero no siempre, ni necesariamente, implica relaciones racistas de poder. El Colonialismo es, obviamente, más antiguo, en tanto que la colonialidad ha probado ser, en los últimos 500 años, más profunda y duradera que el colonialismo. Pero sin duda fue engendrada dentro de éste, y, más aún, sin él no habría podido ser impuesta en la intersubjetividad de modo tan enraizado y prolongado”. Por su parte, Nelson Maldonado Torres, tal vez de forma más clara, aunque siguiendo a Quijano, los ha diferenciado así: “Colonialismo denota una relación política y económica, en la cual la soberanía de un pueblo reside en el poder de otro pueblo o nación, lo que constituye a tal nación en un imperio. Distinto a esta idea, la colonialidad se refiere a un patrón de poder que emergió como resultado del colonialismo moderno, pero que en vez de estar limitado a una relación formal de poder entre dos pueblos o naciones, más bien se refiere a la forma como el trabajo, el conocimiento, la autoridad y las relaciones intersubjetivas se articulan entre sí a través del mercado capitalista mundial y de la idea de raza. Así, pues, aunque el colonialismo precede a la colonialidad, la colonialidad sobrevive al colonialismo. La misma se mantiene viva en manuales de aprendizaje, en el criterio para el buen trabajo académico, en la cultura, el sentido común, en la auto-imagen de los pueblos, en las aspiraciones de los sujetos, y en tantos otros aspectos de nuestra experiencia moderna. En un sentido, respiramos la colonialidad en la modernidad cotidianamente” (2007, 131. Resaltados fuera del texto). Con esto se quiere mostrar que el colonialismo es mucho más que una imposición política, militar, jurídica o administrativa. Éste, en forma de colonialidad, llega a capas más profundas y pervive aún a pesar de la descolonización o emancipación de las colonias españolas en el siglo XIX o las de Asia y África en el siglo XX. El grupo MC quiere mostrar que a pesar del fin de los colonialismos modernos (como los de América, Asia o África), la colonialidad pervive. Aquí es preciso recordar que con la emancipación jurídico-política de África o Asia, proceso que culmina en los años 60, se empezó a hablar de la época poscolonial, de ahí ese número impresionante de estudios que surgieron, lo cual parecía indicar que el colonialismo se había acabado, pues se estaba “más allá” del mismo. Sin embargo, si bien ese colonialismo tradicional, “exterior”, terminó, las estructuras subjetivas, imaginarios, colonización epistemológica, etc., pervivieron. Por eso los autores citados han dicho que la colonialidad le sobrevivió al colonialismo. Sólo que la colonialidad que sobrevivió se rediseña, se readapta, en el capitalismo posmoderno, posfordista, pero no desaparece. A esa nueva colonialidad es lo que algunos autores del grupo llaman poscolonialidad, en últimas, una colonialidad posmoderna que se ha adaptado en la nueva versión del capitalismo global, en la era de las información y el conocimiento; la era de la biotecnología, la ingeniería genética, las patentes, los transgénicos, etc. Esa colonialidad imperial moderna se transformó en colonialidad global posmoderna (poscolonialidad), pues el tipo de relaciones antiguas, desiguales, jerárquicas, etc., entre centro y periferia (por ejemplo las relaciones entre una Gran Bretaña y una India) aún permanecen pero rediseñadas a nivel global. Eso es notorio en la subvaloración del conocimiento tradicional, la explotación de la flora y la fauna en los países tercermundistas, el monopolio de los transgénicos por las multinacionales, etc. (Castro-Gómez, 2005a, 74 y ss.)

Ahora, ¿cuáles son las corrientes de pensamiento de las que parten los miembros del grupo? Al rastrear las fuentes teóricas de las cuales bebe el colectivo encontramos corrientes típicamente latinoamericanas, así como corrientes europeas y norteamericanas, por ejemplo, la teología de la liberación, teoría de la dependencia, filosofía de la liberación, Estudios poscoloniales, Estudios culturales, Estudios subalternos, el marxismo, los debates en América Latina sobre modernidad y posmodernidad, etc. En realidad es una perspectiva amplia que se ha enriquecido gracias al diálogo que los autores han tenido con intelectuales del mal llamado Tercer Mundo, Europa y Estados Unidos.

Pese a las corrientes filosóficas y de pensamiento que nutren al grupo, es preciso hacer algunas aclaraciones, ya que la relación con representantes

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