Métodos De Extracción De Los Principios Activos De Las Plantas Medicinales Para Preparados De Fitoterapia
Enviado por stevenb • 5 de Junio de 2014 • 1.171 Palabras (5 Páginas) • 907 Visitas
Los principios activos contenidos en las plantas pueden ser extraídos mediante diversas técnicas extractivas o bien pueden ser administrados como tales, tal y como se encuentran en la planta desecada o en la planta fresca.
A lo largo de la historia la fitoterapia ha desarrollado diversos métodos de extracción para el mejor aprovechamiento de las virtudes terapéuticas de las plantas tratadas.
El método de extracción utilizado depende del tipo de planta a emplear (caracteres organolépticos), de la concentración de principios activos y de sus propiedades farmacológicas.
Extracción con agua (Tisanas)
Cuando utilizamos el AGUA como vehículo extractivo reciben el nombre genérico de TISANAS: son preparaciones acuosas en las que se aprovecha el poder de extracción que el agua posee. Manteniendo el agua en contacto con la planta ésta cede parte de sus principios activos a la misma, cede aquellas sustancias que son solubles en agua. Ocurre un fenómeno de difusión celular. Una vez que la planta ha sido imbibida ("quelung"), es decir, impregnada de agua, vuelve a reconstruir el estado que tenía la planta fresca. En la planta seca los protoplasmas celulares están retraídos hacia las paredes celulósicas de rigidez indeformable, con lo cual se llenan de finas películas de aire, el cual es expulsado por el fenómeno de la imbibición y sustituido por agua. La difusión celular y por tanto la extracción de principios activos durará mientras no se alcance un equilibrio osmótico entre protoplasma celular y líquido extractivo, en este caso agua.
Según la textura o los componentes de la planta, existen varios procedimientos:
- Infusión: se vierte el agua hirviendo sobre la planta colocada en un recipiente de cierre bien ajustado, a fin de evitar la pérdida de principios activos, y se deja en reposo de 5 a 15 minutos, filtrándose y tomándose inmediatamente. Generalmente se utiliza para flores, hojas y tallos tiernos.
- Decocción: consiste en echar la planta en agua hirviendo y dejarla hervir durante 5 ó 20 minutos, a una temperatura superior al punto de ebullición, en un recipiente cerrado para evitar la evaporación. Se utiliza para raíces, tallos fuertes y cortezas.
- Maceración: se introduce la planta en agua a temperatura ordinaria durante varias horas (generalmente de 8 a 12 horas). Esta forma de extracción se suele emplear para plantas ricas en mucílagos como las semillas de lino.
- Digestión: se trata de macerar la planta en agua a temperatura media, alrededor de 50ºC, durante un tiempo determinado.
- Percolación o lixiviación: en este caso el agua, alcohol u otro disolvente atravesaría una columna llena de planta pulverizada, arrastrando durante el proceso los principios activos.
- Maceración-Decocción: se utiliza para ciertas tisanas, compuestas de partes vegetales duras y tiernas, en donde está indicado ponerlas en maceración antes de cocerlas.
Los métodos más usados, más sencillos y tradicionales son la infusión y el cocimiento.
La extracción depende de varios factores, como son:
- La cantidad de agua. Cuanto mayor sea la cantidad de agua, más elevado será el agotamiento de principios activos dentro de la planta.
- Las influencias que entre unos y otros principios activos pueden ocurrir, una vez en solución den lugar a una mayor solubilidad o menor en otros casos.
- La temperatura. La infusión o el cocimiento a una temperatura cercana a los 100ºC favorecen la extracción. No obstante, a veces conviene hacer la extracción con agua fría, ya que puede interesar no extraer determinados principios activos que solamente pasarían al agua con la ayuda del calor.
- El tiempo. La duración del contacto de la planta con el agua.
- El sistema empleado para la extracción. Se verá más adelante.
- El grado de pulverización de la planta. Aumenta la extracción cuanto más troceada esté la planta,
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