NUTRICIÓN EN EL LACTANTE MAYOR: ABLACTACIÓN
Enviado por cr zs • 14 de Agosto de 2016 • Resumen • 4.678 Palabras (19 Páginas) • 909 Visitas
NUTRICIÓN EN EL LACTANTE MAYOR: ABLACTACIÓN
La ablactación es el inicio de la ingestión de alimentos diferentes a la leche humana o a las fórmulas lácteas, en tanto que el destete es un periodo de transición hacia la dieta familiar. En esto influyen diversos factores: sociales, económicos, culturales y fisiológicos (sostén cefálico, pérdida del reflejo de protrusión de la lengua, desarrollo del mecanismo de deglución). Para el inicio de la ablactación debe considerarse el estado de salud del niño y los antecedentes heredofamiliares, principalmente los de alergias alimentarias que terminan el momento ideal del inicio de la ingestión de alimentos específicos.
Justificación
En los niños, la alimentación es un proceso dinámico que implica el conocimiento adecuado de la función intestinal, de los sistemas inmunológico, renal y neurológico. La ablactación se fundamenta en la experiencia personal de cada médico (“cada maestro tiene su librito”). Por lo tanto, es necesario conocer las pautas y normas para la adecuada ablactación en niños. La alimentación temprana implica cambios metabólicos y endocrinos que influyen en la salud futura del adulto; por ello, además, es importante desarrollar buenos hábitos de alimentación.
Objetivos de la ablactación
• Promover el adecuado crecimiento y desarrollo
• Establecer la alimentación complementaria adecuada, no sustitutiva
• Desarrollar buenos hábitos de alimentación
• Favorecer la correcta interrelación padres-hijos
• Fomentar la aceptación de alimentos diversos
• Evitar el riesgo de enfermedades futuras: alergias, obesidad, desnutrición e hipertensión arterial por cambios metabólicos y endocrinos
• Establecer la alimentación complementaria en enfermedades más frecuentes: RGE, alergia a las proteínas de la leche de vaca, etc.
Principios de la ablactación
• Debe ir de acuerdo con la madurez renal, GI y neurológica
• Se dará entre el cuarto y el sexto mes de vida
• Debe ser gradual y progresiva
• Se iniciará cada alimento por separado
• Cada alimento nuevo se proporcionará durante tres o cuatro días, e inicialmente una sola vez al día
• Se dará en forma individualizada
Estos principios permiten promover una alimentación correcta (completa, variada, suficiente, inocua, adecuada y equilibrada).
Otros alimentos
Por su alta osmolaridad, alto contenido de azúcar y pH ácido, los jugos de frutas no se recomiendan antes de los seis meses de vida. Pueden suministrarse siempre que no sustituyan a los alimentos en su forma original (leche, frutas); la cantidad máxima recomendada diaria es de 10 ml/kg de peso dos veces al día. Por su elevado contenido de sodio, nitritos y grasas saturadas, los embutidos no deben darse antes del año de edad. El consumo de café o té (específicamente de anís) debe evitarse, pues estas bebidas contienen alcaloides que producen cólico. Las bebidas carbonatadas (refrescos) tampoco se recomiendan porque disminuyen la absorción de calcio, además de que proveen altas cantidades de energía y carecen de valor nutrimental. No es aconsejable poner saleros en la mesa, pues el lactante, por imitación, agrega sal innecesaria a sus alimentos. La miel de abeja no procesada no se recomienda en los alimentos del niño porque puede contener C. botulinum. No se recomiendan los alimentos con soya porque interfieren con la absorción de hierro y favorecen el depósito de aluminio.
Interrelación padres-hijos en la ablactación
La participación y la influencia de los padres en el inicio de la ingestión de los alimentos diferentes a la leche son decisivas. La aceptación de algún alimento nuevo sólo se conoce después de cuando menos tres a cinco intentos de ofrecérselo; si es rechazado nuevamente, se recomienda suspenderlo para ofrecerlo otra vez, más adelante, igual o con otra presentación.
Cuando el niño rechaza el biberón, la cuchara o escupe el alimento es indicio de que está satisfecho. Los padres tienen la obligación de ofrecer los alimentos y el niño decide si los come o no y en qué cantidad.
Manipulación higiénica y preparación de los alimentos
Así como es necesario conocer las propiedades nutrimentales de los alimentos, también lo es conocer los cambios fisicoquímicos que experimentan con los métodos de preparación. Los métodos de cocción se utilizan para hacer los alimentos más digeribles y apetecibles. Debe cuidarse que todos los alimentos y utensilios utilizados estén limpios y estimular el lavado de manos antes de comer y después de ir al baño.
Para evitar intoxicaciones, la preparación de alimentos caseros nunca debe efectuarse en cazuelas de barro, pues contienen plomo. Deben prohibirse los utensilios de cobre por su toxicidad y evitar el consumo de alimentos contaminados con mercurio u otros metales pesados.
Higiene bucal y uso de biberones
La higiene bucal es un aspecto relevante. Mientras no hay dientes, las encías deben limpiarse con una gasa, con movimientos suaves; conforme aparezcan, se promoverá el cepillado después de cada comida.
Es importante que el niño no duerma con el chupón o biberón en la boca. El contacto prolongado con estos objetos favorece la aparición de caries rampante, por lo que se recomienda dejar de utilizarlos al año de edad.
Los chupones y mamilas de látex pueden ser un medio de cultivo para Candida albicans; por ello siempre deberán lavarse y renovarse cada dos o tres meses; deben preferirse los fabricados con silicón. Nunca deberán usarse los endulzados, porque favorecen la aparición de caries dental.
El inicio de la alimentación diferente a la leche tiene un papel formador, de ahí la importancia de crear hábitos de alimentación que repercutan en el buen crecimiento y desarrollo de los niños y en la prevención de enfermedades.
Recomendaciones para aumentar el valor de los alimentos
• Las verduras deben ponerse a cocer una vez que el agua esté en ebullición, para evitar la pérdida de vitaminas hidrosolubles. También se recomienda utilizar el caldo de cocimiento o el cocimiento al vapor
• Debe retirarse el exceso de grasa de los alimentos fritos, capeados y empanizados. Como esto no siempre se logra, sólo debe recurrirse a ellos por excepción
• Se recomiendan las preparaciones que contengan cereales y leguminosas, pues de esta forma se aumenta el valor de la proteína que contienen ambos grupos
• El caldo de las leguminosas no debe dársele al niño, porque contiene azúcares que causan meteorismo, distensión abdominal y cólicos, el agua de remojo y del primer cocimiento debe desecharse y sólo ofrecer la leguminosa
• El
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