ORIGEN DE LA VIDA
Enviado por milson • 10 de Junio de 2014 • 2.836 Palabras (12 Páginas) • 276 Visitas
2. El origen de la vida y de los primeros organismos
Las primeras explicaciones históricas sobre el origen de la vida y los seres vivos sostienen que los diversos seres vivos fueron creados por algún ser superior. En la actualidad se entiende que los textos religiosos preten- den mostrar la intervención divina en la creación de la vida, pero no expli- car cómo se ha originado la materia viva, lo cual pertenece al ámbito de los textos científicos.
2.1 La teoría de la generación espontánea
Esta teoría defiende que algunos seres vivos podrían originarse a partir de materiales inertes, como el barro, el sudor, la carne en corrup- ción, etc. Esta hipótesis fue aceptada en el mundo científico durante siglos. Entre otros, fue sostenida por Aristóteles (384-322 a. C.). Se pen- saba que del barro se generaban las anguilas; de la lluvia, las ranas; de la carne en putrefacción, los gusanos y las moscas; etc. Incluso se llegaron a proponer fórmulas para obtener seres vivos. Así, J. B. Helmont (1577- 1644) afirmó que para conseguir ratones bastaba con envolver granos de trigo en una camisa sucia y sudada y esperar unos 21 días.
El médico italiano Francesco Redi (1626-1698) realizó varios expe- rimentos que demostraban que la idea de la generación espontánea era errónea.
• Observación. Observó que los gusanos solo aparecían en la carne en proceso de putrefacción si las moscas se habían posado en ella varios días antes.
• Hipótesis. A partir de esta observación elaboró la hipótesis de que «los gusa- nos proceden de moscas que ponen huevos en la carne podrida». Para com- probar la certeza de su hipótesis realizó los siguientes experimentos en 1668:
• Experimento 1. Colocó restos de seres vivos en varios recipientes: unos los tapó y los selló con cera y otros los mantuvo abiertos. El resultado fue que solo aparecían gusanos en los recipientes abiertos, en los que podían entrar moscas adultas.
• Experimento 2. Repitió el experimento tapando algunos recipientes con un trozo de gasa para permitir que entra- se el aire fresco, pero no las moscas. El resultado fue que volvieron a aparecer gusanos sobre la carne en putrefac- ción en los recipientes abiertos, pero no en los tapados con gasas. Con este experimento, Redi comprobó que lo que impide la presencia de gusanos en la carne es que las moscas no puedan poner huevos en ella. CMC 0108
• Conclusión. Redi llegó a la conclusión de que los gusanos proceden de las moscas y no de la generación espontánea.
• Teoría. A partir de aquí estableció la siguiente teoría:
«Los gusanos de la carne no se originan espontáneamente te de la materia muerta, sino que se forman a partir de moscas que ponen sus huevos en la carne».
Posteriormente, A. Leeuwenhoek (1632-1723), el inventor del microscopio, comunicó que había observado organismos microscópicos vivos en el agua de lluvia que había recogido en su tejado.
Esto llevó a que algunos científicos admitieran la posibilidad de que los microorganismos se originasen por generación espontánea.
En 1745, J. T. Needham (1713-1781) introdujo tejidos vegetales y animales en frascos herméticos y los calentó. Varios días después obser- vó la aparición de microorganismos, lo que le llevó a defender la hipóte- sis de la generación espontánea de los microbios.
Años después, en 1769, L. Spallanzani (1729-1799) repitió el experimento y demostró que, si se impedía la entrada de aire en los fras- cos calentados, no aparecían microbios. El argumento en contra era que, debido a la falta de aire, no aparecían los microbios. Por tanto, la contro- versia entre defensores y detractores de la generación espontánea seguía abierta.
En 1860, el microbiólogo francés Louis Pasteur (1822-1895) reali- zó un experimento similar al que efectuó Redi doscientos años antes y demostró que la teoría de la generación espontánea de la vida era falsa. Pasteur explicó que los microbios y las esporas de hongos que contenía el aire y que se depositaban continuamente sobre los objetos eran los cau- santes de la descomposición de los cadáveres de los organismos.
Louis Pasteur (182-1895).
1. Pasteur introdujo un caldo de cultivo en un matraz, recipiente de cue- llo largo y estrecho. 2. Calentó el cuello del matraz hasta curvarlo en forma de cuello de cisne, dejando su extremo abierto. 3. Hirvió el conte- nido del matraz para matar cualquier forma de vida. 4. Dejó que se enfriase el caldo. Entró aire, pero no se depositaron microorganismos en el caldo.
Si el matraz se mantenía vertical, no se producía la contaminación microbiana del caldo, incluso después de mucho tiempo, debido a que los microorganismos no podían ascender por el cuello del recipiente. Pero si este se inclinaba hasta poner en contacto el caldo con la abertura del cue- llo (llena de microbios), se producía la contaminación microbiana de dicho caldo. Por tanto, la ausencia de vida en el recipiente vertical no se debía a la destrucción de algún principio vital por el calentamiento del caldo, sino a que se impedía su contaminación.
Con este experimento, Pasteur demostró que «todos los seres vivos proceden de otros seres vivos» y que la teoría de la generación espontánea de vida no era cierta.
2.2 La hipótesis de los coacervados
Después de los experimentos de Pasteur, se propuso que la genera- ción espontánea de vida sí podría haberse dado en las condiciones inicia- les del planeta. El científico ruso A. Oparin (1894-1980) sostenía que la aparición de la vida estuvo precedida de una evolución química. Según él, la atmósfera terrestre primitiva estaba constituida por hidrógeno (H2), agua (H2O), amoníaco (NH3), algunos hidrocarburos como el metano (CH4), etc.; no consideró que presentase dióxido de carbono. A partir de estos elementos, al enfriarse la Tierra, se originó una gran cantidad de moléculas orgánicas (de C, H, O y N) que se acumularon en la hidrosfera y constituyeron el caldo primitivo (denominado así por J. B. Haldane). Algunas de estas moléculas pequeñas (monómeros) debieron de combi- narse y formar moléculas de elevado peso molecular (polímeros), las cua- les, a su vez, se unirían espontáneamente para constituir microscópicas estructuras cerradas, llamadas coacervados, formadas por una envoltu- ra de polímeros y un medio interno que podría presentar enzimas. Los coacervados tendrían un metabolismo muy sencillo que les permitiría cre- cer y dividirse.
...