Oración a Dios Padre
Enviado por xiomayfelipe • 25 de Febrero de 2013 • Ensayo • 1.740 Palabras (7 Páginas) • 419 Visitas
1. Oración a Dios Padre
2. Consideración para cada día
3. Oración a la Santísima Virgen
4. Oración a San José
5. Aspiraciones
6. Oración al Niño Jesús
Oración a Dios Padre
Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amasteis a los hombres, que les disteis en vuestro hijo la prenda de vuestro amor para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales, os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro hijo humanado, suplicándoos por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.
(Se reza tres veces Gloria al Padre).
Oración a la Santísima Virgen
Soberana María, que por vuestras grandes virtudes y especialmente por vuestra humildad merecisteis que todo un Dios os escogiese por madre suya, os suplico que vos misma preparéis y dispongáis mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena para el nacimiento espiritual de vuestro adorado hijo. ¡Oh, dulcísima madre!, comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que lo aguardasteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.
(Se reza tres veces el Avemaría)
Oración a San José
¡Oh, Santísimo José, esposo de María y padre putativo de Jesús!, infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan soberanos misterios y os adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Os ruego, por el amor que tuvisteis al Divino Niño, me abracéis en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.
(Se reza un Padre Nuestro, un Avemaría y un Gloria)
Oración al Niño Jesús
Acordaos, ¡oh, dulcísimo Niño Jesús!, que dijisteis a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos vuestros devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado". Llenos de confianza en vos, ¡oh, Jesús!, que sois la misma verdad, venimos a exponeros toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos infinitos de vuestra encarnación y de vuestra infancia la gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a vos, ¡oh, Niño omnipotente!, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de vuestra divina promesa acogeréis y despacharéis favorablemente nuestra súplica. Amén.
Aspiraciones para la llegada del Niño Dios
Dulce Jesús mío,
mi niño adorado,
¡ven a nuestras almas!
¡ven no tardes tanto!
¡Oh Sapiencia suma
del Dios soberano,
que a infantil alcance
¡te rebajas sacro!
¡Oh, Niño Divino,
ven para enseñarnos
la prudencia que hace
verdaderos sabios!
Dulce Jesús mío,
mi niño adorado,
¡ven a nuestras almas!
¡ven no tardes tanto!
¡Oh, Adonaí potente
que, a Moisés hablando,
de Israel al pueblo
diste los mandatos!
¡Ah, ven prontamente
para rescatarnos,
y que un niño débil
muestre fuerte brazo!
Dulce Jesús mío,
mi niño adorado,
¡ven a nuestras almas!
¡ven no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada
de Jesé, que en lo alto
presentas al orbe
tu fragante nardo!
Dulcísimo Niño
que has sido llamado
lirio de los valles,
bella flor del campo.
Dulce Jesús mío,
mi niño adorado,
¡ven a nuestras almas!
¡ven no tardes tanto!
¡Llave de David
que abre al desterrado
las cerradas puertas
del regio palacio!
¡Sácanos, oh Niño,
con tu blanca mano,
de la cárcel triste
que labró el pecado!
Dulce Jesús mío,
mi niño adorado,
¡ven a nuestras almas!
¡ven no tardes tanto!
¡Oh lumbre de Oriente,
sol de eternos rayos,
que entre las tinieblas
tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso,
dicha del cristiano,
luzca la sonrisa
de tus dulces labios!
Dulce Jesús mío,
mi niño adorado,
¡ven a nuestras almas!
¡ven no tardes tanto!
¡Espejo sin mancha
Santo de los santos,
sin igual imagen
del Dios soberano!
¡Borra nuestras culpas,
salva al desterrado
y, en forma de Niño,
da al mísero amparo!
Dulce Jesús mío,
mi niño adorado,
¡ven a nuestras almas!
¡ven no tardes tanto!
¡Rey de las naciones,
Emmanuel preclaro,
de Israel anhelo
pastor del rebaño!
¡Niño que apacientas
con suave cayado
ya la oveja arisca,
ya el cordero manso!
Dulce Jesús mío,
mi niño adorado,
¡ven a nuestras almas!
¡ven no tardes tanto!
¡Ábranse los cielos
y llueva de lo alto
bienhechor rocío,
como riego santo!
¡Ven hermoso Niño,
Ven Dios humanado!
¡Luce Dios estrella,
brota, flor del campo!
Dulce Jesús mío,
mi niño adorado,
¡ven a nuestras almas!
¡ven no tardes tanto!
¡Ven, que ya María
previene sus brazos,
do su niño vean
en tiempo cercano!
¡Ven, que ya José,
con anhelo sacro,
se dispone a hacerse
...