Otras Formas Para Enseñar Y Aprender Geografía En La Práctica Escolar
Enviado por YASMINRDZ • 30 de Junio de 2011 • 6.551 Palabras (27 Páginas) • 1.840 Visitas
Otras formas para enseñar y aprender geografía en la práctica escolar
RESUMEN
En las condiciones del mundo actual emergen renovados planteamientos pedagógicos que afectan las formas de enseñar como el dictado y la clase explicativa y el aprendizaje memorístico, cuyo propósito ha sido transmitir y fijar nociones y conceptos a través de actividades como el dibujo, el calcado y la copia. En el caso de la enseñanza geográfica, además de la transmisión de conocimientos, se promueven otras opciones que facilitan interactuar con el espacio geográfico y elaborar otros conocimientos a partir de la vivencia cotidiana, al hacer uso del diálogo, de la información de los medios, la experiencia cotidiana y la investigación de la calle.
Palabras clave: Didáctica, enseñanza de la geografía, aprendizaje, prácticas escolásticas.
Other ways to teach and learn geography at school
ABSTRACT
We are currently witnessing the re-emergence of methods that affect aspects ofthe teaching-learning situation such as dictation, the teacher-centered explicative class and learning by memorization, whose aim has been to transmit and tie down notions and concepts through activities such as drawing, tracing and copying. In the case of the teaching of geography, apart from the transmission of knowledge, other options have been put forward that facilitate interaction with the subject and the development of other areas of knowledge based on aspects of our daily life, through the use of dialogue, information taken from the mass media, our day-to-day experience and field study.
Key words: Didactics, geography teaching, learning, scholastic practices.
1. INTRODUCCIÓN
En el ámbito educativo, la vigencia y permanencia de la ense ñanza tradicional se encuentra notablemente afectada por los cambios del mundo contemporáneo, en especial por la abundancia de noticias, informaciones y conocimientos que se divulgan en forma simultánea y al instante de producirse los hechos. Por eso, ya es un contrasentido que en la práctica escolar cotidiana nos aferremos a la transmisión de contenidos programáticos para ser memorizados, cuando sobre ellos hay una abundancia informativa que dificulta grabar en la mente la diversidad de datos.
Desde esta perspectiva, enseñar geografía con las bases teóricas y prácticas tradicionales es un significativo desacierto. Implica, en efecto, la existencia de una problemática que emerge al contrastar lo que ocurre en el contexto socio histórico y el desenvolvimiento de la práctica escolar desarrollada bajo postulados arcaicos, anticuados y obsoletos. Esa disonancia geográfica y pedagógica amerita de renovados principios y razonamientos para adecuarse a las impredecibles y paradójicas circunstancias del mundo global, por considerarse que constituye un problema educativo de ineludible atención.
Para tener en cuenta esa dificultad, una respuesta ha sido la reivindicación de lo cotidiano como opción para obtener el conocimiento científico, pues ello facilita el estudio de los temas geográficos en sus escenarios naturales, y da crédito a la emisión de las concepciones de los actores protagonistas de los hechos geográficos vividos. Se trata del acto de involucrarse, reflexionar y valorar los actos naturales y espontáneos desarrollados por las personas, como protagonistas de los acontecimientos diarios que ocurren en el espacio geográfico.
Inmersa en esos cambios paradigmáticos, la enseñanza de la geografía encuentra otras opciones pedagógicas que permiten involucrar la cotidianidad como espacio de indiscutible importancia en lo geográfico y pedagógico. Por tal motivo, en este trabajo se explica la problemática generada por la permanencia de la enseñanza geográfica tradicional, se expresan los fundamentos que justifican la innovación geodidáctica y se plantean las formas de enseñar y aprender geografía que pueden contribuir al mejoramiento de su calidad formativa ante lo confuso e incierto del mundo global.
2. LA PROBLEMÁTICA
El mundo contemporáneo vive una realidad de cambios interesantes en forma tan frecuente que por su expresión tan impredecible ha sido calificado de caótico, incierto y paradójico. Lo cierto es que se vive un presente donde todo parece ser tan dinámico y complejo por la rapidez y violencia como los sucesos se entrecruzan diariamente. Ya Mires (1996), asignaba a las eventuales circunstancias ocurridas en los años ochenta y noventa del siglo veinte, el calificativo de revolucionarias. Entre los rasgos para asignar ese calificativo asumió el sentido como la gente común vivía los sucesos, como si nada ocurriera, con mucha naturalidad y espontaneidad.
Asimismo, han acontecido frecuentes circunstancias calificadas de una verdadera convulsión histórica que se puede ejemplificar con la repentina desaparición de la Unión Soviética, el derrumbe del Muro de Berlín y la fragmentación de Yugoslavia. Con estos eventos históricos, lo inesperado se convirtió en situaciones comunes y erigieron a lo impensado, inadvertido e imprevisible, como rasgos habituales y donde el asombro fue limitado a su mínima expresión. Esta situación ha inducido el replanteamiento del sentido y significado de los sucesos de la vida cotidiana, antes descalificados como vulgares por su acento tan habitual, que han pasado a constituirse en temas de notable interés. El valor adquirido, según Svarzman (2000), obedece a la relevancia alcanzada por el acontecer diario, debido a su condición de escenario donde las acciones adquieren el acento de acelerados y cambiantes y además, por la enmarañada pluralidad de información que allí se renueva con impresionante velocidad habitual.
Otro aspecto que llama la atención es las pluralidades de informaciones, noticias y conocimientos difundidos en los diferentes medios, que coloca en primer plano un despliegue complejo y controversial de informaciones, signado por la sensación de una evolución de pronunciada rapidez. Son las vivencias de un apresuramiento en permanente transformación, en el cual se percibe y se siente que nada es estable y seguro, ni siquiera el conocimiento, por cierto, muy marcado por la falibilidad y la relatividad.
Lo indicado convierte en obsoleta a la acción educativa centrada en la transmisión de contenidos programáticos y, en ella, a la enseñanza de la geografía de orientación descriptiva y naturalista. Por un lado, hay abundante información que torna difícil y casi imposible que una persona domine con profundidad un campo del conocimiento y, por el otro, los contenidos geográficos, tan fragmentados, tienen inconvenientes para explicar los complicados problemas geográficos que vive la sociedad actual.
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