PAPEL DE LA ATENCIÓN FARMACÉUTICA COMUNITARIA EN EL SISTEMA DE ATENCIÓN DE LA SALUD
Enviado por olimpa • 26 de Marzo de 2015 • 3.952 Palabras (16 Páginas) • 339 Visitas
INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas los medicamentos han sufrido una marcada evolución, hasta tal punto que el trabajo del Farmacéutico ha tenido que especializarse. En la actualidad existen farmacéuticos que, integrados en equipos multidisciplinarios, investigan y desarrollan nuevas moléculas con actividad farmacológica. Otros se encargan de la elaboración de medicamentos, generalmente desde industrias farmacéuticas y otros se responsabilizan de su dispensación.
La evolución de la profesión farmacéutica se fundamenta, en la participación del Farmacéutico dentro del equipo de salud con intención de alcanzar los objetivos terapéuticos que se pretenden en cada paciente. Esta colaboración también llega a la farmacia comunitaria con la implantación del seguimiento farmacoterapéutico del paciente ambulatorio, garantizando así una asistencia sanitaria completa.
Es por ello que surge una nueva disciplina, la Atención Farmacéutica Comunitaria, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se define como “el compendio de las actitudes, los comportamientos, las inquietudes, los valores éticos, las funciones, los conocimientos, las responsabilidades y las destrezas del Farmacéutico en la dispensación y la prestación de la farmacoterapia, con el objeto de lograr resultados terapéuticos definidos en la salud y la calidad de vida de las personas que acuden a las oficinas de farmacia.
En este sentido, este proyecto tiene como finalidad analizar el papel de la atención farmacéutica comunitaria en el sistema de atención de la salud en Venezuela.
El trabajo se encuentra estructurado de la siguiente manera: planteamiento del problema, objetivos y justificación, marco teórico, metodología y conclusión Finalmente se presentan las bibliografías utilizadas en la investigación.
Planteamiento del Problema
Un servicio farmacéutico implica un compromiso con las actividades que se desarrollan para asegurar una buena salud y evitar enfermedades en la población. Cuando se trata una enfermedad, la calidad del proceso de uso del medicamento por cada persona debe asegurar el logro del mayor provecho terapéutico, evitando efectos secundarios desfavorables. Esto presupone la aceptación por parte de los farmacéuticos de una responsabilidad compartida con los otros profesionales y con los pacientes para asegurar el éxito de las farmacoterapias.
Según Martínez (2000) el mal uso de medicamentos constituye un problema sanitario de gran magnitud, puesto de manifiesto por multitud de expertos y cuya solución radica en un mejor control de la farmacoterapia, a través del seguimiento de los tratamientos farmacológicos en los pacientes, realizado por un profesional sanitario. De los profesionales sanitarios, el más adecuado para realizar este control, es el farmacéutico asistencial: el farmacéutico hospitalario mientras se encuentre el paciente hospitalizado y el farmacéutico comunitario durante el resto de la vida del paciente, las razones de la idoneidad del farmacéutico asistencial, a través del farmacéutico comunitario, se basan no sólo en su formación específica sobre medicamentos, sino además por su gran accesibilidad a los pacientes.
De igual modo, este autor señala que la legislación venezolana hace referencia a esta práctica profesional y al Farmacéutico como responsable del seguimiento de los tratamientos farmacológicos de los pacientes, obligándole a intervenir cuando se observe algún problema relacionado con los medicamentos. Todo este proceso encaminado a que los medicamentos alcancen los objetivos terapéuticos, que el Médico persigue al prescribirlos o el Farmacéutico al dispensarlos, constituye un nuevo concepto de práctica sanitaria, denominado Atención Farmacéutica y cuyo objetivo final es prevenir la morbilidad y la mortalidad debida a medicamentos, a través de una práctica profesional dirigida a asegurar una farmacoterapia apropiada, segura y efectiva para todos los pacientes
Según el Consenso sobre Atención Farmacéutica editado por el Ministerio de Sanidad y Consumo Español, en diciembre de 2001, el Farmacéutico Comunitario debe realizar, además de las actividades propias orientadas al medicamento, otras de carácter asistencial dirigidas al beneficio del paciente. Entre éstas últimas se incluyen la dispensación responsable y activa de medicamentos, la consulta o indicación farmacéutica y el seguimiento farmacoterapéutico personalizado. La dispensación activa y la consulta farmacéutica quedan dentro de la denominada Atención Farmacéutica que engloba la prevención de la enfermedad, la educación sanitaria y la cooperación con el resto de los profesionales sanitarios para conseguir los resultados que mejoren la calidad de vida de los pacientes.
Martí (2003) indica que el seguimiento farmacoterapéutico es la práctica profesional en la que el Farmacéutico se responsabiliza de las necesidades del paciente relacionados con el medicamento, mediante la detección, prevención y resolución de los problemas relacionados con los medicamentos de forma continuada y documentada en colaboración con el paciente y los demás profesionales sanitarios, para alcanzar resultados concretos que mejoren la condición fisiopatológica del paciente. La consulta farmacéutica es un aspecto muy debatido en la literatura científica cercana, tanto desde el punto de vista de modelos de informe al paciente, demandas de información de los pacientes en las farmacias, como la evaluación del conocimiento y nivel de educación sanitaria de la población.
Por su parte Pasco (2003) señala que en la evaluación de la calidad de los servicios sanitarios, la valoración del usuario resulta de capital importancia, porque proporciona información sobre el éxito del proveedor en el cumplimiento de las expectativas. En este sentido, Pasco concluye que la satisfacción del paciente es un indicador de la calidad de servicio sanitario, por tanto, con relación a la farmacia comunitaria, la valoración de la calidad asistencial debe realizarse tanto en la dispensación, como en la capacidad de satisfacer las necesidades de conocimiento del paciente y de esta manera realzar la imagen del profesional Farmacéutico.
De estos planteamientos surgen las siguientes interrogantes:
¿Qué importancia tiene para la Comunidad, la presencia del Farmacéutico en la Oficina de Farmacia?
¿Qué imagen social refleja el profesional Farmacéutico en las comunidades?
Objetivos
Objetivo General
Analizar la incidencia de la Atención Farmacéutica Comunitaria en el sistema de atención de la salud.
Objetivos Específicos
1. Determinar la importancia que tiene para la Comunidad, la presencia
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