POLINIZACION POR ANIMALES Y VERTEBRADOS CON ECTOPARÁSITOS
Enviado por lucin91 • 22 de Mayo de 2019 • Ensayo • 1.045 Palabras (5 Páginas) • 154 Visitas
POLINIZACION POR ANIMALES Y VERTEBRADOS CON ECTOPARÁSITOS
UNIVERSIDAD DEL CAUCA, FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES Y EXACTAS DE LA
EDUCACIÓN, DEPARTAMENTO DE BIOLOGÍA, ÁREA INTERACCIÓN COEVOLUTIVA DE LAS
ESPECIES. POPAYÁN – COLOMBIA
Isabel Álvarez & Yisela Quintero
Presentado a: M. Sc. María del pilar Rivas Pava
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Cualquier relación entre seres vivos que afecte selectivamente la supervivencia de los individuos de
las poblaciones implicadas en la relación puede ocasionar co-evolución, es decir una evolución
conjunta y recíproca en la cual un cambio en una población ocasiona un cambio en la otra y viceversa:
puede ser tanto la relación depredador-presa, como el mutualismo, la simbiosis o la polinización.
Existen dos ejemplos ilustrativos que nos muestran los resultados de una evolución conjunta de
especies interactuando entre si durante miles o millones de años: la polinización y el parasitismo. Pero
¿cómo dos poblaciones empiezan a evolucionar de manera conjunta para dar lugar a estos dos
ejemplos? Es una situación interesante que depende de las condiciones ambientales, la diversidad de
especies en el ambiente, las adaptaciones previas que puedan tener las poblaciones que van a
interactuar y eventos aleatorios que permitan a dos especies entrar en contacto e interactuar durante
el suficiente tiempo para que la co-evolución se presente.
Inicialmente la relación entre poblaciones que empiezan a co-evolucionar no es muy fuerte, de modo
que no se necesitan una a la otra para sobrevivir, con el tiempo en las poblaciones pueden surgir
fenotipos en ciertos individuos que les permitan interactuar mejor entre sí (o solo entre sí), como por
ejemplo la forma específica de una flor y la probóscide de una mariposa; así la relación se va tornando
cada vez más obligatoria y menos facultativa hasta que ambas poblaciones se convierten en especies
distintas con un nicho ecológico muy especializado y un destino evolutivo mutuamente ligado.
Los análisis de plantas e insectos fósiles mostraron que inicialmente las plantas eran polinizadas por
el viento, al igual que la dispersión de esporas. En el triásico ciertos grupos de insectos se adaptaron
a una nueva dieta basada en las partes vegetativas de las plantas, y posteriormente en las partes
reproductivas, en especial polen y semillas, esto puso presión evolutiva en las plantas que desemboco
en el desarrollo de mecanismos para protegerse: metabolitos secundarios tóxicos, glándulas de néctar
en las hojas para evitar el forrajeo y brácteas, conjuntos foliares modificados que protege a las
estructuras reproductivas de los predadores.
Con el tiempo las brácteas se modificaron para ofrecer recompensas florales, incorporando glándulas
de néctar, que eviten el ataque a hojas, tallos, polen y semillas. Así mismo esta estrategia no solo le
permitió a la planta evitar el forrajeo de sus órganos vegetativos y reproductivos, si no que le
proporciono un mecanismo de dispersión de polen y semillas. Ahora bien, una interacción que empezó
como una relación depredador-presa, termino en una relación de mutuo beneficio que continúa ligando
la evolución de plantas y animales con el fin de producir un mutuo beneficio para ambos.
Mientras la polinización implico para las plantas transformar a un enemigo en amigo, para los animales
el ectoparasitismo significó la transformación de una especie con la que solo se compartía el mismo
ambiente en un enemigo, que si bien en muchos casos no ocasiona la muerte, si ocasiona o puede
ocasionar muchas molestias.
Los ectoparásitos pueden haber evolucionado de ancestros de vida libre que entraron en contacto con
animales de tamaño significativamente mayor, sin que ninguno de los dos causara un perjuicio en el
otro, Y aunque esto es algo común en la naturaleza – es decir especies que solo tienen en común que
habitan
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