PREVALENCIA DE VDRL REACTIVO EN PACIENTES QUE ACUDEN AL BANCO DE SANGRE DEL HOSPITAL UNIVERSITARIO ANTONIO PATRICIO DE ALCALÁ (HUAPA), CUMANÁ, ESTADO SUCRE.
Enviado por Luis Duràn • 20 de Octubre de 2016 • Ensayo • 3.558 Palabras (15 Páginas) • 375 Visitas
UNIVERSIDAD DE ORIENTE
NÚCLEO DE SUCRE
ESCUELA DE CIENCIAS
DEPARTAMENTO DE BIOÁNALISIS
PROYECTO DE TRABAJO DE GRADO
(Modalidad: Tesis de Grado)
PREVALENCIA DE VDRL REACTIVO EN PACIENTES QUE ACUDEN AL BANCO DE SANGRE DEL HOSPITAL UNIVERSITARIO ANTONIO PATRICIO DE ALCALÁ (HUAPA), CUMANÁ, ESTADO SUCRE.
RODRIGUEZ MONTAÑO NORYS MARIANA
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Asesor (a): Yaricruz Pineda. Fecha.
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Comisión de Trabajo de Grado.
CUMANA, OCTUBRE DE 2014.
INTRODUCCIÓN
El VDRL es una prueba serológica de floculación diseñada para detectar anticuerpos antitreponémicos inespecíficos. Desde su introducción en 1946 por Harris, Rosenberg y Riedel, es la prueba preferida en la mayoría de los laboratorios por su fácil estandarización, simplicidad y reproducibilidad. Algunos la señalan como la prueba más sensible y menos especifica de las usadas en el diagnostico serológico de sífilis. (Fano et al, 2002).
En la actualidad, la seguridad de los componentes sanguíneos es un constante reto para los entes reguladores de salud pública y los bancos de sangre, teniendo en cuenta que uno de los marcadores de calidad de los bancos de sangre es la determinación de la prevalencia de agentes infecciosos tamizados durante el análisis de la sangre y entregar resultados a los donantes de la misma (Cruz et al., 2008).
Las enfermedades de transmisión sexual son un grupo diverso de infecciones causadas por diferentes organismos que se agrupan por sus características clínicas y epidemiológicas comunes. Sin embargo la transfusión sanguínea es un vehículo para la transmisión de muchas enfermedades infecciosas, por lo que actualmente hay un consenso mundial para que las unidades de sangre donadas no estén disponibles mientras no se hayan realizado pruebas serológicas, tales como Laboratorio de Investigación de Enfermedades venéreas (VDRL, por sus siglas en ingles), detección de anticuerpos de superficie para Hepatitis B (HBsAg), detección de anticuerpos contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), según la prevalencia geográfica. Ambas son un problema de salud pública a nivel nacional e internacional (De la Cruz et al, 1999; Ortega et al., 2012).
La transfusión sanguínea es un procedimiento de inmerso valor para la práctica médica actual, ya que se ha mantenido como una importante alternativa terapéutica pero cuando se efectúa sin un control adecuado puede convertirse en un medio propicio para la transmisión de infecciones, sobre todo aquellas que se encuentran latentes en el donante. Las infecciones transmisibles por transfusión son aquellas que pueden infectar a otras personas a través de donantes de sangre o hemoderivados incluyéndose el VIH, hepatitis B y C, enfermedad de chagas, sífilis, malaria, entre otras. (Suarez et al, 2007).
La sífilis es una enfermedad infectocontagiosa, endémica, con periodos asintomáticos, de evolución aguda o crónica cuyo agente causal es el Treponema pallidum, espiroqueta helicoidal que mide de 8 a 15 micrómetros de longitud. Si no es tratada, esta infección progresa a través de tres (3) fases y se puede prolongar durante muchos años. Dicha enfermedad es considerada de declaración obligatoria, siendo su principal mecanismo de transmisión el contacto sexual sin protección, seguido de accidentes ocupacionales, transfusiones sanguíneas y durante el periodo gestacional puede ser congénita o adquirida. (Quattordio et al, 2004; Montiel et al, 2008).
Se ha demostrado que el Treponema pallidum no sobrevive a la temperatura del refrigerador más allá de siete (7) horas, por el contrario, el peligro de transmisión de la sífilis existe cuando se transfunde sangre recién extraída. (Suarez et al, 2007).
En el laboratorio se utilizan diversos métodos directos e indirectos, con distintos grados de sensibilidad, especificidad y complejidad. Los métodos directos permiten el aislamiento del microorganismo en el laboratorio a través de cultivos. No obstante los métodos indirectos están formados por dos (2) grandes grupos: pruebas no treponémicas y pruebas treponémicas, ambos grupos tienen características distintas que los hacen útiles para diferentes propósitos. Estos grupos son complementarios, no mutamente excluyente. Las pruebas no treponémicas son muy útiles como estudios de tamizado. Las pruebas treponémicas deben reservarse como estudios confirmados cuando una prueba no treponémicas es positiva o cuando la sospecha clínica de sífilis es alta, a pesar que la prueba no treponémicas sea no reactiva. Cuando estas pruebas se realizan en el laboratorio, es indispensable que se consulte y se siga exactamente el manual o las instrucciones del fabricante. (Montiel et al, 2008; Koneman et al, 2008).
Las pruebas llamadas no treponémicas utilizan los anticuerpos contra un lípido tisular, llamado cardiolipina que se produce como un subproducto de la infección treponémicas. La asociación se reconoció a principios del siglo pasado, cuando se crearon diversas pruebas de fijación del complemento. Los procedimientos actuales son predominantes pruebas de floculación. Usan cardiolipina en forma de complejo con colesterol y lactina. Los procedimientos actuales son las pruebas de VDRL, Pruebas Rápidas de Reaginas Plasmáticas (RPR), Prueba de Reagina en suero no calentado (USR, según siglas en inglés.), prueba de detección de reaginas (RST). (Koneman et al, 2008).
Las pruebas no treponemicas tienen una sensibilidad del 70- 90%, según el estadio de la enfermedad. Las pruebas pueden no ser positivas en la sífilis primaria por lo que debe repetirse después de una semana, un mes y tres meses si se obtiene un resultado negativo en un paciente con presunta sífilis. La sensibilidad de esta prueba es cercana al 100% durante la fase secundaria de la enfermedad. (Koneman et al, 2008)
Las pruebas no treponémicas son afectadas por el tratamiento antitreponemico, como resultado, son útiles para seguir la progresión de la enfermedad y la respuesta del tratamiento. Los resultados de cualquier prueba positiva deber ser titulados hasta una dilución de punto final. Además, el suero de los pacientes con grandes cantidades de anticuerpos puede producir un fenómeno de prozona. Cuando ocurre este fenómeno, las concentraciones relativas de anticuerpo y antígeno no está en equilibrio y la precipitación o la floculación no tiene lugar. La existencia de un fenómeno de prozona a menudo produce un aspecto “rugoso” del antígeno no floculado. Cualquier suero que produzca este aspecto rugoso debe ser titulado. Además, el suero debe ser diluido y probado nuevamente si la sospecha clínica de que un paciente con resultados negativos de la prueba de sífilis es fuerte. En la población general, la frecuencia de reacciones de prozona es tan baja que la dilución rutinaria del suero no es eficaz en relación con los costos. Estas pruebas no pueden usarse para diagnosticar la sífilis tardía, sobre todo si está tratada, porque el titulo de anticuerpos disminuirá por ultimo a niveles no detectados. (Koneman et al, 2008)
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