Penicilina
Enviado por milenucha • 27 de Julio de 2013 • 695 Palabras (3 Páginas) • 321 Visitas
Como adelanta el título, se trata de la historia de una niña, la susodicha Maritrini, que ha decidido ser escritora. Su prima Elena, que estudia en la universidad y es la única persona a quien se lo ha dicho, le sugirió que escribiese un libro para niños. Pero Maritrini, con muchísima pena, descartó la idea por considerar que no es la más acertada. Su argumento es muy juicioso: \"¿Cuándo has oído hablar de un escritor de libros para niños que sea famoso? Bueno… los de antes, pero esos ya están muertos\". Así que como las autoras más famosas publican libros de recetas de cocina (ahí tienen a la mexicana Laura Esquivel, cuya novela Como agua para chocolate se vendió como rosquillas, y a nuestra Zoe Valdés, que le copió ese recurso en Te di la vida entera: el comentario, aclaro, es mío, no de Maritrini), determinó que ella también iba a aceptar ese reto, aunque confiesa con sinceridad que no sabe qué pueden tener en común una buena novela y las distintas maneras de cocinar el pollo. Eso sí, las recetas que Maritrini va a emplear no son las de cualquier ama de casa, sino las de su abuela paterna. Es ésta una señora muy especial, que está divorciada, se tiñe el pelo de rubio rojizo, fuma cigarrillos, lee revistas de artistas, habla alto, gesticula mucho, se viste con grandes escotes y obliga a sus nietos a que la llamen \"tía\". En resumen, una abuela bien distinta a esas ancianitas bondadosas y buenas de las películas, que se dedican a tejer o a estar enfermas.
Lo primero que Maritrini necesita para empezar a escribir su novela es un cuaderno. Va a buscarlo a la destartalada y sucísima tienda del señor Pérez Gil, un hombre que según ella apesta a chivo. Y como esto exige una explicación, aquí les copio la que da la propia Maritrini: \"Para apestar a chivo se debe usar un pantalón que nunca se haya lavado, una camiseta con manchas de mayonesa, sudor, salsa de tomate, aceite de bacalao y orines de mono\". Pues eso. Como Maritrini no tenía con qué pagar el cuaderno, se vio obligada a decir una mentirilla: su mamá se lo pagaría ese mismo día por la tarde. El tal señor Pérez Gil era famoso por su usura, de modo que Maritrini se las ve y se las desea para tratar de conseguir la suma antes de que el comerciante vaya a ver a sus padres para reclamarle el pago del cuaderno que le adeuda su hija. Los apuros y peripecias que pasa la pobre chica constituyen el núcleo argumental de la novela de Cabrera Delgado, que cuenta, como es de rigor, muchas más cosas.
Están, en primer lugar, las recetas de la abuela, quiero decir, la \"tía\" de Maritrini. Aquí menciono algunas de las incluidas en el libro: revoltillo natural, bistec frito, rollitos de jamón, Korea\'s rice, puré de papa, sopa polaca... Lo interesante de casi todas no es el plato en sí, sino la forma de prepararlo y presentarlo. Para el revoltillo, por ejemplo, se toman los
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