Porque estudiar historia en la universidad

Porque estudiar historia en la universidad

El “porqué es importante estudiar historia” es un problema que pasa por la mente de la mayoría de los estudiantes, sobre todo los universitarios, pues consideran que el estudio de la historia es una pérdida de tiempo y que no aporta nada a su desarrollo profesional. Es por ello que el objetivo del siguiente ensayo es demostrar la importancia que tiene este curso en el desarrollo profesional de los jóvenes del país. Estudiar historia es valioso porque como futuros profesionales y actores principales de la vida política y económica de la nación, evitar repetir los errores del pasado y conservar los aciertos para sobre ellos construir, consideramos que es una obligación personal de cada uno de los que estudiamos en esta gran universidad.

Una de las razones más importantes del porque se debe estudiar historia en la universidad es el hecho de que nos permite aprender a pensar, ya que nos capacita para hacernos preguntas y extraer conclusiones acerca de los hechos que ocurrieron en nuestro pasado, tanto favorables como perjudiciales para la humanidad, y preguntarnos acerca de lo que haríamos si estos hechos ocurrieran en el presente. Además de los hechos la historia también nos permite, en la medida de lo posible, juzgar y reflexionar acerca de las decisiones que otras personas tomaron en el pasado y que afectaron a miles de personas. Un ejemplo de esto es lo que la historia nos ha enseñado acerca del terrorismo en el Perú, todo el daño que le causó a nuestro país y todas las vidas que cobró. Este conocimiento nos ayuda a tener un pensamiento crítico acerca de los grupos terroristas y a no dejarnos convencer ni manipular por los discursos y promesas que recitan sus integrantes para tratar de captar la atención de los jóvenes en edad universitaria o de aquellos a los que puedan utilizar para lograr sus intereses.

La historia nos permite evitar repetir los errores del pasado, como sucede en nuestro país inmerso en la corrupción desde hace décadas, no hemos aprendido la lección. Se nos juzga a los peruanos como desmemoriados, puesto que elegimos o reelegimos a personas que han hecho gala de una falta de ética y responsabilidad por el país. Sobre todo los más jóvenes son los que se dejan seducir por las promesas de estos políticos infames. Difundir la historia en las escuelas y en la educación superior permitiría tener siempre presente los delitos cometidos por nuestros anteriores representantes tanto a nivel de la presidencia de la república como del congreso. Es increíble el nivel de impunidad de algunos personajes. Tal es el caso de Alan García, que habiendo dejado el país en la bancarrota total, y habiendo estado prófugo del Perú fue reelegido. Si bien su segundo gobierno no fue tan catastrófico como el primero, consideramos que no debería habérsele dado esa segunda oportunidad. El caso de Odebrecht en el que están implicados todos nuestros políticos es también otra señal de lo desmemoriados que somos.

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