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HISTORIA UNIVERSIDAD DISTRITAL


Enviado por   •  27 de Junio de 2012  •  3.284 Palabras (14 Páginas)  •  1.168 Visitas

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HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS Y SUS APORTES A LA CIUDAD DE BOGOTA Y AL PAIS

La Universidad Distrital Francisco José de Caldas fue fundada en el año de 1948, por iniciativa del presbítero Daniel de Caicedo quien además, fue su primer rector.

En el acta de fundación de la Universidad Municipal de Bogotá, como así se llamó, se dice que era una Universidad creada por el Concejo de Bogotá, para darles educación a los jóvenes más pobres de la ciudad. La Universidad aún mantiene este signo y busca garantizar el acceso de las capas menos favorecidas con lo cual ascienden a la escala social de valores como una forma de justicia y equidad social.

La Universidad Distrital a partir de 1950 bajo la iniciativa del presbítero Daniel de Caicedo, su primer rector, apareció con el nombre de Universidad Municipal de Bogotá, para educar a los jóvenes de escasos recursos económicos de la ciudad y crea sus primeras carreras orientadas a solucionar problemas de la ciudad, éstas eran radiotécnica y topografía que con el tiempo se convertirían en Ingeniería Electrónica, Ingeniería Topográfica e Ingeniería Catastral y Geodesia. También existió una carrera asociada al cuidado ambiental, más tarde Ingeniería Forestal.

La Universidad tuvo su primera sede donde hoy se ubica el Museo de Desarrollo Urbano, frente al Palacio Liévano y el Capitolio Nacional de Colombia, en el centro histórico de Bogotá. En 1957 cambió su nombre a Universidad Distrital Francisco José de Caldas, adquiriendo carácter de universidad del Estado, cuando Bogotá se convirtió en Distrito Especial, tras los incidentes del Bogotazo que darían origen a la época conocida como La Violencia.

La diversificación curricular que vivió Colombia durante las décadas de los años 60 y 70, se reflejo allí mediante la creación de nuevos programas en el campo de la ingeniería (industrial y catastral); sin embargo, en las últimas décadas, la oferta de programas se amplió al campo de la formación de educadores mediante la creación de las licenciaturas (física, matemáticas, química, biología, ciencias sociales, español-ingles, lingüística, literatura y básica primaria)

De manera paralela al anterior desarrollo académico se fue consolidando un factor de identificación institucional asociado a la presencia del conflicto como categoría de acción política en su interior resultante de la confluencia de intereses ajenos al etnos académico, lo cual sumado a un exacerbado gremialismo, luchas de poderes entre los grupos de docentes y el tratamiento de orden público a los comportamientos y manifestaciones estudiantiles llevaron a que en los inicios de la década de los años ochenta fuera cerrada y afectada por una fuerte reforma, con la pretensión de redimensionar su gestión en los dos componentes básicos académico y administrativo.

En efecto, la colisión de los factores mencionados, en el marco decreto/ ley de 80 de 1980, tomo tal dimensión que degenero en una extrema situación de ingobernabilidad institucional, manifiesta en dificultades de orden presupuestal, administrativo, académico, curricular y de infraestructura, además de otros conflictos inherentes a la administración pública capitalina, así lo anota el rector de la época al hacer un balance sobre la situación algunos años después:

“Desde el punto de vista financiero su subsistencia parecía imposible de garantizar. En el aspecto administrativo y académico se había llegado a los máximos extremos, a tal punto, que ni siquiera era posible determinar el número de estudiantes que se encontraban estudiando cursos regulares. Los currículos estaban sobrecargados de tal manera que no era posible que carreras diseñadas para cinco años pudieran cursarse en condiciones normales en menos de siete años. Ya no existía equipamiento ni laboratorios mínimos para el desarrollo de ninguna área básica. Las instalaciones físicas estaban en el peor grado de deterioro, además de encontrarse dispersas en todos los extremos de la ciudad, lo cual no permitía la integración académica ni el control administrativo. La crisis se extendía a la reglamentación vigente, al desempeño académico de muchos de los docentes, a la polarización política de los profesores, a la prevalencia del clientelismo como criterio de admisión de maestros, administradores y estudiantes”.

Aunque la transformación, por vía normativa, pretendía llamar la atención sobre la necesidad de cumplir de manera pertinente con la responsabilidad académica, la continua y exagerada dependencia política con la administración Distrital, respaldada por los grupos de poder, no pudo afectar significantemente la cultura institucional; de esta manera, se vio abocada, en sucesivos procesos con mediación electoral, a similares transformaciones mediante la expedición de nuevas reglamentaciones circunscritas al interés particular de quienes se encontraban en la orientación y administración de la universidad; de allí que la situación no variara sustancialmente y con la intención de un cambio estructural, en 1988, se realizo un nuevo reordenamiento de la reglamentación académica y administrativa, intentando acabar los llamados feudos académicos, administrativos y locativos reconstituidos hasta ese momento; aspirando a “generar una nueva estructura universitaria para alcanzar el desarrollo institucional y proyección científica y cultural.

A mediados de los años 1970, la Universidad obtiene su primer predio donde hoy se encuentra el centro administrativo y la Facultad de Ingeniería. En 1980 se abre el nuevo edificio ubicado en el barrio La Macarena al este de la ciudad, donde se ha establecido la Facultad de Ciencias y Educación, en 1994 surgen la Facultad Tecnológica y la Facultad de Medioambiente y Recursos Naturales.

En 1999 se integró a la Universidad la Academia Superior de Artes de Bogotá (ASAB), creándose así la Facultad de Artes. En el futuro ésta facultad se integrará con la sede administrativa, al tiempo que se realizarán mejoras estructurales a las sedes existentes e inversiones adicionales.

Para el nuevo siglo, la Universidad Distrital Francisco José de Caldas proyecta la construcción de dos nuevas sedes que se ubicarán en la Localidad de Bosa con el proyecto denominado Ciudadela Educativa el Porvenir en donde se desarrollarán los programas académicos de la Facultad de Medio ambiente; también se construirá en la Localidad de Puente Aranda en el predio Aduanilla de Paiba su centralidad administrativa, la Nueva Facultad de Artes, el edificio de Postgrados, Centro de Investigaciones y la Biblioteca central de la Universidad Distrital.

Años antes, se observaba en el ambiente nacional el afán y la urgencia de industrializar al país, en donde las misiones extranjeras fueron

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