Post seminario socratico

        Actividad Post-Seminario I

Sería menos complicado justificar algo por su contrario, en este sentido, establecer el marco de referencia por aquello que está fuera del marco. Entender que “Huir del escepticismo” no es acercarse más a algo sino, por el contrario, escabullirse y abandonar lo que el autor denomina “la muerte del pensamiento”. No es retroceder a la desconfianza, más bien, dar un paso hacia la fe. Por otro lado, existe la tentativa de demostrar la validez del título por lo que se habla en el cuerpo del texto pues, precisamente, es lo que el autor desarrolla en las páginas que se siguen en el apartado, lo que lo determina por esencia. En último lugar, se puede aseverar la validez del encabezado por la labor interpretativa del escrito. Mediante el contexto de recepción, donde las personas emiten un juicio valorativo y crítico acerca de la obra, se establecen las directrices de la obra.

En primer lugar, es posible tantear el propósito que tiene el literato al leer el primer capítulo del libro. Aquí notamos que Christopher Derrick “polemiza con el Relativismo” (página 16), si entendemos como Relativismo como: “Teoría que niega el carácter absoluto del conocimiento al hacerlo depender del sujeto que conoce” (RAE). De esta forma, Derrick toma una postura, y lo demuestra con el aislado ejemplo del college, donde él ejerce la docencia, y que lo ha impactado significativamente por ser una de las pocas entidades educativas que busca el conocimiento de la verdad y enriquecer la cultura, con personas que sean “capaces de abrirse a lo valioso” (página 6). Sin embargo, la Educación Occidental actual es con lo que Derrick no está de acuerdo, pues ésta ensalza los valores del escepticismo y el relativismo. Por el contrario, afirma que el antídoto contra esta crisis educativa es instaurar lo que llama una “Educación Liberal”, que podría minar lo que el escepticismo ha hecho con las universidades… “centros de escepticismo, desesperación y desamor” (página 28).

En segundo lugar, es importantísima la labor que cumplen los lectores críticos,  que junto con la labor académica elaboran juicios críticos acerca de la sección en cuestión. Aquí se hace referencia al Seminario Socrático del miércoles 10 de agosto del año 2016, en la Universidad Los Andes, curso Pensamiento Crítico II, a cargo de la profesora Ángela Novoa. Se hicieron 4 preguntas, y la que se quiere hacer referencia es a la número 3, pues tiene estricta relación con lo que el autor afirma, esta es: “En la Universidad ¿Cuáles considera ud. Que son las fuentes del conocimiento?”. Aquí son dos las personas a las que se hará referencia, Jacinta Durán e Isidora Ponce. La primera, afirma que las fuentes del conocimiento, si bien son los profesores y académicos que tienen la información teórica, también son los estudiantes los que completan y/o complementan este conocimiento, pues el conocimiento es teórico y práctico, con énfasis en la labor del estudiante para ser receptor y actor de este conocimiento. La segunda, extendía la respuesta aseverando que el conocimiento no sólo se encontraba en la Universidad, sino en todos los lugares, pues cada lugar tiene un conocimiento no necesariamente académico, donde se practica el ejercicio cognoscitivo efectivo, pues se entrega conocimiento y se practica el tal. Ambas se acercan a lo que Derrick describe como el desarrollo que debe tener el estudiante, y también a la labor que debiera tener la Universidad como institución formativa de personas, y no de números.

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