Pre-Romanticismo y Romanticismo
Enviado por teremeana • 19 de Noviembre de 2014 • Trabajo • 3.948 Palabras (16 Páginas) • 377 Visitas
Teoría de la Literatura – Manuel de Aguiar e Silva
Pre-Romanticismo y Romanticismo
n el siglo XVIII, en el que confluyen corrientes barrocas tardías y corrientes neoclásicas o arcádicas, se desarrolla el llamado estilo rococó e irrumpe el pre-romanticismo. Rococó es un concepto originario de las artes plásticas. Caracteres más relevantes:
• Recusación de lo sublime
• Visión trágica de la vida
• Gusto por la naturaleza sencilla y tranquila
• Concepción de vida como un sueño de felicidad
• Valorización de la intimidad tanto en el arte como en la vida
• Preciosismo estilístico, graciosidad.
• Afectación sentimental, erotismo refinado.
• Velada melancolía que se trasluce bajo las sonrisas de las fiestas, etc.
Pre-romanticismo no constituye sólo una preparación del romanticismo sino que constituye un movimiento literario con rasgos propios. Si bien no tiene la homogeneidad de una escuela literaria ni presenta un cuerpo sistemático de doctrinas, es innegable que desde mediados del siglo XVIII se manifiestan, en las principales literaturas europeas nuevos conceptos estéticos, nueva temática y sensibilidad que, a pesar de sus divergencias, presentan entre sí afinidades y paralelismos evidentes.
Característica fundamental de la literatura pre-romántica es la valorización del sentimiento. El corazón triunfa del racionalismo y se transforma en la fuente por excelencia de los valores humanos. Sensibilidad es el más legítimo título de nobleza de las almas y bondad y virtud son tomados como atributos naturales de las almas sensibles. Vida moral pasa a ser regida por el sentimiento y los derechos del corazón se sobreponen a las exigencias de las normas jurídicas o éticas impuestas desde el exterior.
Sensibilidad pre-romántica presenta con frecuencia un carácter tierno y tranquilo, sin embargo otras veces esta melancolía cede paso a la desesperación y a la angustia, complaciéndose el poeta en visiones lúgubres y paisajes nocturnos, agrestes y solitarios.
La poesía de la noche y las tumbas (originaria de la literatura inglesa) que tuvo gran boga en el pre-romanticismo europeo, ha de exacerbarse en los románticos. Sentimiento de naturaleza y paisaje constituye otro rasgo importante de literatura pre-romántica. Hay una nueva visión del paisaje: entre la naturaleza y el yo se establecen relaciones afectivas; el escritor extiende sobre todas las cosas el velo de sus emociones y de sus sueños. En esta literatura se observa un fuerte declive de las influencias greco-latinas y distanciamiento de los cánones estéticos del clasicismo.
Shakeaspeare Constituye el más importante modelo del pre-romanticismo europeo, como también los poemas de Ossian, Noches de Young, entre otros.
Romanticismo
Vocablo romántico presenta una historia compleja. Desde el siglo XVII, cuando designaba primero la lengua vulgar y luego también cierta especia de composición literaria escrita en lengua vulgar, pasó a designar, a mediados de ese mismo siglo, el carácter fantástico y novelesco de algunos poemas y a fines del XVII, llegó a significar quimérico, ridículo y absurdo. En la ilustración el vocablo romántico designa todo lo que es producto de la imaginación desordenada, pero junto a este significado peyorativo, romántico en el siglo XVIII pasa a designar lo que agrada a la imaginación, lo que despierta el ensueño y la emoción del alma. En esta acepción, el término pasa a expresar los aspectos melancólicos y agrestes de la naturaleza.
Según Thomas Warton (1774), el término romántico designa la literatura medieval y parte de la renacentista, una literatura que se aparta de las normas y convenciones vigentes en la literatura greco-latina y el neoclasicismo.
Fiedrich Schlegel asegura que “la universalidad de Shakespeare es como el punto central del arte romántico”. Al lado de este concepto histórico aparece a principios del siglo XIX, un concepto tipológico de romanticismo corporizado en la oposición clásico-romántico. La célebre afirmación de Goethe: “lo clásico es la salud, y lo romántico la enfermedad”, expresa también una concepción tipológica del romanticismo, oponiendo el equilibro y el desequilibro, la serenidad y la agitación, etc.
Alemania 1798, los escritores del grupo Heidelberg (arnim, Brentano y Görres) fueron los primeros en adoptar para sí mismos la designación de románticos.
En todos los movimientos románticos nacionales se revelan algunos principios básicos que permanecen constantes y confieren unidad sustancial al período romántico. Estos principios proceden de otro más general, que constituye el fundamento primario de toda la estética y de toda la psicología románticas: una nueva concepción del Yo. La concepción del Yo elaborada por la filosofía idealista germana (Fichte y Schelling) constituye uno de los elementos dorsales del romanticismo alemán y, de manera difusa, de todo el romanticismo europeo. Yo: realidad primordial y absoluta, del mismo modo que la conciencia de sí mismo representa “el principio absoluto de todo saber”. Yo fichteano se afirma a sí mismo, revelándose como absoluto; es una actividad pura, no presupone un objeto para realizarse sino que lo crea en el acto mismo de realizarse. Yo es simultáneamente agente y producto de la acción, naturaleza doble. Actividad pura del Yo se define como la infinitud del Yo.
La teoría fichteana del Yo absoluto influyó profundamente sobre la concepción romántica del yo y del universo, pues los románticos, interpretando erróneamente el pensamiento de Fichte, identificaron el Yo puro con el yo del individuo, con el genio individual y transfirieron a éste la dinámica de aquél. El espíritu humano, para los románticos, constituye una entidad dotada de actividad que tiene al infinito, aspira a romper los límites en una búsqueda incesante del absoluto, aunque éste permanezca siempre como meta inalcanzable.
Energía infinita del yo y ansia del absoluto por un lado; imposibilidad de trascender de manera total lo finito y contingente por otro, esos son los grandes polos entre los que se despliega el yo romántico.
El mundo romántico está radicalmente abierto a lo sobrenatural y al misterio; la realidad auténtica no es perceptible a los sentidos. El verdadero conocimiento exige que el hombre desvíe su mirada de todo cuanto le rodea y descienda adentro de sí mismo, donde mora la verdad. Según Shlegel, la esencia de la poesía romántica reside en su perpetua insatisfacción; el carácter específico del arte romántico consiste “en no poder alcanzar jamás la perfección, en ser siempre y tornarse eternamente nueva”.
Los personajes románticos se sienten atraídos por un anhelo indefinible, persiguen
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