Principios Del Derecho Tributario
Enviado por 06cris • 23 de Julio de 2012 • 4.166 Palabras (17 Páginas) • 916 Visitas
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE ADAM SMITH
DERECHO FISCAL
INDICE
1.- INTRODUCCIÓN
2.- BIOGRAFIA
3.- PRINCIPIOS DOCTRINARIOS DE ADAM SMITH
3.1.- Principio de Justicia o Proporcionalidad
3.2.- Principio de Certidumbre o Certeza
3.3.- Principio de Comodidad
3.4.- Principio de economía
4.- BIBLIOGRAFIA
1.- INTRODUCCION
5 de junio de 1723 – 17 de julio de 1790
“Adam Smith ocupa un lugar tan importante en la historia de la
economía política que el marinero prudente duda en emprender un viaje por tan inmenso océano”
- Alexander Gray -
La vida de Adam Smith fue decisiva en el desarrollo de las ideas económicas. Aunque Smith es el primero del grupo de autores que se conocen con el nombre de economistas clásicos, el fin del mercantilismo inglés y el comienzo del clasicismo se produjeron en un dilatado periodo de tiempo.
La principal obra de Smith es “La Riqueza De Las Naciones” (“An Inquiry into The Nature and Causes of The Wealth of Nations) de 1776. Otras dos importantes fuentes de sus ideas son su libro anterior, The Theory of Moral Sentiments de 1759, y las clases que impartió en la Universidad de Glasgow. Desgraciadamente, los manuscritos de sus clases se destruyeron y no fue hasta 1895 cuando se descubrió uno que contenía los apuntes tomados en 1763 por uno de sus discípulos. Estos apuntes se han publicado con el título de “Lectures on Justice, Police, Revenue, and Arms”.
2.- BIOGRAFÍA
Smith pasó la mayor parte de su vida en Escocia y, sobre todo, en Kirkcaldy, pequeña villa de mil quinientos habitantes donde había nacido, cercana a Edimburgo, al otro lado del Firth of Forth, y a la que volvió para trabajar en la riqueza de las naciones, vivió también en Glasgow donde residían entonces unas veintitrés mil personas y, hacia el final de su vida, en Edimburgo como comisario de aduanas. Las circunstancias de su vida están pronto contadas. Nació a los pocos meses de la muerte de su padre, inspector de aduanas que se había casado con la hija de un acomodado terrateniente.
Estuvo siempre muy unido a su madre con la que formó un hogar durante largos periodos de su vida, el joven Smith ingresó en el Glasgow College y tuvo la buena fortuna de disfrutar del contacto con un gran maestro Francis Hutcheson,, profesor de filosofía moral, cuya cátedra había de ocupar él mismo algún tiempo después . A los diecisiete años, viajó a Oxford a caballo y permaneció allí seis años con una beca. La enseñanza que recibió en Oxford era rutinaria y si algo aprendió allí fue como resultado de sus lecturas independientes. En 1748 a la edad de 25 años empezó a dar conferencias en Edimburgo, sobre retórica, literatura, política, y jurisprudencia. Atrajo grandes audiencias y en 1750 fue elegido para dar la cátedra de lógica del Glasgow College, que había quedado vacante.
Estuvo en ella sólo durante un año y en 1752 fue llevado a la cátedra de filosofía moral, mejor retribuida, con cuya transferencia abrió camino a la candidatura de Humé a la cátedra de lógica, candidatura que fue rechazada. Por compartir conocimientos llegaron a ser muy amigos hasta la muerte de Humé en 1776. En 1759 publicó su primer libro, La Teoría de los Sentimientos Morales, este libro extendió la fama de Smith y le proporcionó el empleo de tutor de un joven de la nobleza. Este empleo le hizo renunciar a la cátedra, resultó muy satisfactorio tanto para el tutor como para su discípulo. En 1764 comenzó a escribir un libro para matar el tiempo, dicho libro había de ser la futura Riqueza De Las Naciones, que completó doce años más tarde tras retirarse a Kirkcaldy y tras haber residido en Londres durante unos pocos años.
Los deberes de Smith como tutor terminaron con éxito en 1766 y pudo así dedicar los diez años siguientes a completar su obra maestra. Lejos de la confusión del mundo, pasó unos largos y solitarios años dedicado a la reflexión y a la meditación.
El trabajo tuvo un éxito inmediato. En vida de Smith se publicaron cinco ediciones, sin contar las ediciones irlandesas y americanas y las traducciones al francés, alemán, danés e italiano. En 1778, el duque de Buccleuch, orgulloso del que en otro tiempo fuera su tutor, le proporcionó el puesto de comisario de aduanas en Edimburgo, en el que Smith permaneció los doce años que le quedaban de vida. Smith consideraba que dicho puesto era «cómodo y honroso», «aunque requiere de mucha asiduidad». En 1790, una semana antes de morir, insistió en que se quemaran dieciséis volúmenes de sus manuscritos. Unos pocos Ensayos sobre temas filosóficos fueron los únicos que pudieron escapar a la destrucción y fueron publicados posteriormente por los albaceas literarios de Smith. La variedad de temas que se tratan en estos ensayos atestiguan la amplitud de las inquietudes intelectuales de Smith, que cubría todos los demás desde la teoría de la astronomía, hasta la «afinidad existente entre ciertos versos ingleses e italianos».
La riqueza de las naciones. Publicada en 1776, está considerada como el fundamento de la economía moderna, porque defiende el principio de división del trabajo y libertad de comercio. Smith pensaba que la satisfacción del propio interés individual, limitado por el de los demás, es el mejor medio para conseguir el mayor beneficio para el mayor número de gente. Sin embargo, Smith apoyó la intervención del Estado en materia de justicia, educación, salud y todas aquellas empresas que la iniciativa privada fuese incapaz de abordar.
3.- PRINCIPIOS DOCTRINARIOS DE ADAM SMITH
Los principios tributarios nacen con el objeto de regular la relación jurídico tributaria. De manera que su función consiste en delimitar el marco de actuación, tanto del sujeto activo, como del sujeto pasivo. Para que verdaderamente exista certeza sobre los alcances de la potestad tributaria. Esto a través del establecimiento de los derechos y las obligaciones, que correlativamente surgen entre el Estado y los contribuyentes. Así el papel que desempeñan estos principios, no es otro, que el de límites al poder tributario del Estado.
Sin embargo, para asegurar la real efectividad de dichos principios, se deberán establecer en un régimen jurídico específico. En este caso, en la Constitución, por ser considerada la ley de más alto rango según la teoría de jerarquía de leyes. Es decir, que para cumplir con su finalidad deberán convertirse
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