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Problema Ambiental


Enviado por   •  31 de Enero de 2014  •  6.796 Palabras (28 Páginas)  •  255 Visitas

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INTRODUCCION

La preocupación y sensibilidad por el medio ambiente se ha generalizado, a partir de la segunda mitad del siglo pasado, en paralelo y al mismo ritmo que se ha constatado la insostenibilidad de nuestro modelo de crecimiento económico, basado en un consumo de recursos naturales no renovables, modelo que lleva aparejado una agresiva y destructiva relación con nuestro medio natural: desforestación, pérdida de la biodiversidad, esquilmación de recursos naturales, daños a la capa de ozono, contaminación de suelo, aire y agua, reducción de las masas de hielo, cambio climático, etc. Los daños y alteraciones del medio ambiente no son meras hipótesis lanzadas por algunos románticos de una naturaleza perdida, sino evidencias científicamente constatadas, en la presente investigación se hará una crítica a el papel que desempeña el capitalismo en el deterioro ambiental y que se ha hecho para atacar el problema.

IMPERIALISMO ECOLÓGICO EL INTERMINABLE SAQUEO DE LA NATURALEZA Y DE LOS PARIAS DEL SUR DEL MUNDO

En los actuales momentos de expansión imperialista hasta el último rincón del planeta, ocurre una acelerada destrucción de los ecosistemas y una drástica reducción de la biodiversidad. Es un resultado directo de la generalización del capitalismo, de la apertura incondicional de los países a las multinacionales, de la conversión en mercancía de los productos de origen natural, de la competencia desaforada entre los países por situarse ventajosamente en el mercado exportador, de la caída de precios de las materias primas procedentes del mundo periférico, de la reprimarización de las economías, en fin, de la lógica inherente al capitalismo de acumular a costa de la destrucción de los seres humanos y de la naturaleza.

El capitalismo es una relación profundamente desigual y el gran desarrollo productivo y la capacidad de consumo se concentran en los países centrales (Estados Unidos, la Unión Europea y Japón), donde se producen también millones de toneladas de desperdicios. No otra cosa son los automóviles, teléfonos, televisores, neveras, pilas… que, rápidamente inservibles, van a parar a la basura... y a los países pobres considerados receptáculo de las deyecciones que origina el consumo desenfrenado de los opulentos del Norte. Según el ecologista Barry Commoner, el planeta está dividido en dos: El hemisferio norte contiene la mayor parte de la moderna tecnosfera, sus fábricas, plantas de energía eléctrica, vehículos automóviles y plantas petroquímicas y la riqueza que la misma genera. El hemisferio sur contiene la mayor parte de la gente, casi toda es esperadamente pobre. El resultado de esta división es una dolorosa ironía global: los países pobres del sur, a pesar de estar privados de una parte equitativa de la riqueza mundial, sufren los riesgos ambientales generados por la creación de esta riqueza en el Norte. Todas esas acciones son mecanismos propios de la dominación imperialista, las cuales generan resistencias por parte de los explotados y oprimidos del orbe enfrentando los crímenes ambientales que están destruyendo nuestra madre tierra y poniendo en peligro la supervivencia de nuestra especie. Para que el asunto no quede en enunciación retórica, deben precisarse las principales características del imperialismo ecológico, a fin de entender las novedosas formas asumidas por el imperialismo contemporáneo: es lo que intentamos hacer en este ensayo.

1. Destrucción acelerada de ecosistemas en los países dominados

La noción de ecosistemas ayuda a entender la magnitud de los problemas ambientales que hoy padecemos, en la medida en que su destrucción se constituye en la principal manifestación de la inviabilidad ambiental del modo de producción capitalista.

Los ecosistemas reportan beneficios directos e indirectos a los seres humanos. Entre los directos se destacan la obtención de plantas y animales como alimentos y materias primas o como recursos genéticos y los indirectos toman la forma de servicios como control de la erosión, almacenamiento de agua por parte de plantas y microorganismos o la polinización por dispersión de semillas por insectos, aves y mamíferos.

Los ecosistemas tal y como los conocemos en la actualidad han evolucionado durante millones de años y no pueden ser sustituidos ni recuperados por procedimientos tecnológicos. La desaparición de cualquier ecosistema supone eliminar posibilidades de subsistencia para los seres humanos por la sencilla razón de que "los ecosistemas hacen que la Tierra sea habitable purificando el aire y el agua, manteniendo la biodiversidad, descomponiendo y dando lugar al ciclo de nutrientes y proporcionándonos todo un abanico de funciones críticas".

En términos económicos inmediatos, el aprovechamiento de las riquezas naturales es una base de subsistencia y de empleo, sobre todo en los países del sur, puesto que la agricultura, la explotación forestal y la pesca generan uno de cada dos empleos que existen en el mundo y, además, en todo el planeta las actividades relacionadas con la madera, los productos agrícolas y el pescado son más importantes que los bienes industriales. Por esta razón, la disminución de la capacidad productiva de los ecosistemas tiene efectos devastadores sobre los seres humanos y de manera directa sobre los pobres que dependen de aquéllos para su subsistencia.

Existen antecedentes históricos de que determinadas sociedades han colapsado por la destrucción de la riqueza natural y de los ecosistemas (como los Mayas en Mesoamérica). Sin embargo, tales colapsos fueron completamente distintos a lo que está pasando en la actualidad en términos de escala y velocidad, porque antes de la emergencia del capitalismo la degradación ambiental afectó a sociedades perfectamente localizadas y fue un proceso de deterioro gradual a lo largo de varios siglos, mientras que ahora la destrucción de los ecosistemas se efectúa a un ritmo acelerado y cubre hasta el último rincón del planeta tierra.

2. La acentuación del saqueo de materias primas y recursos naturales

En los últimos años se ha acentuado la explotación de materias primas, incluyendo petróleo, recursos forestales, cobre, café, banano, minerales, metales preciosos, diamantes, a despecho de la propaganda sosteniendo que ya no son importantes esas materias primas ni los recursos naturales, porque la sociedad pos industrial -en la que supuestamente nos encontraríamos- ya no los necesita, dado que ahora lo que contaría es el conocimiento y la información . Esos supuestos de la "era de la información" no tienen nada que ver con la realidad, ya que los polos dominantes en el mercado mundial capitalista siempre deben

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