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Problemas éticos de personas que viven con VIH/SIDA


Enviado por   •  31 de Enero de 2023  •  Apuntes  •  1.319 Palabras (6 Páginas)  •  85 Visitas

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Problemas éticos de personas que viven con VIH/SIDA                                          

Confidencialidad y discriminación

El VIH/SIDA es una infección viral, sistémica, de transmisión predominantemente sexual. Una descripción tan sobria haría pensar que es homologable a otras enfermedades sexualmente transmitidas, pero en realidad el parangón adecuado es con afecciones de fuerte carga, como ha sido descrita para la tuberculosis, el cáncer y, posteriormente, el SIDA.

La emergencia de la pandemia de VIH/SIDA llevó a S. Sontag a publicar un segundo libro sobre el tema, donde recalca el aspecto metafórico de una enfermedad en la cual letalidad, falta de efectividad terapéutica y autoculpabilidad son extremas. Se explica así el enorme componente moral y discriminatorio que acompaña a la enfermedad y que es el factor principal y determinante de que el VIH/SIDA se haya convertido en un complejo problema bioético, como ninguna otra enfermedad podría hacerlo, complejidad que ya se insinúa en la tendencia a hablar de una sola entidad compuesta del agente causal y la afección clínica. Ser VIH (+) y padecer el Síndrome de la Inmunodeficiencia Humana –SIDA- son, para la sociedad y para la salud pública, una misma cosa.

Los problemas comienzan con la observación de que durante muchos años la enfermedad parecía afectar únicamente a personas socialmente rechazadas como los homosexuales y los drogadictos. El estigma moral era fácil de asignar y renacía la antigua relación culpa/enfermedad, permitiendo decir que el SIDA es producto de decadencia moral, es un castigo de Dios o una venganza de la naturaleza. Estas connotaciones morales se han atenuado, sin desaparecer del todo, a medida que la epidemiología muestra que la infección no respeta condición social y que la incidencia se ha desplazado hacia las personas heterosexuales, hacia las mujeres jóvenes y hacia los niños a través de la transmisión vertical.

Tomando las debidas precauciones, la enfermedad es fácil de diagnosticar pero difícil de tratar. El diagnóstico de VIH (+) es tan trascendente para el entorno que ha de ser cuidado del contagio, como para el afectado que depende de tratamientos no siempre fáciles de acceder ni de llevar. Aparece el primer dilema ético al buscar la mejor manera de proteger a los contactos sexuales del VIH (+): ¿Será responsabilidad del infectado comunicar a sus contactos y adoptar las conductas protectoras requeridas? ¿Podrá el médico que diagnosticó confiar en el infectado o deberá adoptar las medidas necesarias para asegurar que convivientes y parejas sepan la condición de seropositividad de su prójimo? En otras palabras, emerge el dilema de la confidencialidad absoluta, que deja en manos de los infectados la comunicación de su estatus, frente a la confidencialidad condicionada que solo se respeta en tanto no signifique daño a terceros inocentes, una disyuntiva que no ha encontrado respuesta satisfactoria. Hay quienes sostienen que la confidencialidad solo es válida si se respeta en forma absoluta, en tanto otros la hacen depender de circunstancias y contenidos del encuentro clínico

La idea de discriminación está íntimamente ligada al VIH/SIDA, debido a la fuerte carga valórica y los matices emotivos que envuelven la sexualidad, sobre todo en sus formas atípicas. Se ha hecho notar que el modo de transmisión del virus de la hepatitis B es muy similar al del VIH, aunque en ella prima el contagio intrahospitalario, generando menos recelos y desencadenando menos actitudes discriminatorias que el VIH y sus formas “pecaminosas” de contagio.

Estos problemas debieran haberse atenuado con la aceptación social de homosexualidad y promiscuidad sexual y con el mejor pronóstico de la enfermedad pero, por otro lado, vuelven a agudizarse desde el énfasis actual sobre autorresponsabilidad individual en salud y prevención de enfermedad, las campañas promocionales por la autorregulación de ingesta alimentaria y estilos de vida saludables.

Breve introducción a los problemas derivados de los trasplantes de órganos y tejidos (problemas del donante y del receptor).

Los problemas del donante lo son también del receptor, pero no es ésta una afirmación transitiva. Su importancia reside en destacar que todo impedimento o limitación que se imponga a los donantes tendrá severos efectos negativos para los receptores. Para la bioética, cuyos mayores esfuerzos van hacia paliar las vicisitudes de los desmedrados, constituye tarea permanente buscar modos y argumentos para mejorar la oferta de órganos, toda vez que la tendencia mundial ha sido de engrosar las listas de espera a tiempo que se ven menguados los aportes de donantes.

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