Pronóstico para pacientes diagnosticados con hidrocefalia congénita

El pronóstico para los pacientes a los cuales se les ha diagnosticado hidrocefalia congénita es pobre y difícil de valorar. Durante el tratamiento que se lleva a cabo, el pronóstico depende del grado de presión o incremento que ejerce el líquido cefalorraquídeo después de una cirugía, que a su vez, podría dar paso al aumento o disminución del daño cerebral que se le puede provocar al paciente. Ya que sin tratamiento, 6 de cada 10 personas con hidrocefalia morirán. Debido a esto el 50% de los niños cuya hidrocefalia no recibe un tratamiento mueren antes de los tres años de edad y sólo el 20 a 23% alcanza la vida adulta con diferentes grados de discapacidades intelectuales, físicas y neurológicas. Un porcentaje importante de estas muertes son evitables y se atribuyen al retraso en el diagnóstico o al tratamiento tardío en la disfunción de la derivación ventricular. Un 60% de las personas desarrollan déficit de tipo motor, déficit visual o auditivo el 25%, epilepsia el 30% e infección el 50%. En el aspecto funcional, los pacientes con hidrocefalia alcanzan un CI (Coeficiente intelectual) mayor de 80 representado de un 50 a 55%, y entre los niños que sobreviven hasta la edad escolar, alrededor del 60% asisten a la escuela y el 40% requieren de educación especial. En nuestros días, con el tratamiento quirúrgico actual, la mortalidad es baja, con un 5 a 15% a los 10 años y cuando la causa de la hidrocefalia es resuelta o se realiza una ventriculostomía endoscópica del tercer ventrículo, el paciente no requerirá de ningún otro procedimiento en alrededor del 80% de los casos. El promedio de duración funcional de una derivación ventricular es de tres años, por lo tanto, el paciente requerirá de cambios periódicos de los sistemas en la válvula para hidrocefalia, lo que contribuye a obtener un pronóstico favorable en la recuperación del paciente.

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