¿Qué es el Ombligo?
Enviado por santiago1012 • 17 de Junio de 2013 • 4.356 Palabras (18 Páginas) • 310 Visitas
Introducción
Cuando investigamos sobre ¿Qué es el Ombligo? Es evidente la falta de conocimiento o idea sobre ¿ Cuál es su función y preferencia como zona erótica seudo-sexual, que se identifica como parte erógena utilizada mayormente por el sexo masculino como sitio anatómico femenino de índole sexual, placentera y preámbulo de traslado a otras zona erógenas distante o cercana de el.
Estudiantes de medicina de término en una población adulta joven pone de relieve: ¿Qué se sabe? ¿Qué se desconoce? ¿ Qué uso se le da? A una zona abdominal cuya función inigualable e insustituible que realiza durante la gestación como cordón umbilical y que al final de ella, su corte deja el residuo cicatrizar llamado ombligo ahí termina su función.
Serán estos datos, puntos de partida con fines de que nos preocupemos por utilizar ya no sólo como punto referencial abdomino anatómico para fines médicos conductual; sino también por su alto estimulo erótico erógeno para el disfrute de una buena salud sexual.
Su cuidado como parte de asiento de múltiples organismos microscópicos que alteran la biodiversidad de una buena salud.
Su uso para fines decorativo y adorno que elevan su proyección de estímulos eroticos.- ¡En hora buena, nuestro aporte!
El Ombligo
Es la unidad que vincula al feto con la madre, y a través del cual éste recibe los alimentos. El ombligo aparece dotado de numerosas funciones simbólicas: 1.-Centro del cuerpo, determinante de la sexualidad y del erotismo, 2.- Nexo entre el hombre y la madre tierra, factor que define el destino, punto central del hombre, de la Tierra y del cosmos 3. - Recurso terapéutico de gran valor.
El Ombligo es la cicatriz que queda expuesta sobre el abdomen después de la caída del cordón umbilical. Parte del cordón umbilical que permanece adherida al recién nacido y que se desprende posteriormente.
El origen del Ombligo es el residuo, en los mamíferos placentarios, del cordón umbilical es un cordón que une un embrión en vías de desarrollo o feto a su placenta. Contiene arterias principales y venas (las arterias umbilicales y vena umbilical) para el intercambio de sustancias nutritivas y sangre rica en oxígeno, entre el embrión y la placenta. Cuando el feto nace, el cordón umbilical se corta y se deja sólo una pequeña cicatriz (el ombligo).
El término "cordón umbilical" o solamente "umbilical" ha sido usado también para cuerdas con funciones similares, como la manguera de aire que une a un buzo de alta mar a su barco o un astronauta a su nave espacial.
La frase "corté el cordón umbilical" es usada simbólicamente para describir cuando un muchacho se separa de la casa de sus progenitores1
El ombligo es una de las zonas erógenas más fuertes que tiene el cuerpo humano, especialmente el de las mujeres
El ombligo es en muchas culturas un lugar muy importante, pues al fin y al cabo, es nuestra marca de nacimiento; cuando éramos sólo una criatura en el vientre materno nos alimentábamos por ahí y es la señal de nuestro proceso de formación y de llegada a la vida. Tanto es así que es común que este botoncito que tenemos todos en el vientre simbolice fertilidad e incluso el represente el lugar del amor como ocurría en la cultura de los antiguos griegos, o como en ciertas culturas indígenas de México donde se creía que colocando miel en el ombligo de las niñas se les garantizaba una dulzura de carácter y un encanto irresistible. Independientemente de la simbología, es innegable que actualmente el ombligo tiene un matiz decididamente sensual, no en vano es que lo llevamos al descubierto cuando las mujeres quieren lucir apetitosas y atractivas.
Es así como los besos y las caricias en torno al ombligo son sumamente incitadoras y fascinantes. El contacto con esa zona es irresistible y sugerente, lo cual puede deberse a su cercanía con los genitales externos.
Cultura
El ombligo se vincula con un sinnúmero de conceptos mágicos, místicos y míticos; su estudio es parte importante de la historia de las religiones y, con eso, del pensamiento filosófico2
Para hindúes y budistas, hebreos y griegos, el ombligo es el principio de todo: ya que por él comienza a enraizar el embrión; en tanto que los polinesios lo consideran el fin. Según ellos el ser humano termina su gestación, nace, se separa de su madre, y el ombligo es la marca de su perfecto acabamiento.
La creencia de que la tierra es el centro del universo perdura durante milenios; era dogma de la Iglesia todavía en 1835, tres siglos después de Galileo. Desde luego, centro y ombligo se equivalen; y en la cosmogonía de los antiguos, en ambos mundos, el centro-ombligo es el lugar sacratísimo de la creación, el único punto donde es posible la comunicación con la morada de los muertos y de los dioses: cielo e inframundo
Desde épocas inmemoriales el ombligo, por su emplazamiento en el cuerpo humano, se ha vuelto símbolo del centro: de cualquier centro, terrestre, celeste o imaginario, en su proyección cosmogónica.
El ombligo es el asiento del alma, el punto de mayor espiritualidad en la anatomía humana; el lugar de elección para encontrar la armonía cósmica; el tercer ojo que contemplan los hesicastas, quienes anhelan ver la luz increada del Tabor.
El ombligo como centro erótico
El filólogo y antropólogo Gutierre Tibón, en su libro El ombligo como centro erótico, explica la importancia que en Japón se le da al ombligo, clasificando noventa y seis tipos de ombligos distintos. Tal vez esto explique una de las operaciones estéticas que desde hace unos años está de moda entre las japonesas es el Hesodashi, que consiste en operarse el ombligo para tenerlo rasgado. El motivo es que las japonesitas irónicamente tienen el ombligo redondo, mientras que las occidentales a las que quieren imitar lo tienen rasgado (la visualización de tanto cómic Manga debe producir estas formas extrañas de comportamiento).3
En Las mil y una noches se menciona en varios de sus cuentos y se le adjudica al ombligo la cualidad de "recipiente que contiene poderosos aromas afrodisíacos".
Para los griegos, el ombligo debía de estar en el centro exacto entre el pecho y los genitales y era considerado como el centro del cuerpo de la vida, de la existencia, del universo.
El historiador italiano Gutierre Tibon tiene un libro titulado El ombligo como centro erótico, en el que dice:
Es el centro de la respiración y de la rosa de los vientos. Es símbolo del útero y, contradictoriamente, del falo; se identifica con la Luna, principio mujeril, y con el Sol, masculino por excelencia. Es andrógino y, sin embargo, connaturalmente femenino. Sol, Luna; pero también estrella: la Polar, eje
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