RESUMEN DEL LIBRO: “Deontología para profesionales de la Educación”

RESUMEN DEL LIBRO: “Deontología para profesionales de la Educación”

CAPÍTULO 1

CONSIDERACIONES PREVIAS A LA ELABORACIÓN DE UNA DEONTOLOGÍA PROFESIONAL

Introducción

El poder expresarse  y a la vez aprender  respecto a la deontología parece muchas veces un tanto complicado; no obstante es justo y necesario que todos los profesionales – en especial los que nos dedicamos a labor educativa – sepamos aplicarla dentro de nuestro marco laboral.

El presente capitulo analizará cuestiones básicas en el ejercicio laboral del docente y de todos los elementos que se involucren  en el acto educacional, tales premisas son:

• El significado de la ética y su referencia con la libertad humana, vista como una posibilidad de poder existir con prudencia.
• La trascendencia del trabajo como una capacidad humana y positiva.
• Las profesiones que son las manifestaciones corpóreas y espirituales que permiten traslucir el lado humano de las personas.

La ética profesional y  la Deontología profesional te orientan hacia tres dimensiones humanas importantes: el desarrollo profesional de los profesionales, el complejo mundo de las relaciones laborales y la convivencia cívica en una sociedad democrática. En pocas palabras incita a conocer más a fondo el sentido intrínseco sobre el género humano y sus complicaciones.

Ética, deontología y libertad

La ética, en un  criterio más amplio hace referencia al campo de lo que se le puede exigir al ser humano, porque es aquello a lo que debe aspirar. Los hechos humanos desde el punto de vista del paradigma estructurado en el libro enfocan su perspectiva moral en cuanto a lo bueno o lo malo en sentido absoluto de cara a la perfección humana.  Por otro lado se deben distinguir entre dos tipos de acciones del hombre en el camino  hacia su perfección:

Las acciones voluntarias, actos libres o actos humanos, como por ejemplo, bailar, escribir o casarse.

Los actos del hombre, estos escapan al control de su voluntad y que, por tanto, no ejecuta libremente, como digerir o roncar.

Para que un acto sea voluntario, además de estar precedido del conocimiento, debe realizarse porque la persona quiere hacerlo, sin verse forzada a obrar por factores externos.

En consecuencia, y de manera ineludible y mucho más apremiante desde el punto de vista subjetivo, el hombre tiene que ser capaz de justificar lo que hace ante su propia conciencia.

El trabajo humano

Se precisa que el trabajo es el proceso mediante el cual el género humano transforma la tierra y la convierte en un ámbito en el que puede habitar.

Pero también se resalta que el trabajo es una actividad específicamente humana y, aunque en la era industrial ha dejado de ser en muchos casos una actividad prevalentemente manual, el sujeto propio del trabajo sigue siendo el hombre

Objetivamente, el trabajo humano puede y debe ser categorizado y jerarquizado de alguna manera, pero no se debe perder de vista su condición de que el primer fundamento del valor del trabajo es el hombre mismo, su sujeto. Por lo tanto, aun suponiendo que algunos trabajos puedan tener un valor objetivo mayor que otros, cada uno de ellos se mide sobre todo con el metro de la dignidad del sujeto mismo del trabajo, es decir, de la persona, del hombre que lo realiza. 

El concepto de profesión

Las profesiones pueden describirse como unas ocupaciones que se ajustan a determinadas normas técnicas y morales, además se podría agregar un dinamismo intrínseco, lo que hace posible que el término de profesión por si solo se vaya construyendo basándose en la evolución de las actividades humanas a lo largo de la historia.

Por otra parte, cuando se emplea el adjetivo “profesional” para calificar un trabajo, se quiere subrayar que su realización alcanza cierto grado de excelencia, tanto en el sentido de hacer bien el trabajo, como en el de hacer el bien con el trabajo porque beneficia a los destinatarios de la tarea y al mismo profesional que la realiza.

Los profesionales. Profesionalidad

Hoy en día y más aun en una sociedad cada vez más competitiva se hace estricto y necesario la buena formación de profesionales, ya que estos constituyen grupos de personas que, por tener unos conocimientos y habilidades específicos, son expertos en un determinado campo de la actividad humana y ofrecen un servicio a los demás por medio de una relación laboral institucionalizada; y de esta forma construyen sociedades con patrones culturales establecidos.

El ejercicio de la profesión al igual que el desempeño de todo trabajo puede considerarse también desde dos perspectivas: externa e interna. La primera se asocia a nociones como autoridad, poder, control social, etc. y la segunda se relaciona con las actitudes, comportamiento, autonomía, etc.

Es importante que para realizar cualquier oficio con profesionalidad, el buen profesional debe desempeñarlo con un alto grado de responsabilidad:

• Por respeto a sí mismo, como respuesta genuina a la propia identidad o vocación profesional.
• Por amor a la obra bien hecha.
• Por las consecuencias que se deriva de su trabajo en servicio a los intereses comunes.
• Por amor a la justicia y respeto a la marco civil e institucional en el que se inserta la propia profesión.

CAPÍTULO 2

LOS PROFESIONALES DE LA EDUCACIÓN

¿Qué es educar?

Las teorías pedagógicas no dan ciertos alcances acerca de lo que se puede entender por educación.  

Se rescatan  8 rasgos muy generales del proceso educativo que presentan distintos autores al definir la tarea de educar:

• La educación es una actividad de crucial importancia para el pleno desarrollo de la persona.
• Se orienta al perfeccionamiento del ser humano.
• Este perfeccionamiento debe  abarcar todas las capacidades humanas.
• La transmisión y adquisición de conocimientos de manera sistemática.
• Los resultados educativos no se logran sin esfuerzo.
• La educación cumple un papel imprescindible en la socialización de las personas.
• La relación educativa se estructura esencialmente como un proceso de comunicación.
• La educación es una tarea esencialmente moral.

La educación se ordena al perfeccionamiento del ser humano, por lo tanto se considera una tarea esencialmente moral y, por lo tanto, el lenguaje más adecuado para referirse a ella no es el meramente descriptivo, sino aquel que incluye aspectos básicos como los juicios de valor. 

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