Radiologia Convencional

La radiografía simple sigue siendo una herramienta anatómica fundamental en la detección y diagnóstico de enfermedades en el tórax y los huesos. La radiografía de abdomen puede aportar datos interesantes en aquellos pacientes con dolor abdominal agudo en los que se sospecha una oclusión intestinal o un cólico renal. La radiografía simple se utiliza también en otras muchas situaciones, aunque en algunos casos tiene un dudoso papel, como en el diagnóstico de sinusitis o en la hipertrofia adenoidea en niños.

El escaso contraste natural entre estructuras adyacentes de densidad radiológica similar obliga a la utilización de medios de contraste externos. En los estudios del tubo digestivo (esofagograma, tránsito esófago-gastro-duodenal, tránsito intestinal, enema opaco) se utilizan suspensiones de bario, compuestos de alta densidad mezclados con agua. Se pueden hacer técnicas de contraste sencillo o de doble contraste con bario y aire. Los estudios de intestino delgado pueden realizarse administrándose oralmente una suspensión de bario y seguirla en su avance opacificando el tubo digestivo desde el esófago, o bien a través de un catéter especialmente colocado en el yeyuno proximal (enteroclisis), un método que se utiliza poco.

Los contrastes yodados son hidrosolubles y se usan sobre todo en exploraciones del tubo digestivo si se sospecha perforación o antes de intervenciones quirúrgicas, en los estudios urológicos, en la histerosalpingografía y en las angiografías por catéter. La mayor parte de estos estudios con contraste se realizan en aparatos de rayos X especiales: un telemando o un arco radiológico, este último sobre todo para el estudio vascular.

Las vías urinarias pueden analizarse inyectando el contraste yodado en una vena (urografía intravenosa), tras lo cual se van realizando radiografías seriadas durante el estudio fluoroscópico que permiten tener un registro de la progresión del contraste, poniendo de manifiesto la funcionalidad renal y el calibre de las vías. La vejiga urinaria se estudia mejor mediante una cistografía, que se realiza introduciendo el contraste a través de la uretra. Actualmente sin embargo la ecografía es una técnica más adecuada para el estudio vesical. En cambio el estudio de la uretra se realiza mediante uretrocistografía. También hoy en día la vía urinaria puede estudiarse también con la TC (uroTC), una exploración que permite identificar perfectamente la situación de una posible litiasis ureteral, así como la zona adyacente a las vías urinarias y el resto de estructuras intraabdominales.

La histerosalpingografía es un método radiográfico para evaluar la cavidad endometrial y las trompas de Falopio tras la inyección directa a través del conducto cervical. Este procedimiento forma parte del estudio de mujeres con infertilidad. Además tiene otras aplicaciones como el diagnóstico de anomalías uterinas, comprobación de la permeabilidad tubárica o morfología tras cirugía de las trompas.

La angiografía, el estudio

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