Reformas Previas A La Constitucion De 1857

Juan Álvarez asumió la presidencia de la República el 4 de octubre de 1855 y permaneció en el poder hasta diciembre del mismo año, pero en ese corto periodo convocó al Congreso que habría de emitir la Constitución de 1857 y promulgó la Ley Juárez.

La Ley Juárez declaraba que todos los ciudadanos eran iguales ante la ley; por lo tanto, se suprimían los fueros y privilegios que algunos grupos habían disfrutado hasta ese momento. Además, obligaba al ejército a depender del Estado para atender las necesidades de la sociedad. También establecía que las faltas cometidas por las personas que no pertenecieran al clero y al ejército serían juzgadas por un tribunal civil. Igualmente estipulaba que los matrimonios y las muertes debían registrarse ante una autoridad civil y no necesariamente ante una religiosa.

Después de la renuncia de Juan Álvarez, los liberales organizaron el país como una república democrática, representativa y federal, con Ignacio Comonfort como presidente, quien organizó su gabinete con liberales que deseaban cambios drásticos en la conducción del país, razón por la que eran conocidos como liberales radicales. Durante esta etapa se promulgaron la Ley Lafragua y la Ley Lerdo, que provocaron cambios en la vida de las personas y sirvieron como base para redactar la Constitución de 1857.

La Ley Lafragua decía que ninguna persona debía ser molestada por expresar sus opiniones, las que además tenía el derecho de imprimir y difundir, sin ser revisadas previamente por ninguna autoridad. Sin embargo, consideraba como abusos de la libertad de imprenta referirse a las personas o a los hechos en términos irrespetuosos o ridiculizándolos.

La Ley Lerdo establecía el fraccionamiento de los latifundios (grandes extensiones de tierra en manos de una sola persona o corporación), para crear pequeños propietarios. Esta medida afectaba las propiedades de la Iglesia y los terrenos comunales de los pueblos indígenas. También señalaba que las tierras no trabajadas eran uno de los obstáculos para alcanzar la prosperidad, ya que no producían, así que se decretó que las propiedades que no fueran usadas o estuvieran alquiladas fueran vendidas.

Los liberales pensaban que con estas leyes mejoraría la situación económica y social del país, lo cual no era fácil, ni se lograría sólo promulgándolas.

LOS DEBATES EN EL CONGRESO CONSTITUYENTE SOBRE LA PROPIEDAD DE LA TIERRA Y LOS DERECHOS INDIVIDUALES

En un debate los participantes exponen sus puntos de vista y sus razones para llegar a un acuerdo. Algo muy parecido ocurrió, de acuerdo con lo establecido en el plan de Ayutla, cuando los diputados se reunieron el 18 de febrero de 1856 para elaborar la Constitución que establecería los derechos y obligaciones de los mexicanos. Esto no fue fácil porque había muchos puntos de vista y muchas razones que debían tomarse en cuenta. La mayoría de los diputados pertenecían al grupo liberal, y a pesar de eso aún había diferencias entre ellos, ya que había liberales puros o radicales y liberales moderados.

El presidente del Congreso durante los trabajos fue Ponciano Arriaga, un liberal tan respetado por sus ideas que llevaba la representación de ocho estados. Los debates fueron acalorados y polémicos; algunos puntos se decidían por acuerdo, pero la mayoría tenían que decidirse por votación.

En los primeros debates se aprobaron casi por unanimidad tres derechos fundamentales del individuo: la igualdad ante la ley, la propiedad y la seguridad; pero cuando se discutió el derecho a la libertad hubo muchas opiniones divergentes. Había diputados, como el periodista Francisco Zarco, que decían que no se debía poner límites a la libertad de expresión. Otros opinaban que debía concederse tal libertad, siempre y cuando no se alterara la paz o se atacara la moral o la vida privada de las personas. Finalmente se aprobó la libertad de prensa, tomando en cuenta algunas de las ideas de Zarco.

Se discutió mucho sobre la existencia de los conventos. Los liberales sostenían que no debían existir porque limitaban la libertad de los individuos; por su parte, los conservadores argumentaban que en uso de esa misma libertad las personas podían optar por entrar en un convento y no había razón para impedírselos. La votación fue ganada por los liberales, por lo que se suprimieron las llamadas órdenes monásticas, es decir, los grupos de personas que llevaban una vida dentro de un convento reglamentados por ciertas leyes.

Se aprobó la libertad de enseñanza, de manera que ya no fue la Iglesia la única que podía impartir la educación, y aunque los conservadores opinaban que la Iglesia tenía derecho a conservar sus propiedades porque eran suyas y las necesitaban para poder desarrollar sus actividades, como la atención de asilos, hospitales, orfanatos, conventos, escuelas, etc. También opinaban que la organización y la vida de las comunidades indígenas giraban alrededor de sus tierras comunales y, en consecuencia, no era adecuado quitárselas. Las propuestas se votaron y ganaron los liberales.

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