Relativismo Cultural
Enviado por • 1 de Noviembre de 2014 • 2.400 Palabras (10 Páginas) • 1.607 Visitas
Introducción:
El tema que decidimos plantear en esta monografía es el de relativismo cultural, dado que es de nuestra incumbencia una temática tan abarcativa como lo es el respeto por las diversas culturas de nuestra humanidad. Consideramos la tolerancia hacia las diferentes formas de vida como una condición sine qua non para llevar a cabo un análisis sino objetivo en su totalidad, sí en lo intrínseco, consiente de su parcialidad. Tomamos como referencia en nuestro planteo las palabras de Joseph G. Jorgensen citadas en el texto Antropología cultural del antropólogo estadounidense Marvin Harris: “Nada hay de malo en tratar de estudiar ciertas pautas culturales porque se desee cambiarlas. La objetividad científica no tiene su origen en la ausencia de prejuicios – todos somos parciales - , sino en tener cuidado de no permitir que los propios prejuicios influyan en el resultado del proceso de investigación”.
Utilizaremos el material proporcionado por la catedra para llevar a cabo el desarrollo y conclusión de esta monografía. Los textos utilizados serán detallados en el apartado bibliográfico con sus correspondientes referencias.
El fin de este trabajo será la definición del principio de “relativismo cultural” de una forma a nuestro criterio práctica para la rápida compresión del lector. Abordamos dos textos de autores diferentes, como lo son Melville J. Herskovits y Marvin Harris, los cuales sostienen una perspectiva similar. A su vez hicimos uso de la unidad nº 1 casi completamente, es a lo que nos vimos obligados desde un principio para poder ser claros en nuestra exposición.
Aclaramos desde este espacio de introducción que se nos otorga, que nuestra conclusión será realizada con una mirada crítica pero adherente al significado que se ve planteado del concepto de relativismo cultural en los textos empleados.
Desarrollo:
Desde el texto Antropología Cultural de Marvin Harris comenzamos con una definición de cultura que sigue el precedente sentado por Sid Edward Burnett Tylor (fundador de la antropología académica y autor del primer libro de texto de antropología general) “Cultura es el conjunto aprendido de tradiciones y estilos de vida socialmente adquiridos, de los miembros de una sociedad, incluyendo sus modos pautados y repetitivos de pensar, sentir y actuar (es decir, su conducta)”. Hacemos mención de dicha definición porque sería misérrimo, desde nuestra perspectiva, explicar un concepto como el de relativismo cultural sin remontarnos a sus partes fundantes. Por un lado un producto exclusivamente humano, la cultura, por el otro un rasgo particular y polémico como lo es el del relativismo einsteniano.
En su trabajo Marvin Harris luego de diferenciar el significado entre sociedad y cultura nos introduce en una definición del concepto de endoculturación al cual transcribe como “una experiencia de aprendizaje parcialmente consiente y parcialmente inconsciente a través de la cual la generación de más edad incita, induce y obliga a la generación más joven a adoptar los modos de pensar y comportarse tradicionales.”. A raíz de dicho proceso surge en el individuo el sentimiento de que su propia conducta y las de su grupo son las adecuadas o apropiadas para el desenvolvimiento en la vida cotidiana, y cualquier modo de vida diferente es motivo de rechazo. Esto es lo que se da en llamar etnocentrismo, uno de los oponentes al principio de relativismo cultural.
Etnocentrismo es creer que nuestras conductas, ideas y formas de expresión son superiores a las demás o las únicas aceptables.
Relativismo cultural sería una solución propuesta por algunos antropólogos a los problemas ocasionados históricamente por el etnocentrismo en la investigación antropológica y a las dificultades relacionadas con la búsqueda de la veracidad de los estudios emitidos sobre diversas culturas.
Con respecto a la rivalidad que proponemos entre los conceptos de etnocentrismo y relativismo cultural, a nuestro entender existirían dos formas de emprender un estudio antropológico cultural. La primera de ellas sería encarar el análisis de los rasgos de una determinada cultura desde el límite de un etnocentrismo exacerbado en el observador; la segunda seria aquella que lleva a cabo una mirada más global y flexible al momento de plasmar los datos obtenidos en un trabajo de campo sin dejar de lado su endoculturacion, lo cual sería prácticamente imposible. Resaltamos la importancia del trabajo de campo para poder comprender el por qué de las diferentes conductas humanas, dado que muchas de ellas alejadas de su contexto y llevadas a otro diferente serian simplemente inentendibles y en ocasiones aberrantes. Proponemos como ejemplo el siguiente párrafo extraído del estudio de la cultura apache chiricahua, llevada a cabo por Morris E. Opler:
Fui a su casa aquella noche. Yo había oído decir que la anciana tenía un poco de tiswin (un licor fermentado hecho de maíz). Cuando llegue allí, me invito a tomar un trago. Según hablábamos, me fue diciendo que yo estaba soltero y que necesitaba una esposa. Mencionó a esta muchacha (su nieta) y me informo de que valía 2 caballos el conseguirla. Yo nunca había visto antes a la joven.
Cuando volví a casa empecé a pensar en ello seriamente. Lo comente con mis parientes. Un tío mío me dio una mula, y un primo me dio un caballo.
Al día siguiente me dirigí al domicilio de cierta mujer de edad madura. Estaba comiendo cuando llegue. La llamé afuera y le encomendé que hablase por mí a la abuela de la muchacha. Esta mujer vivía justamente al otro lado de un arroyo, en frente de la joven y de su abuela. Al día siguiente mi mediadora fue a la anciana y le pidió que me diera a la muchacha. Aquella le exigió dos buenos caballos. Mi intercesora le dio las gracias a la abuela y vino a comunicarme lo que habían hablado. Le di el caballo y a la mula para que se los entregara a la vieja, y al día siguiente fui en busca de la muchacha.
Desde nuestro contexto cultural, el intercambio de una mujer por el valor de dos equinos es una idea descabellada próxima a despertar risas e incluso furia en algunos grupos que bregan por el valioso rol de la mujer en la sociedad argentina. Un antropólogo argentino con un profundo etnocentrismo podría dedicar horas a la realización de un ensayo que se centre en lo terrible de dicho accionar; a diferencia de uno que ubique esa conducta en su contexto, sin hacer hincapié en lo apropiado o inapropiado de la misma desde su endoculturación. A esto nos referimos con relativismo cultural, un principio que sugiere el desprendimiento de aquellos juicios que antes que esclarecer una idea, la sofoca.
Siguiendo la línea de Melville J. Herskovits podemos decir que existen muchas definiciones de cultura, todas ellas coinciden en
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