Resumen De El Libro Cazadores De Microbios
Enviado por adry0926 • 7 de Septiembre de 2011 • 6.652 Palabras (27 Páginas) • 17.392 Visitas
CAPITULO I
ANTONIO VAN LEEUWENHOEK
EL PRIMER CAZADOR DE MICROBIOS
Hace doscientos cincuenta años que un tal Leeuwenhoek fue el primero en asomarse a un mundo nuevo, poblado de millares de especies de seres pequeñísimos, ya feroces y aun mortíferos.
Nació de en 1632, en Delft, la ciudad de los molinos de viento azules, de casas bajas y de los grandes canales. El padre de Antonio murió joven; la madre envió a una escuela preparatoria para que abrazara, luego, la carrera de empleado del estado; pero a los 16 años arrimo libros y entro de aprendiz en una tienda de Ámsterdam.
A la edad de 21 años, se despidió de su jefe y volvió a Delft; se casó y abrió por cuenta una tienda de telas. Muy poco se sabe de el durante los veinte años siguientes. Durante este periodo fue nombrado conserje de la casa consistorial de Delft, y se le despertó una extraña aficción de tallar lentes. En aquel tiempo las personas cultas hablaban el latín pero Leeuwenhoek no sabia ni leerlo.
Visito las tiendas de óptica y aprendió los rudimentos necesarios, para tallar lentes, frecuento el trado de alquimistas y boticarios, curioseo sus métodos secretos de obtener metales de los minerales, y se inicio en el arte de los orfebres.
Monto sus lentes en cuadriláteros de oro, plata o cobre, que el mismo había extraído de los minerales por medio del fuego, con esto examino las fibras musculares de una ballena y las escamas de su propia piel, observo ojos de buey quedando maravillado con la estructura del cristalino, miro lana de oveja, los pelos de castor y liebre, la masa encefálica de la cabeza de una mosca. Examino cortes transversales de doce tipos de madera de árbol y el interior de las semillas de plantas, el aparato bucal de de una pulga y las patas de un piojo.
El amigo de Leeuwenhoek Regnier de Graaf, tuvo oportunidad de hacer muchas observaciones a través de los microscopios del investigador, y dio a conocer esto a la Real Sociedad de Londres, posteriormente Leeuwenhoek escribió cartas a esta sociedad durante cincuenta años.
Examino con sus lentes todas clases de agua y en todas ellas encontró bichejos, encontró que muchos miles de ellos no igualaban el tamaño a un grano de arena.
Puso a remojar pimienta durante varias semanas y después aisló una pizca casi invisible de pimienta y lo introdujo en una gota de agua en uno de los tubitos capilares y observo “un numero increíble de animalillos de varias clases que se movían fácilmente, desordenadamente, de un lado para otro”,
Así fue como encontró un medio de cultivo magnifico para sus nuevos y diminutos animalillos.
La real sociedad de Londres, tras de comprobar los descubrimientos en microscopios compuestos especialmente por Roberto Hooke, nombró a Leeuwenhoek miembro de la sociedad, honor que fue el mejor premio que puedo recibir el investigador.
En 1723 a la edad de 91 años en su lecho de muerte, pidió a su amigo Hoogvliet traduciera dos cartas que había encima de la mesa y las enviara ala Real Sociedad.
CAPITULO II
LAZZARO SPALLANZANI
Los microbios nacen de los microbios
Nacido en Scandiano en 1729, este joven estaba tan decidido a arrancar sus secretos a la naturaleza como lo estuvo Leeuwenhoek. Spallanzani fue enviado a la universidad de Regio para emprender la carrera de ciencias.
Spallanzani negaba la posibilidad de la generación espontánea de la vida; ante la realidad de los hechos, estimaba absurdo que los animales, aun los diminutos bichejos de Leeuwenhoek, pudieran provenir de un modo caprichoso de cualquier cosa vieja o inmundicia.
Aprendió torpemente a cultivar bichejos microscopios ya manejar el microscopio, se desesperaba fácilmente con los errores que cometía.
Por aquel mismo tiempo, un clérigo llamado Needham, que había calentado y seguidamente sellado caldo de carne en diversos recipientes; dado que se habían encontrado microorganismos en el caldo tras abrir los recipientes, Needham creía que esto demostraba que la vida surge de la materia no viviente. No obstante, prolongando el periodo de calentamiento y sellando con más cuidado los recipientes, Spallanzani pudo demostrar que dichos caldos no generaban microorganismos mientras los recipientes estuvieran sellados. De igual manera hecho abajo la teoría de la “fuerza vegetativa”.
Posteriormente hizo estudios profundos sobre la digestión humana, a cuyo fin realizo crueles experimentos en su propio, organismo.
Presencio la transformación de un animalillo en forma de pequeño bastón que al adelgazarse en la mitad de su cuerpo dio origen a dos animalillos perfectamente configurados.
En el año de 1799, el gran cazador de microbios sufrió un ataque de apoplejía, y murió días después.
CAPITULO III
LUIS PASTEUR
¡Los microbios son un peligro!
En 1831, treinta y dos años después de la muerte del gran Spallanzani, un niño de 9 años se apartaba, horrorizado, del gentío agolpado a la puerta de la herrería de un pueblo situado entre las montañas del este de Francia, aquel niño percibía el chirrido de carne humana al quemarla el hierro, de un labrador a quien había mordido un lobo rabioso en una de las calles de pueblo.
En 1831 nadie sabia la causa por la cual las personas morían a consecuencia de la mordedura de un perro rabioso, pues era totalmente desconocido y misterioso el origen de todas las enfermedades.
Pasteur fue enviado a la Escuela Normal de Paris, donde se proponía hacer grandes cosas; pero la nostalgia por su país natal lo obligo a abandonas sus estudios, y regreso, a Artois, renunciando por el momento a sus ambiciones. El año siguiente retorno a París a la misma escuela y esta vez permaneció en ella, admirando al gran químico Dumas.
A los 26 años después de examinar diminutos cristales, descubrió que había cuatro tipos de ácido tartárico y no solamente dos, y en la Naturaleza hay variedad de compuestos extraños exactamente iguales que unos son las imágenes de otros.
Fue nombrado profesor de la Universidad de Estrasburgo y decidió casarse con la hija del decano de la Facultad.
Porteiormente a través de numerosos experimentos demostró que la verdadera causa de las fermentaciones son seres vivientes subvisibles. descubrió un fermento nuevo, un diminuto animal que tenia la propiedad de transformar el azúcar en ácido butírico y que estos animales podían vivir, jugar, moverse y ejecutar sus funciones sin necesidad del aire, el mismo aire los mataba, desgraciadamente era el tercer ejemplo.
Redescubrió el hecho de que los microbios son la causa de la putrefacción de la carne.
Demostró a través de numerables
...