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Resumen De La Malaria En Colombia


Enviado por   •  24 de Agosto de 2011  •  2.556 Palabras (11 Páginas)  •  1.886 Visitas

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Marco Teórico

La malaria es una enfermedad infecciosa causada por protozooarios del género Plusmodium. Los parásitos son transmitidos por la picadura de una hembra anofelina infectada a un huésped humano susceptible.

Las cuatro especies de Plasmodium causantes de paludismo en humanos son: P. vivax (malaria por vivax, terciana benigna, malaria terciana), P. falciparum (malaria falciparum, terciana maligna, malaria perniciosa), P. malariae (malaria cuartana) y P. ovale (malaria oval). Las manifestaciones clínicas de la malaria dependen de la especie del parásito que esté afectando a la persona, el número de estos y el estado inmunitario del huésped. En general, las diferentes formas de paludismo pueden parecerse respecto a sus síntomas en fase aguda que consisten en fiebre en espiga o intermitentes, escalofríos y sudoración profusa. Los ataques agudos pueden reincidir después de períodos asintomáticos; en la forma terciana existe tendencia a la cronicidad, caracterizadas por períodos de latencia con recaídas.

El ciclo de vida de las especies que atacan el hombre consiste en dos fases: una fase exógena, sexual o esporogonia que se desarrolla en la hembra anofelina, y una fase asexual o esquizogonia con multiplicación en el hombre. La fase asexual en el hombre tiene dos partes, la esquizogonia pre-eritrocítica o fase tisular que tiene lugar en los hepatocitos, y la esquizogonia en los glóbulos rojos o esquizogonia eritrocítica o fase eritrocítica. Cada una de estas etapas tiene una gran importancia terapéutica, dado que el parásito en su ciclo vital tiene características metabólicas propias que hacen variar el tratamiento.

La malaria representa una amenaza para cerca de 2.200 millones de personas en el mundo. Solamente unos 550 millones de personas corren el riesgo de enfermar o morir por esta causa; se estima que se producen anualmente entre 250 a 450 admisiones de casos sintomáticos de la enfermedad y más de un millón de muertes. En las Américas, en los últimos 10 años el total de casos registrados se mantiene alrededor de un millón por año. Se calculan 452 millones la población americana que habita regiones con transmisión activa de malaria. De estos, 218 millones habitan en zonas con algún riesgo de transmisión. Ochenta y siete millones de personas habitan en zonas expuestas a algún riesgo moderado y alto de transmisión, con IPA entre 0.96 a 343 por mil; representando un IPA global de 12.5 por mil habitantes.

En Colombia, la malaria se constituye en la enfermedad tropical transmitida por vectores de mayor importancia como problema de salud pública. Su comportamiento en los últimos cuarenta años presenta una tendencia ascendente, con patrones endemo-epidémicos y ciclicidad paraquinquenal. Ocurren anualmente en promedio entre 130.000 a 150.000 casos de malaria, siendo el 75% por P. vivax, 24% P. falciparum, 0.5% P. malariae y 0.5% mixto. Recientemente se ha descrito la confirmación de un caso de P. ovale. La región pacífica es el área de mayor riesgo de transmisión por P. falciparum, aportando el 60% del total de casos del país. Se registra una relación de 3 casos de P. falciparum por cada caso de Malariae. Aproximadamente el 5% de los casos de P. falciparum presentan malaria complicada y se estima que mueren anualmente entre 3 a 5 mil personas por esta causa. En la estrategia global de control de la malaria se plantean como objetivos prevenir la mortalidad y disminuir las complicaciones por malaria en la población afectada, lo cual solo se puede lograr mediante el diagnóstico temprano y el tratamiento pronto y correcto de la enfermedad acortando la duración de esta, previniendo la aparición de complicaciones y una gran mayoría de las defunciones causadas por la malaria. Las pautas de tratamiento deben estar acorde a las situaciones epidemiológicas específicas, tomando en consideración la clínica y el estado de susceptibilidad del parásito a los medicamentos antimaláricos utizados. Sin embargo, el número limitado de medicamentos antimálaricos disponibles dificulta el tratamiento adecuado de esta enfermedad, y es inevitable la aparición de cierta resistencia a los fármacos que se usan para el tratamiento de la malaria no complicada en los países endémicos.

Entre los países con P. falciparum endémico, solo los de Centroamérica y el Caribe no han registrado resistencia a la cloroquina. Colombia fue uno delos primeros países donde se documentó la existencia de resistencia. Se han realizado numerosos trabajos al respecto y recientemente se han evidenciado fallas en la respuesta terapéutica a la cloroquinina la Costa Pacífica. Esto plantea graves problemas para la administración del tratamiento adecuado.

Criterios para el diagnóstico de la malaria

El objetivo del diagnóstico de laboratorio es respaldar la atención clínica, diagnosticar los fracasos del tratamiento, y detectar la malaria no complicada en zonas de transmisión inestable o baja. Considerando que en el 65% del territorio rural situado por debajo de 1.500 metros snm, existen áreas de transmisión activa de malaria, siempre es necesario incluir en el diagnóstico diferencial de fiebre a la malaria, teniendo en cuenta los siguientes criterios: historia de exposición en áreas endémicas de malaria en los últimos 15 a 30 días; cuadro clínico de escalofríos, fiebre y sudoración; presencia de uno o más síntomas acompañantes como cefalea, osteornialgias, síntomas gastrointestinales, anemia y otros. Las muestras sanguíneas de gota gruesa teñida con Giemsa, con demostración parasitológica e identificación de especie, son la base para el diagnóstico microscópico de la malaria.

Esto confirma un caso de paludismo. En zonas de alto riesgo, la fiebre es el síntoma más sensible para el diagnóstico probable de la enfermedad, después de excluir otras causas de fiebre.

En las zonas donde la malaria no es endémica, es indispensable considerar la posibilidad de malaria, independiente del cuadro clínico, si se determina que el paciente ha estado expuesto recientemente, ha viajado a zonas maláricas o ha recibido transfusiones de sangre. En tal situación se debe realizar examen de gota gruesa para diagnosticar la enfermedad. Las técnicas de concentración del parásito mediante centrifugación de muestras de sangre heparinizadas, la separación por gradientes de densidad, las técnicas de separación magnética selectiva, o la mejora de la visualización y detección mediante unción con colorantes fluorescentes (QBC), no han demostrado aun tener la aplicabilidad del examen microscópico óptico o gota gruesa.

Se han ideado varios métodos para detectar parásitos sin usar microscopio, los cuales tienen sensibilidad similar para el diagnóstico

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