Resumen del libro “HUELLAS DEL ALMA”

Resumen del libro “HUELLAS DEL ALMA”

Los autores Ruediger Dahlke y Rita Fasel escribieron juntos (entre otras) ésta obra sobre las manos y los pies en particular porque aluden que ellos (las manos y los pies) son especialmente elocuentes y nos ofrecen vastas explicaciones.

Dahlke y Fasel hablan del autoconocimiento  (y a partir de allí la autorrealización)  a través de las manos y los pies.

                    “…VER A LA PERSONA EN SU TOTALIDAD…”

Quien coloca sus manos encima de la mesa y permite que le miren sus pies alcanza así la realidad al desnudo. Se comporta de un modo abierto y revelador frente a quienes saben “leer” manos y pies. Las manos señalan la relación que tenemos con el mundo y los pies la comprensión de nosotros mismos.

Lo primero puede ser decisivo a fin de alcanzar el éxito en la vida; pero lograr la felicidad, lo segundo es igual de importante.

Autoconocimiento: Las manos se convierten en maravillosos mapas de las tareas que acarreamos y son además reflejo del estado de desarrollo actual. La autorrealización sólo es posible en la medida en que el Yo o los aspectos de luz conscientes se vinculan y unifican con el aspecto inconsciente y oscuro.

Las manos no solo han sido nuestra gran ayuda en la historia de la conquista del mundo, pues son además nuestras asistentes en el camino del desarrollo de la conciencia. Con ellas avanzaremos y veremos nuestros propios patrones delante de nuestras narices. En este sentido es bueno también incluir los pies, que justamente quieren decirnos de dónde venimos, donde estamos y hacia donde debemos dirigirnos. A menudo basta mirar con detenimiento nuestras manos, llegando hasta la punta de los dedos, para descubrir quiénes somos y qué es lo que el destino (o cómo llamemos a esta instancia) proyecto para nosotros. Si queremos avanzar con total seguridad, vale la pena también bajar la mirada hasta nuestras raíces, los pies, y darles cabida.

Las manos muestran nuestra relación con el mundo, los pies nuestra comprensión de nosotros mismos, explican los autores acerca de la relación de formas de la mano y del pie de acuerdo con los principios y elementos originales, o para interpretar las longitudes de los dedos de manos y pies, así como su orientación.

Las Manos

Las formas de los dedos aportan también mucha información. Los dedos y las manos rectos son característicos de personas directas que tienden a dar valor al instante. Los dedos curvos son señal de una persona doblegada. Cuanto más curvos son, más doblegada está esa persona. Además cada dedo se orienta a las propias necesidades, que están definidas por los principios originarios, e indican también el temor que la persona siente por no poder cumplir con esas necesidades, ser recusada o rechazada. Así nos torcemos, arqueamos y doblamos, pero los dedos nos delatan y presentan por añadidura los temas en donde esto sucede.

Todos mostramos las manos al hablar. Si se colocan en los bolsillos dan la impresión de cerrazón y falta de cortesía. Pero casi nadie está en condiciones de ocultar tanto las herramientas con que sale al encuentro del mundo, y en realidad las manos, a través de los gestos, hablan de todo aquello que la boca prefiere callar. Quien haya aprendido a observar descubrirá rápidamente si los gestos de una persona acompañan a la palabra hablada y brindan una aproximación fluida y elegante a sus ideas y su mundo, o si hablar le insume mucho esfuerzo y le genera dificultades.

Los gestos no son algo estable y duradero como la forma de los dedos o las huellas digitales. Se van “gestando” a lo largo de la vida y se adquieren mayormente mediante la imitación consciente o inconsciente de nuestro medio. Pero incluso una persona que habla y gesticula poco deberá mostrar sus dedos a la hora de comer. El modo en que tomamos los cubiertos puede delatar nuestro origen, nuestra educación y hablar por nosotros. Los dedos dan testimonio de la clase de persona que somos.

Las uñas también hablan de nosotros, tanto en su forma como el largo de ellas, su coloración, si se encuentran pintadas o no. La lúnula en cuanto al tamaño, color, forma y hasta la falta de la lúnula nos da señales de la persona. Los anillos en los dedos, la higiene y el cuidado de las manos también hablan.

Los pies

Los arcos de los pies nos brindan estabilidad, en tanto los dedos nos sirven de apoyo. Allí aparecen temas como el arraigo y el avance. Los pies se vuelven más sinceros con la edad y reflejan su particularidad personal de modo más claro. Los pies delatan además nuestras dificultades de conexión con la madre tierra y muestran si nos adaptamos de manera suave y adecuada a las circunstancias.

 Saber y aprender acerca de los pies es sumamente útil y didáctico, porque a través de ellos podemos aprender a sostenernos mejor y ser más seguros siempre. Por lo general cargamos con muchas vivencias ocultas y reprimidas, todo lo cual se acumula allí abajo, a nuestros pies.

Manos y pies: Panorama general.

Los cuatro elementos:

Tierra: Necesidades terrenas, seguridad, origen, estructura, terquedad.

Agua: Sentimientos, maternidad, ritmo, temores.

Aire: Pensamiento, percepción, ligereza, movimientos, superficialidad.

Fuego: Energía, acción, coraje, toma de decisiones, ira, fanatismo.

Los principios originarios clásicos o arquetipos:

Marte/Ares: Agresión, autoestima, coraje, espíritu de acción, brutalidad.

Venus/Afrodita: Vínculos, equilibrio, reconciliación, amor, paz, armonía (aparente).

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