SAPE
Enviado por Art10 • 5 de Noviembre de 2012 • Tesis • 669 Palabras (3 Páginas) • 426 Visitas
En ese mismo contexto, la dadiva de información por parte de ministerios como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Ministerio de Sanidad y Consumo, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Organización de Naciones Unidas (ONU) Institutos Nacionales de la Salud y en el caso de Venezuela el Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE) en cuanto a la influencia en la salud humana a causa del consumo de los alimentos genéticamente modificados es indispensable, inmiscuyendo a su vez a los diferentes grupos preocupados por tal problema, es pertinente llenar todos esos vacios de información existentes en la sociedad a fin de dar a conocer los daños ocasionados por parte de la ingeniería genética con estos organismos modificados para los cuales es necesaria la utilización de un virus para alterar los genes el cual afecta al consumidor.
Para la evaluación de los productos alimenticios se ha introducido el concepto de Equivalencia Sustancial, según el cual, si un alimento procedente de la nueva biotecnología se puede caracterizar como equivalente a su predecesor convencional, se puede suponer que no plantea nuevos riesgos, y por lo tanto, es aceptable para consumo pero se tendría que explicar cómo pueden ser equivalentes aquellos alimentos sometidos a millones de años de evolución, con aquellos que se crean en laboratorios a base de insertar genes de bacterias, ratas y otros organismos políticamente indeseables además de cómo podrían ser semejantes aquellos alimentos que creó Dios en el Génesis, de aquellos que se crean en laboratorios, se señala que el enfoque de equivalencia sustancial es inadecuado para encarar los posibles riesgos de las plantas transgénicas, y quisieran que dichas plantas fueran sistemáticamente analizadas en busca de cualquier diferencia cualitativa o cuantitativa respecto de las plantas tradicionales, y sometidas a sistemáticos análisis de toxinas.
Otros, sin embargo, esgrimen que habría que realizar carísimos y complejos ensayos con todas las nuevas variedades de plantas que se producen, independientemente del método de obtención y las pruebas se multiplicarían al infinito si se quisiera conocer cómo afectan diversos factores ambientales a su composición a lo largo del tiempo.
Parece que la ingeniería genética no es tan precisa y exacta como nos quieren hacer ver. Primero en la fase de creación y después en la convivencia con otros seres vivos, sus criaturas están sometidas a infinidad de complicados factores, circunstancias y procesos, que sus científicos no dominan ni conocen, y menos aún, controlan y manipulan con un mínimo de seguridad y garantía. Aún así, los alimentos transgénicos -brillantes y relucientes hijos de la ingeniería genética- son cultivados y degustados por la humanidad porque así lo quieren empresarios,
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