Sabemos que la tecnología depende de una ideología y como característica, al igual que la ciencia

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL

Ciencia, Arte y Conocimiento

2016

Comisión 15-Tutor: Cancillieri, Pablo

El costo real (2015), Dir. Andrew Morgan.

Sabemos que la tecnología depende de una ideología y como característica, al igual que la ciencia, está hecha por seres humanas con distintas intenciones que no siempre son éticas (recordemos que se puede utilizar una bomba para matar a miles de personas), es decir la construcción tecnológica no siempre es utilizada para un bien.

Podemos decir que la apertura o campos tecnológicos se origino a partir de dos respuestas a necesidades humanas, pero con la ayuda primordial de la ciencia, con  la aplicación de un conjunto de conocimientos.

Los progresos que hemos tenido a nivel social gracias a la tecnología son muy grandes. Estas se implementa en distintas terrenos, a partir de material primo, maquinas y herramientas necesarias para la utilización y o fabricación de los “objetos” a crear, diseñar, perfeccionar los mismo ya sean los alimentos, medio ambiente, construcciones.

La ciencia y la tecnología atraviesan todo eso no podemos dejar de aceptarlo, pero como así también el arte no queda ajeno a esta cuestión.

¿Qué lugar ocupa el arte en la tecnología y ciencia? ¿Cómo podemos articular para que exista un puente entre ellos? ¿Cómo se insertan a nivel social?

La práctica artista requiere del desarrollo e investigación científica para poder plasmar obras que sin este respaldo permanecerían solo en el ideario de los artistas.

Se utiliza el arte como marco pero traspasar las funciones que las tecnologías y el diseño adquiere en la actualidad como ejemplo la naturaleza he sido objeto de muchas expresiones artísticas realizadas con diferentes materiales.

En las expresiones artísticas observamos como el trabajo terminado por un artista desprende matices, formas, textura, pero ¿Qué recorrida tiene ese material para llegar hasta allí?

El origen de cierto material puede producirse en condiciones clandestinas, Si hablamos del material textil, nuestro país no está ajeno a esta problemática, un claro ejemplo es en la ciudad   de Córdoba, un taller clandestino administrado por un ciudadano proveniente de Bolivia el cual se mostro como presidente de la cooperativa de trabajo. Está reclutando familias para tareas textil, con la falsa promesa de pagarles todos los meses a cada una de ellas montos que nunca llegaran a sus bolsillos, ya que padecían el descuento de alimentos y medicamentos prometidos por el dueño del taller.

Estas familias oriundas de Bolivia trabajaban y convivían hacinados en ambientes precarios, vivían en ambientes precarios, en un inmueble al lado del galpón de trabajo. La vivienda poseía un baño para ambos sexos una sola cocina para toda la familia.

En los locales observamos las prendas terminadas, pero muchas veces ignoramos el origen de aquellas, y como las personas que la realizaron padecieron en la clandestinidad. El pago por cada una de ellas de 20 a 40 centavos para venderlas $500 en los locales.

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