Separación Basura

SEPARACION DE BASURA

INTRODUCCION

Se escogió este tema por que creo es importante tomar conciencia de que la basura se ha convertido en un grave problema que nos afecta a todos estamos terminando con nuestros recursos naturales pienso que es momento de decidir que el reciclar los desechos es muy importante sobre todo en materia turística, imaginen que en un futuro tal vez no muy lejano ya no tengamos espacio para depositar la basura y por tal motivo las playas que hoy conoces se conviertan en ello, ya nadie querrá asistir a ellas.

El ensayo trata del programa de recolección de basura que el gobierno de la ZMG implementa para concientizar y tratar de formar una cultura de reciclaje en las personas que habitan en la misma, de sus deficiencias y esto a su vez como nos beneficia o perjudica en cuanto a lo que se refiere a turismo.

Las limitantes que se tuvieron para la realización de este ensayo fueron que se cuenta con poca información sobre el tema y la poca que hay no esta muy clara

SEPARACION DE BASURA

La idea del reciclaje no es nueva. Nuestros antepasados lo hacían porque al ser tanta la escasez en la que vivían, valía la pena reutilizarlo casi todo. Durante los dos últimos siglos los costos de producción se han reducido mucho. Para muchos productos, eso ha significado que sea más barato tirarlos una vez utilizados que lavarlos, reciclarlos y volverlos a usar.

Paralelamente a este progreso tecnológico han aparecido unos grupos de presión a los que les disgusta que la gente tenga la libertad de desechar lo que le plazca y eso ha hecho que, desde el punto de vista del reciclaje, los productos del mundo se dividan hoy en cuatro grupos.

Primero están los bienes que reciclamos voluntariamente: las cuberterías de acero inoxidable, los platos de duralex (no los de papel) o la ropa son ejemplos de bienes que todos preferimos lavar y reutilizar. Fíjense en que para que la gente recicle este tipo de productos no hacen falta ni regulaciones, ni cánones, ni propaganda institucional.

En el otro extremo están los productos que nadie quiere reciclar, como el papel higiénico. En este grupo también hay bienes que nuestros abuelos reciclaban y nosotros, al tener alternativas mejores, no, como los pañales de los bebés o las compresas femeninas (que antiguamente eran de tela y se reutilizaban tras un lavado).

El tercer grupo de bienes son los que no se reciclarían si no fuera por el marketing medioambiental. Perdón. No es marketing. Son “campañas de sensibilización”. En este grupo está el papel: durante el “día de la Tierra” los maestros llevan a los niños de excursión a la montaña y, tras plantar un bonito árbol, les explican que cada vez que pintan un folio, están matando a una criatura tan preciosa como la que acaban de plantar.

Independientemente de los daños psicológicos que sufren los pobres chavales cada vez que hacen los deberes, nadie les explica que el papel proviene de árboles plantados expresamente para ser transformados en papel. Reciclar papel para salvar los árboles tiene tanto sentido como reciclar pan

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