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Separación Gran Colombia


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2012  •  Trabajo  •  8.167 Palabras (33 Páginas)  •  529 Visitas

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La retirada de la Torre de Araure y la de Morales de Calabozo, facilitan la maniobra de concentración de las fuerzas republicanas prevista por Bolívar. Éste entra en Araure el 30 de mayo, y avanza hacia San Carlos, que ocupa el 2 de junio sin combatir, pues los realistas lo evacuan poco antes de su entrada. El Libertador fija San Carlos como el lugar definitivo de concentración de sus fuerzas. Allí llega Páez con su caballería el 7 de junio, y el 11 entra su infantería. Dos días después, el 13, la división de Urdaneta liberta a Barquisimeto. Durante esos días Reyes Vargas ha sido rechazado en San Felipe por los españoles, y Carrillo acude a reforzarlo el 14 de junio. La Torre ha reunido sus tropas en la sabana de Carabobo, incluyendo la caballería de Morales, que ha marchado desde Caracas a reunirse con el general en jefe español. Pero ante la diversión de Cruz Carrillo hacia el Yaracuy, la Torre envía contra él al coronel Juan Tello con 2 batallones, desmembrando así aún más al ejército que puede oponer a Bolívar. El Libertador sabe ya que la batalla decisiva se va a dar en Carabobo. El 13 de junio, desde San Carlos, le ha escrito al vicepresidente de la República, Francisco de Paula Santander: "Espere en la victoria de Carabobo que vamos a dar".

El 16 de junio llega a San Carlos la división del general Urdaneta, pero sin su jefe, que ha quedado enfermo en el camino y por esto no se hallará presente en la batalla. La concentración del ejército republicano de occidente (los Andes y Maracaibo) y del ejército del llano es ya un hecho. Mientras tanto, Bermúdez en la región de Barlovento, con Arismendi y sus margariteños que se le han unido, y Carrillo en el Yaracuy retienen alejados del teatro principal de operaciones a varios batallones realistas. En San Carlos Bolívar organiza a su ejército: vanguardia (Páez), centro (Cedeño), reserva (Plaza) y reanuda la ofensiva. El comandante José Laurencio Silva ocupa Tinaquillo el 19 de junio, tras batir a la guarnición realista. El 20, las fuerzas republicanas dejan atrás El Tinaco. El 23 el Libertador pasa revista a su ejército en la sabana de Taguanes.

Ese mismo día el general Bermúdez intenta una vez más apoderarse de Caracas, pero es derrotado por el coronel José Pereira en las alturas de El Calvario y tiene que replegarse. En la mañana del 24 de junio de 1821, desde las alturas de Buenavista, Bolívar examina con su catalejo de campaña el dispositivo realista en Carabobo, y da sus órdenes. A las 11:00 a.m. empieza la lucha, que durará apenas unas horas pero será dura y sangrienta. Los 2 ejércitos, que cuentan algo más de 6.000 hombres cada uno, combaten con valor. Triunfa el republicano. Los restos del realista se acogen a las fortificaciones de Puerto Cabello. Valencia es libertada de inmediato, y Caracas pocos días después. Puerto Cabello resistirá hasta fines de 1823, pero la causa de la monarquía española está definitivamente perdida en suelo venezolano.

GRAN COLOMBIA

De este modo suele ser designada en la actualidad la vasta República que a instancias del Libertador Simón Bolívar fue fundada el 17 de diciembre de 1819 por el Congreso de Angostura, la cual dejó de existir en 1830. Pero en aquella época su nombre oficial, por el cual la llamaban todos, empezando por Bolívar, fue el de República de Colombia. Su territorio llegó a comprender el de las actuales repúblicas de Venezuela, Colombia (que en aquel tiempo era conocida como Cundinamarca y, sobre todo, Nueva Granada), Ecuador y Panamá. Cuando Bolívar y sus contemporáneos mencionaban a los «colombianos» entendían por tales a los ciudadanos de Venezuela, Nueva Granada (hoy Colombia), Ecuador y Panamá. El nombre de Colombia ha sido un homenaje al Almirante Mayor del Mar Océano, virrey y gobernador general de las Indias Occidentales, Cristóbal Colón, descubridor del Nuevo Mundo, tributo un tanto tardío que sólo vino a plasmarse en el siglo XIX, gracias a la iniciativa y ejecución de 2 venezolanos: Francisco de Miranda, el Precursor de la Independencia de América y Simón Bolívar, el Libertador. Claro que antes de Miranda y de Bolívar hubo antecedentes en el reconocimiento a Colón, pero ello no pasó de la simple sugestión. Entre otros fray Bartolomé de Las Casas, quien propuso para el Nuevo Continente el nombre de Columba, y el jurista e historiador Juan de Solórzano Pereira, quien asomó la denominación de Colonia o Columbania, y más atrás aún, en la corte de Carlos V se habló de que las Indias Occidentales debían ser bautizadas con el nombre de Colón. Miranda, en sus proyectos constitucionales para Hispanoamérica, perfila el mote de continente colombiano y el vocero que edita en Londres a comienzos de 1810 para la propaganda revolucionaria en la América Española, lo intitula El Colombiano.

Bolívar en su Carta de Jamaica (Kingston, 6.9.1815) escribe: «La Nueva Granada se unirá con Venezuela, si llegan a convenirse en formar una república central cuya capital sea Maracaibo, o una nueva ciudad que con el nombre de Las Casas, en honor de este héroe de la filantropía, se funde entre los confines de ambos países, en el soberbio puerto de Bahiahonda. Esta posición, aunque desconocida, es más ventajosa por todos respectos. Su acceso es fácil y su situación tan fuerte, que puede hacerse inexpugnable. Posee un clima puro y saludable, un territorio tan propio para la agricultura como para la cría de ganado, y una grande abundancia de maderas de construcción. Los salvajes que la habitan serían civilizados y nuestras posesiones se aumentarían con la adquisición de la Guajira. Esta nación se llamaría Colombia como tributo de justicia y gratitud al creador de nuestro hemisferio».

Esta declaración del Libertador en 1815 tiene sus raíces en su actuación en Nueva Granada desde finales de 1812, cuando en el Manifiesto de Cartagena (15.12.1812) presenta como medida indispensable «…para la seguridad de la Nueva Granada, la reconquista de Caracas…», y habla con entera propiedad de «…las raíces del árbol de la libertad de Colombia…», excitando a los patriotas neogranadinos a «…marchar a Venezuela a libertar la cuna de la independencia colombiana…» Otro antecedente está en la carta para el general Santiago Mariño, en que Bolívar, desde Valencia, el 16 de diciembre de 1813, puntualiza: «Venezuela unida con la Nueva Granada podría formar una nación que inspire a las otras la decorosa consideración que le es debida (...) Nuestra seguridad y la reputación del nuevo gobierno independiente nos impone el deber de hacer un cuerpo de nación con la Nueva Granada. Este es el voto ahora de los venezolanos y granadinos, y en solicitud de esta unión tan interesante a ambas regiones, los valientes hijos de la Nueva Granada han venido a libertar a Venezuela».

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