Señales de precaución o alerta
Enviado por pao2 • 12 de Agosto de 2011 • Ensayo • 8.880 Palabras (36 Páginas) • 2.037 Visitas
3.5.5 Señales de precaución o alerta
Señalamiento e iconografías que manifiestan al usuario restricción, prohibición o
advertencia respecto a alguna situación en específico. Generalmente se utilizan para
señalar umbrales o pasajes peligrosos, obstáculos, etc
Iconos o Pictogramas para Señalización de Obligación
Argentina: la docena sucia, una preocupación de todos
Los contaminantes orgánicos persistentes son sustancias tóxicas para los humanos y la vida silvestre, ya que interfieren directa e indirectamente en su bienestar
Argentina se comprometió a encarar acciones tendientes a eliminar su producción, uso y disposición final, ya que hay evidencias científicas suficientes de que perjudican la salud y el ambiente.
Una vecina despreocupada y desinformada sobre las consecuencias de su accionar, respecto de su salud y la del ambiente que la rodea, quemaba su basura en el fondo de la casa, para evitar que se acumulara durante más tiempo y fuera un lugar propicio para la proliferación de roedores. Desconocía que el humo que surge de la incineración de los residuos contiene sustancias tóxicas que contaminan la atmósfera. De igual manera, los basurales a cielo abierto que proliferan en nuestra ciudad y las quemas que se realizan producen igual efecto nocivo.
En materia de contaminación ambiental y en cuanto a los perjuicios que causa a la salud de la población hay sobrados ejemplos, desgraciadamente. Muchos productos que se utilizan para la producción agrícola o en campañas sanitarias (como plaguicidas o pesticidas) también contienen sustancias que causan daños irreversibles en la salud de las personas o en la de su descendencia, y también, al ambiente.
No obstante, como comunidad debemos saber que es posible comenzar a revertir estas situaciones para prevenir el riesgo que trae como consecuencia la producción, intencional o no, de estas sustancias químicas tóxicas.
El Centro de Protección a la Naturaleza (una organización no gubernamental que trabaja desde hace 30 años en nuestra ciudad) ha sido designado centro para la zona de actividades de apoyo al Plan Nacional de Aplicación del Convenio de Estocolmo sobre Compuestos Orgánicos Persistentes, los denominados COPs o POPs (por sus siglas en inglés).
Por este motivo, recientemente organizó el Encuentro de Capacitación del Plan Nacional de Aplicación del Convenio de Estocolmo sobre Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs), en el auditorio del Centro Perinatológico del hospital Iturraspe de nuestra ciudad.
Por mandato de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la ONG ofreció esta capacitación como una introducción a los graves problemas que representan los COPs para la salud humana, el ambiente en general y las economías regionales. Dicha capacitación consistió en intercambiar información y sensibilizar a la población a través de los sectores dirigenciales, docentes, investigadores y comunicadores, acerca del Plan de Aplicación del Convenio de Estocolmo sobre COPs, en particular, los generados a partir del incorrecto manejo de los residuos.
En la oportunidad, disertaron los Ing. Carlos Martín y Eduardo Lorenzatti, Intec-Conicet-UNL; la Ing. Diana Carrero, especialista ambiental de la UTN que trabajó en la Asociación Argentina de Médicos por el Medio Ambiente, y Jorge Rabey, integrante del Centro de Protección a la Naturaleza.
Apuesta de todos
El Convenio de Estocolmo es un tratado internacional firmado por nuestro país el 2 de mayo de 2001 y aprobado por la ley 26.011, sancionada el 16 de diciembre de 2004. Entró en vigencia el 17 de enero de 2005, cuando fue publicada en el Boletín Oficial. Tiene categoría constitucional, motivo por el cual es obligatoria para los gobiernos nacionales y provinciales. Hasta la fecha, son 152 los países que firmaron este convenio (en Internet: www.pops.int).
Pretende terminar con la producción y el uso de las sustancias químicas que se encuentran entre las más dañinas del mundo. Actualmente, el convenio genera la obligatoriedad legal para con la legislación internacional sobre doce sustancias químicas, a la que se conoce como docena sucia o venenos sin fronteras. No obstante, otras con características similares pueden ir siendo incorporadas, tras la revisión de un comité de examen de los Contaminantes Orgánicos Persistentes.
Es el primer instrumento mundial legalmente vinculante que apunta a proteger la salud humana y el ambiente, controlando la producción, el uso y la disposición de sustancias químicas tóxicas, de cuyos efectos potencialmente negativos en los seres humanos se tiene cada vez más evidencias firmes. Esto se encaró teniendo en cuenta el criterio de precaución (o principio precautorio) consagrado en el principio 15 de la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo.
Por este motivo, se debe advertir que la mayor parte de las sustancias químicas peligrosas (especialmente, los COPs) ha demostrado producir daños serios e irreversibles a la salud humana y el ambiente.
Evidencias de toxicidad
La docena sucia son toxinas que han sido relacionadas con el cáncer y el daño del sistema inmune y reproductivo de las personas. También son tóxicas para la vida silvestre, dañan ecosistemas y amenazan a especies enteras.
Argentina es uno de los países que recibió fondos para desarrollar Planes Nacionales de Implementación que permitirán, con el tiempo, detener la producción de estas sustancias dañinas y limpiar depósitos de químicos peligrosos obsoletos. En nuestro país existen esos depósitos de agroquímicos prohibidos obsoletos, que el Senasa está relevando.
Se consideran particularmente peligrosas debido a las características que comparten: son tóxicas para los seres humanos y la vida silvestre:
Persistentes: permanecen intactas en períodos extensos, resistiendo su degradación. Orgánicos: poseen alta solubilidad en grasa, se acumulan en el cuerpo de los seres humanos, animales marinos y otro tipo de fauna silvestre. Se encuentran en altas concentraciones en las partes más altas de la cadena alimentaria, lo que se conoce como bioacumulación. Contaminantes: pueden tener consecuencias serias en los sistemas nervioso, inmunológico y reproductivo, además de ser causa de otros desórdenes y cáncer.Además de producir daños irreversibles en la salud de las personas, estas sustancias tienen la capacidad de unirse a las materias grasas
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