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Signos Vitales En Reposo Y Esfuerzo


Enviado por   •  13 de Mayo de 2013  •  3.276 Palabras (14 Páginas)  •  1.403 Visitas

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Instituto de Ciencias Biomédicas

Fisiología Humana 1

Dr. Urrutia

“Signos vitales, ruidos cardíacos en reposo y signos vitales en esfuerzo”

Índice

Objetivos 2

Introducción 3

Materiales 11

Metodología 12

Resultados 14

Conclusión 18

Bibliografía 19

Objetivos

Específicos:

Analizar el concepto de signos vitales y cada uno de los parámetros clínicos que los conforman (pulso, frecuencia respiratoria, temperatura, presión arterial).

Observar y comprender las diferencias entre los signos vitales en reposo y los cambios que ocurren en dichos signos al someter al paciente a un ejercicio moderado.

Así mismo aprenderá la localización y la correcta auscultación de los ruidos cardiacos en un individuo joven en reposo.

General:

Analizar y conocer el concepto de signos vitales, así como los valores de una persona en reposo y las variaciones esperadas de dichos parámetros al someter a una persona en un esfuerzo físico moderado.

Además de aprender las técnicas correctas para tomar el pulso, frecuencia respiratoria, temperatura y presión arterial. También se aprenderá a escuchar los ruidos cardiacos y su correcta auscultación.  

Introducción

Previo a describir el concepto y cada uno de los signos vitales, es relevante hacer una pausa y hablar un poco sobre el sistema cardiovascular, ya que este interviene directamente en mantener y variar los parámetros normales de los signos.

El sistema cardiovascular se puede dividir en dos componentes, circulación sistémica y pulmonar. La circulación sistémica se encarga de llevar sangre a todos los tejidos del cuerpo antes de regresarla al corazón, mientras que la circulación pulmonar envía sangre a los pulmones para su oxigenación y eliminación de dióxido de carbono antes de reentrar al corazón. Del mismo modo, el corazón es capaz de actuar como dos bombas separadas: las aurículas y ventrículos derechos y izquierdos, cada una bombea la sangre hacia las circulaciones pulmonar y sistémica respectivamente.

Un ciclo cardíaco consiste de una fase sistólica o contracción del miocardio, durante la cual la presión arterial es la mas alta, y la fase diastólica o relajación del miocardio, durante la cual la presión arterial es la mas baja. El flujo sanguíneo es causado por diferencias de las presiones tanto de la circulación pulmonar como la sistémica. Para que el flujo sanguíneo se de en una forma eficiente, el ciclo cardíaco necesita tener un orden especifico y este es controlado por el tejido nervioso especializado que se encuentra ubicado de forma discreta en segmentos dentro del corazón, incluyendo e nodo sinusal, el nodo atrioventricular, el fascículo atrioventricular y las fibras de Purkinje. Además de lo anteriormente mencionado, el ciclo cardiaco está controlado por los factores extrínsecos de la estimulación nerviosa simpática y parasimpática.

La sangre está compuesta por dos componentes principales: el plasma, que ocupa un 60% del volumen total de la sangre, y el hematocrito, el cual ocupa un 40%. La gran mayoría de los elementos formes de la sangre son eritrocitos, que son los responsables de transportar el oxígeno.

El aumento de flujo sanguíneo al tejido activo aumenta la entrega de oxígeno a dicho tejido. El flujo de sangre a un tejido puede cambiar debido a varios factores importantes, incluyendo alteraciones en el gasto cardíaco y redistribuciones del flujo de la sangre como resultado de la vasodilatación de los vasos sanguíneos en el tejido activo, y la vasoconstricción de los vasos en tejidos inactivos.

El retorno venoso del corazón en reposo, pero especialmente durante la actividad física es ayudado por la bomba respiratoria y la bomba muscular. Después del entrenamiento, el flujo sanguíneo de los músculos activos no sólo aumenta como resultado de un mayor rendimiento cardíaco y redistribución más eficiente del flujo de sangre, sino también debido a las adaptaciones del sistema cardiovascular. Combinadas, estas adaptaciones actúan para aumentar el flujo sanguíneo (y el suministro de oxígeno) a los músculos activos, lo que permite a los atletas realizar mejor tanto esfuerzos máximos como submáximos.

Ya teniendo una visión general de lo que es el sistema cardiovascular, entonces a continuación se describirá el concepto de signos vitales y sus parámetros a evaluar.

Se denominan signos o constantes vitales a las señales o reacciones que presenta un ser humano con vida que revelan las funciones básicas del organismo; de forma más sencilla los signos vitales se pueden definir como señales de vida.

En condiciones normales el organismo diversas funciones que son esenciales, dichas funciones pueden ser medida mediante la observación o ya sea auxiliándonos de aparatos sencillos.

Los signos vitales cambian de una persona a otra, o incluso en el mismo individuo dependiendo la edad, posición del cuerpo, si se encuentra reposo o en ejercicio y enfermedades que padezca.

Los parámetros clínicos que engloban los signos vitales son: el pulso, frecuencia respiratoria, temperatura y presión arterial.

Pulso arterial:

Cuando el ventrículo se contrae, la sangre impulsada hacia la aorta genera una onda de presión que viaja por las arterias y expande sus paredes. La expansión arterial es palpable en forma de pulso. La onda del pulso viaja a una velocidad 15 veces más rápida que la masa sanguínea; en consecuencia, el pulso se siente en la arteria radial cerca de 0.1 seg. Después del máximo de expulsión sistólica en la aorta. Según avanza la edad, las arterias se vuelven más rígidas y la onda del pulso avanza más rápidamente.

El pulso arterial periférico puede explorarse a nivel del canal radial, en las arterias carótidas, cubital, braquial, femoral, poplítea, pedia y tibial posterior.

En condiciones normales, el pulso arterial disminuye de amplitud durante la inspiración, debido a que todos los vasos sanguíneos pulmonares aumentan de tamaño por el incremento de la presión negativa intratorácica; la sangre se acula en los pulmones al tiempo que disminuye el flujo sanguíneo hacia el ventrículo izquierdo, con la subsiguiente reducción del volumen sistólico, y por ende, del pulso. El fenómeno a la inversa ocurre durante la espiración.

Presión arterial:

La presión arterial se genera por el empuje que ejerce la sangre sobre la pared de la arteria, a la que modifica su tensión, por lo que también se denomina tensión arterial. Los factores que determinan

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