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Sistema Inmunologico


Enviado por   •  1 de Octubre de 2012  •  2.613 Palabras (11 Páginas)  •  793 Visitas

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Estamos acostumbrados, gracias a la monstruosa difusión que se hace del SIDA en los medios, a ver al sistema inmunitario humano como un sistema de defensa que suele ser víctima de ataques externos, principalmente por parte del malhadado retrovirus HIV.

También se ha dicho que ciertas enfermedades (varios tipos de cáncer, por ejemplo) son el resultado de una falla en el sistema inmunitario, que no distingue las células normales de las patológicas, produciéndose la enfermedad como consecuencia de tal falla.

La visión clásica (o al menos del hombre común, sobresaturado por el masivo bombardeo seudoinformativo de los medios) es, entonces, que el sistema inmunitario humano es, o bien:

La víctima de un ataque externo (HIV) que lo destruye, matando al paciente,

o bien

La víctima de una falla constructiva o de diseño (es decir, hereditaria) que lo incapacita para detectar células malignas y pone al paciente en otros graves problemas.

¿Es exacta esta mirada?

En ciertos casos. La realidad es más compleja y mucho, pero mucho más aterradora.

El sistema inmunitario humano es, en verdad, un complejísimo y letal sistema de guerra, más eficiente que cualquier ejército. Es cierto que puede ser atacado desde fuera, como hacen las enfermedades infecciosas. Es cierto que puede sufrir una falla constitucional, como en ciertos tumores, que le impide activarse para defender a sus células normales a las que debiera proteger.

Lo que los medios recién están comenzando a descubrir es que el sistema inmunitario humano, en muchas, muchísimas ocasiones, es el responsable de enfermedades tan graves, letales y destructoras de la calidad de vida del paciente como la esclerosis múltiple, el lupus eritematoso sistémico, la artritis reumatoidea deformante y muchas, muchísimas, incontables, terribles enfermedades más.

No se puede vivir sin él, pero muchas veces uno muere a causa de él.

Porque, en estas enfermedades —que llamaremos enfermedades autoinmunes (EA)— por razones no muy bien conocidas, el sistema inmunitario ataca y destruye a células sanas y perfectamente normales del propio organismo. Porque sí nomás. En apariencia.

El sistema de guerra defensiva se vuelve en nuestra propia contra, como misiles propios que cayeran sobre las ciudades a las que se supone defienden.

Imaginemos que no hay un virus HIV que lo destruya. Supongamos que no hay un error que le impida detectar un cáncer incipiente.

Usted no tiene sida, tuberculosis ni cáncer. En esos aspectos, el sistema inmunitario le funciona bien.

Aún así, su sistema inmunitario puede decidir atacarlo. A usted. A su cuerpo. Y muchas veces a su mente.

Es como vivir con el enemigo adentro.

¿Estoy exagerando? De ningún modo. La especialista en inmunología y maestra de inmunólogos cubana, Dra. Elena Kokuina, dice en su trabajo "De la inmunidad a las enfermedades autoinmunes": "El estudio de las enfermedades autoinmunes acapara el interés de la comunidad científica por dos razones importantes: en primer lugar, las enfermedades autoinmunes por su frecuencia y gravedad son una notable causa de padecimientos y disminución de la vida del hombre. En segundo, el entendimiento de los trastornos que conducen a la autoinmunidad patológica podrá ayudar a descifrar los mecanismos de control de la respuesta inmune, los que mantienen el fino equilibrio biológico entre salud y enfermedad".

El texto de Kokuina nos aclara al menos dos cosas: primero que las enfermedades autoinmunes son graves y muy, muy comunes. Segundo: que aún no conocemos los motivos de estos desastres.

Pero vayamos por partes.

No todas las enfermedades autoinmunes son iguales. Básicamente, podemos dividirlas en tres clases principales:

Puntuales: en ellas, el sistema inmunitario ataca a un solo tipo de células, y a ninguna que no pertenezca a ese grupo. Ejemplo clásico: el sistema inmunitario, por algún motivo, odia a las células b de los Islotes de Langerhaans del páncreas. Las ataca y las destruye. Como consecuencia, se desencadena la diabetes tipo 1, más correctamente llamada diabetes mellitus insulino dependiente (DMID). Los diabéticos del tipo 1 son víctimas de la traición de su propio sistema inmunitario.

Sistémicas: en este tipo de enfermedades autoinmunes, el sistema inmunitario ataca no a un grupo de células en particular, sino a todas las que forman un grupo de órganos o sistema. Ejemplo clásico: El sistema inmunitario odia a todas las células del sistema nervioso central, sin discriminar tipo ni funciones. Las ataca y las destruye. El paciente sufre entonces de esclerosis múltiple. Podríamos considerarlo una traición completa y omnímoda, dirigida a todos los habitantes de un país.

Generales: el sistema inmunitario odia a los componentes de múltiples sistemas, de todos ellos, o al menos, con toda seguridad, de más de uno. Ataca y destruye, por ejemplo, a las células de la piel, a las del corazón y pulmones, a las de los riñones, del sistema nervioso central y de las articulaciones. Es como tener una manada de lobos hambrientos dentro del propio cuerpo. Adecuadamente, la enfermedad que acabo de describir se conoce como "lupus" (el lobo).

Acaso el lector se sorprenda, pero la lista de enfermedades producidas por el ataque del propio sistema inmunitario es casi interminable: aparte de la diabetes, la esclerosis múltiple y el lupus, nombraremos a las alergias, las artritis, la artrosis, el SAA (Síndrome de Anticuerpos Antisfosfolipídicos, que ataca y destruye las válvulas cardíacas), el Síndrome de Sjögren (donde el sistema inmunitario ataca simultáneamente al hígado, la tiroides, el sistema nervioso periférico y los tejidos del ojo), la granulomatosis de Wegener (grave enfermedad renal), las vasculitis sistémicas (ataque a los vasos sanguíneos), la glomerulonefritis (destruye los glomérulos, estructuras renales que filtran las toxinas, convirtiendo al paciente en un enfermo renal grave), la esclerodermia (destrucción y endurecimiento de la piel), múltiples enfermedades hepáticas, la enfermedad de Behcet (úlceras en la boca y los genitales, con severa inflamación de los vasos sanguíneos del ojo), la miastenia grave (el sistema inmunitario destruye las conexiones neuromusculares), la enfermedad de Graves (el sistema inmunitario destruye ciertos tejidos de la tiroides, provocando un espantoso bocio y un hipertiroidismo severo), la dermatomiositis (destrucción del tejido conectivo de la piel y los músculos), ciertos tipos de anemia perniciosa, la enfermedad de Hashimoto (tiroiditis crónica, provocada por una reacción del sistema inmunitario

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