Sociales

La carencia de una cultura de respeto a la ley, entendida ésta en un sentido amplio, no es algo nuevo en México: podríamos ubicar su origen desde la época colonial; tampoco es una situación exclusiva de nuestro país; de hecho no hay país en el mundo en el que todas las leyes se cumplan y se respeten “religiosamente”. Pero cualquiera que sea el indicador que se tome al respecto, México se cuenta actualmente entre los países en los que las leyes se respetan en menor grado y es evidente que en nuestra sociedad las normas se cumplen sólo cuando hay una amenaza clara de sanción y existen autoridades con capacidad para aplicarla.

Esta carencia de cultura de respeto a la legalidad obedece a varios factores políticos, sociales o económicos, destacando los siguientes aspectos:

El primero, es que una buena parte de las leyes no se puede cumplir, porque es muy común que dichas leyes se contradigan con otras de igual o menor jerarquía; o porque son obsoletas o inadecuadas o simplemente porque no hay autoridades suficientes, ni eficientes, ni con capacidad técnica o jurídica para hacerlas cumplir.

El segundo, es la ignorancia, el temor o el desprecio que sienten los diversos sectores sociales respecto a las leyes; siendo principalmente en los sectores con menores recursos económicos donde se percibe a las leyes como impuestas, es decir decididas al margen de ellos y, en consecuencia, se ven como ajenas a ellos, percibiéndolas que fueron hechas para perjudicarlos, no para protegerlos. Por su parte, en los grupos de recursos económicos altos la percepción es más o menos inversa, es decir, se percibe que las leyes están para favorecerlos, pero sólo a ellos, y cuando no es así se busca cualquier resquicio técnico para evadirlas... más información en el impreso de MASEUAL 83, hoy último día en los puestos de revista de todo el estado de Morelos

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