Sociología
Enviado por itxelina • 31 de Mayo de 2012 • 494 Palabras (2 Páginas) • 359 Visitas
El catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Fernando Vallespín, el sociólogo y profesor en la Universidad de Salamanca (USAL) y autor del libro '15-M ¿quiénes son y qué reivindican?', Kerman Calvo, y el catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) Mariano Fernández Enguita han coincidido en reclamar al movimiento 15-M que resuelva la disyuntiva que supone tratar alcanzar el punto de equilibrio entre máxima representatividad política y eficacia a la hora de tomar decisiones.
Durante la jornada '15-M: un año después', organizada por la Fundación Ideas con motivo del primer aniversario del movimiento y que ha tenido lugar este jueves, los tres expertos han valorado de manera positiva la rebeldía ciudadana que ha supuesto este movimiento. Sin embargo, durante sus intervenciones no ha habido un acuerdo a la hora de valorar su protagonismo social y, especialmente, hacia dónde debe orientarse su futuro.
Vallespín, tras calificarse como simpatizante del movimiento, se ha mostrado "duro" al tildarlo de "narcisista" y "populista", ya que lo acusa de "escaparse" de las críticas al situarse "fuera del sistema". Si bien ha reconocido que el 15-M ha tenido la virtud de "objetivar" el pensamiento de una parte de la población y de "repolitizar la igualdad", ha explicado que "debe institucionalizarse" y, en este sentido, ha señalado como ejemplo el Partido Pirata.
"Es cierto que cayó sobre sus espaldas un exceso de responsabilidad", ha explicado Vallespín, "pero yo esperaba más". Así, el catedrático ha advertido del riesgo que sufre el movimiento de "caer en el populismo" que se caracteriza por un discurso "contrario" a las élites y la "simplificación" de la realidad por "arrogarse la representatividad de todo".
Por su parte, Calvo y Fernández Enguita se han mostrado menos críticos durante sus intervenciones. Así, Calvo ha explicado que la sociedad sería "muy injusta" con el 15-M si se le exigiera una capacidad de concreción "propia de movimientos con 40 años de historia" y ha señalado que con "solo" un año "ninguna claridad puede emerger en tan poco tiempo".
Para Calvo, el 15-M se enfrenta ahora a una encrucijada que encara el camino de mantenerse sin visibilidad, o por el contrario, institucionalizarse. En este sentido, el sociólogo ha explicado que el movimiento "está optando por ser una criatura híbrida" ya que sus integrantes han aprendido mucho "sobre la marcha", aunque no saben como enfrentarse a la "logia externa" de la relación con el sistema. Por último, no ha dudado en definir la ideología de los 'indignados' como
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