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Síndrome de Williams: crecen las investigaciones


Enviado por   •  10 de Enero de 2017  •  Informe  •  2.412 Palabras (10 Páginas)  •  122 Visitas

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Síndrome de Williams: crecen las investigaciones

Descubierto hace poco más de medio siglo, el síndrome de Williams se presenta en 1 de cada 7.500/13.000 nacidos. Con características físicas particulares, existen asociadas diferentes patologías que requieren atención. Ha despertado el interés de los investigadores, que buscan establecer el cómo y el por qué se produce la microdeleción en el cromosoma 7 que lleva a la pérdida de un número de 25 a 28 genes y cómo cada uno de estos incide en el cuadro clínico.

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Introducción
La Genética es una de esas ciencias en las que, cuanto más se sabe, más misterios salen a la luz
Si bien la herencia en algunos casos permite fundar las causas por las que la compleja cadena del ADN humano sufre alguna defección, la comprobación de que en muchos otros la disrupción se realiza en forma espontánea, sin que aparentemente puedan determinarse condiciones del tipo que sea que favorezcan estas anormalidades, es una cuestión que desvela a los genetistas.
Sin embargo, los avances en la materia son constantes, sobre todo si se piensa en que todavía un siglo y medio atrás aun subsistían teorías que predicaban la espontaneidad de las enfermedades y que, aun cuando se descubriera la existencia de los organismos patógenos, los antibióticos para combatir sus infecciones son un descubrimiento relativamente reciente en la historia de la Humanidad.
La aparición de enfermedades y de síndromes raros, que no obedecían a causas infecciosas, no hallaban explicación alguna, más que atribuirlas a errores de la Naturaleza.
Los nuevos descubrimientos permiten, cuando menos, explicar en qué consisten esos “errores” y, por lo tanto, habilitan una serie de investigaciones para determinar por qué se producen y, quizás en un futuro no muy lejano, poder intervenir eficazmente sobre ellos, sea en forma preventiva, sea como tratamiento para revertirlo.

Qué es el síndrome de Williams (SW)
Este Síndrome fue descripto completamente por primera vez en 1961 por el cardiólogo neozelandés John Wi-lliams, que halló ciertos rasgos fenotípicos, confirmados en 1964 por el pediatra alemán Alois Beuren, quien agregó algunas otras características al cuadro, por lo que también se lo conoce como Síndrome de Williams-Beu-ren. En realidad, la primera información que se tuvo al respecto fue publicada por el pediatra suizo Guido Franconi (considerado uno de los fundadores de la Pediatría moderna) en 1952, en un trabajo en el que presentaba algunas características de un paciente que, sin configurar la totalidad de la sintomatología del SW, lo anticipaba.
Se trata de un trastorno genético ubicado en el cromosoma 7, en ocasiones mal llamado monosomía 7, puesto que muy raramente un ser con una sola copia de cualquiera de sus cromosomas sobrevive. Es, en todo caso, de una deleción, esto es, la pérdida de una parte de él, estimada entre 25 y 28 genes, que se produce en el momento de la concepción. En rigor, podemos hablar de una microdeleción que ni siquiera es observable con un microscopio, teniendo en cuenta que existen aproximadamente 20.500 distribuidos desigualmente entre los 46 cromosomas.
Esta falta se advierte en la región 7q11.23. En la mayoría, el borramiento se produce en uno solo de los cromosomas, aunque raramente puede afectar al par. Todavía menos frecuentes son algunos sujetos en quienes la región se halla sin falta, aunque en un orden anómalo. Según el grado mayor o menor de deleción será la manifestación sintomática.
Se cree que uno de esos genes, el regulador de la elastina es, de entre todos, el que más contribuye a la sintomatología, puesto que esta proteína es la que permite que los vasos y los tejidos corporales se estiren, lo que explicaría varios de los síntomas usuales. Se desconoce la relación entre los demás genes faltantes y los demás síntomas asociados.
No existe evidencia de una distribución desigual por sexo u origen étnico. Si bien un padre o una madre que posean el cromosoma defectuoso pueden transmitirlo al 50% de su descendencia, la mutación es espontánea en la gran mayoría de los casos, al punto que las posibilidades de tener otro niño con igual condición en aquellos que hayan tenido un hijo con SW es tan remota que se asimila a la de quienes nunca tuvieron uno.
Su prevalencia se establece en 1 de cada 7.500/13.000 nacimientos. Esta amplitud posiblemente se deba a que la sintomatología y los rasgos físicos que caracterizan al Síndrome suelen ser difíciles de detectar en la infancia temprana y aun más tarde, en concordancia con que sus manifestaciones tienen una gran amplitud, por lo que los casos más leves es posible que escapen al diagnóstico y se atribuyan las complicaciones a la salud a otras causas.

Los síntomas
Además de algunos perceptibles a simple vista, como los rasgos faciales típicos (estrechamiento de la frente, aumento del tejido alrededor de los ojos, el espacio entre la nariz y el labio superior largo y liso, mandíbula pequeña, labios gruesos, mentón pequeño, nariz respingada, mofletes prominentes y algo caídos, entre otros), hay distintas afecciones que implican problemas de diversa seriedad.
En lo que respecta al aparato musculoesquelético, las personas con SW suelen manifestar laxitud articular, así como disminución del tono y la fuerza muscular. También es posible que con el paso del tiempo se desarrollen alteraciones de la columna vertebral tales como escoliosis (curva en forma de S o de C), cifosis (curva de 45 grados o más hacia afuera) y lordosis (curvatura anormal hacia adentro), que en sus instancias más graves pueden limitar la movilidad.
En lo que referente al oído, si bien anatómicamente no presentan mayormente alteraciones significativas, es usual que sean hipersensibles a los sonidos, lo que no implica hiperacusia, sino una sensibilidad de umbral muy bajo, por lo cual ciertos sonidos normales pueden resultarles molestos o dolorosos.
Algunas deficiencias en la vista son estrabismo, iris estrellado, que se aprecia sobre todo en personas con ojos claros, y miopía
En estas personas el cutis es algo laxo, con tendencia a mostrar un envejecimiento precoz, así como encanecimiento temprano. Es común la presencia de hernias inguinales o umbilicales.
Uno de los aspectos más preocupantes del SW es el referido al aparato cardiovascular. Cerca del 80% de los pacientes tienen defectos estructurales en el corazón y en los vasos sanguíneos.
Entre las malformaciones principales se halla la estenosis (estrechamiento) aórtica supravalvular (en el 75%), la de las ramas pulmonares periféricas, la valvular aórtica, problemas en la válvula aórtica (bicúspide en lugar de tricúspide, es decir, con dos valvas en lugar de las tres normales), el prolapso de la válvula mitral y otros.
Estos estrechamientos vasculares no se limitan solamente a los cardiacos, sino que es posible que afecten a otras vías, como las pulmonares, las cerebrales y las renales, lo que produce inconvenientes en cada uno de esos órganos e inclusive hacen que exista una tendencia en el 50% de estas personas a sufrir de hipertensión.
El aparato genitourinario también tiene sus complicaciones. En ese sentido, uno de los principales es la nefrocalcinosis (acumulación de calcio en los riñones) e hipercalcinemia en la infancia, en general, que tiende a mejorar con la mayor edad. Frecuentemente existe una mala función de la vejiga, lo que puede derivar en urgencia en la micción, así como en incontinencia nocturna. No son raras las infecciones urinarias.
Los recién nacidos con SW tienden a un menor peso y a una talla más reducida, lo que se correlaciona con que la expectativa a futuro es que su estatura alcance entre 10 y 15 cm menos que lo esperable en el promedio familiar. Asimismo, es frecuente el retraso en el crecimiento y que en los primeros meses de vida existan problemas de alimentación y gastrointestinales que coadyuvan a ello.
También el desarrollo psicomotor es problemático, con retrasos en la adquisición de habilidades motoras y del lenguaje. Durante la infancia suelen ser comunes la falta de equilibrio, de la coordinación del movimiento, de la orientación espacial y la motricidad fina.
En lo comportamental, su característica es ser extrovertidos, aunque en la niñez pueden presentar problemas de relación con pares, no así con adultos. Poseen una sensibilidad extrema, por lo que son fácilmente perturbables. Sobre todo hasta la adolescencia, tienden a ser extremadamente confiados y extrovertidos, lo que puede importarles inconvenientes. También es frecuente que manifiesten ansiedad y algunas fobias.
Otro rasgo muy presente es el retraso mental, que afecta al 75% de las personas, aunque lo más frecuente es que se ubique entre los grados de leve y moderado, con un CI cercano a 60-70.
El retraso inicial en el lenguaje lo recuperan alrededor de los 3 o 4 años, logrando un vocabulario relativamente adecuado, con buena expresividad.
Tienen capacidad para aprender, por lo que es imperativo brindarles el apoyo que sea necesario. Si bien son memoriosos (más en los aspectos relacionados con el lenguaje), su atención no se mantiene por mucho tiempo, lo que es un ítem a trabajar. Sus habilidades lingüísticas superan con creces a las motoras ya las visoespaciales y otras, como la musicalidad, suelen hallarse por encima del promedio.

Diagnóstico
Sobre todo en los casos más serios, los rasgos externos son la primera señal que lleva a la sospecha, aunque, de todas maneras, es necesario realizar algunas pruebas que certifiquen que se está ante el síndrome. En otras ocasiones, cuando no resulta tan evidente, alguna de las patologías asociadas es la llave que habilita la presunción.
El método más usual, al igual que para otros problemas de causa genética, es la hibridación in situ por fluorescencia (FISH, por sus siglas en inglés), enfocada al cromosoma 7, que es donde está el problema. Este es el modo de mayor precisión para determinar la presencia del SW, pues, salvo en los rarísimos casos en que no existe deleción sino un mal ordenamiento, el estudio detecta la falta con un altísimo grado de eficacia (ronda el 98%).
También puede realizarse un examen que busque la presencia de los signos más frecuentes, como los problemas de estrechamiento de los vasos, el nivel elevado de calcio en sangre, el iris en forma de estrella, ecocardiograma combinado con ecografía dopler que muestre los problemas cardiovasculares, ecografía renal, presión arterial elevada, etc., información que, una vez reunida por un profesional idóneo, lleva a un diagnóstico altamente probable.

Tratamiento
Como ocurre en la gran mayoría de los trastornos genéticos, hasta el presente no es posible revertir el SW, por lo que el tratamiento debe ser sintomático, atendiendo a las distintas patologías que presente cada paciente particular, puesto que no todos tiene los mismos síntomas ni con igual intensidad.
Para los problemas tempranos de retención de calcio, se recomienda, además de la medicación que ayude a eliminarlo, no ingerir alimentos que lo contengan, así como evitar la vitamina D, que es la que regula el paso del calcio.
Por su parte, los estrechamientos de las vías vasculares requerirán de fármacos que ayuden a aliviarlos.
En los casos de baja tonicidad muscular y en aquellos que presenten problemas articulares, la fisioterapia es un tratamiento a considerar.
Como estas personas son capaces de aprender, es una buena opción brindarles los auxilios necesarios para que pueda desarrollar sus capacidades y lograr mejores desempeños.
Quizás algunos padres necesiten también del apoyo de otros en su misma situación, para compartir experiencias e información, para lo cual existen grupos de autoayuda y foros accesibles en internet.
Un tema a tener en cuenta es que para evitar el agravamiento de la sintomatología el seguimiento médico de estas personas dura toda la vida y es necesario realizar exámenes al menos una vez al año, así como deben respetarse estrictamente los tratamientos. Si se siguen los procedimientos adecuados, que estarán indicados por profesionales de diversas especialidades, se logra la mejoría de los síntomas.
Al menos hasta el presente, no hay forma de prevenir el SD, puesto que se desconoce qué es lo que lleva a que se produzca la disrupción.

Las investigaciones
Las distintas asociaciones que se preocupan por los pacientes con SW resaltan que el interés por el estudio del síndrome crece exponencialmente.
En ese sentido, existen múltiples investigaciones en curso, encaminadas a resolver distintos temas y lograr encaminarse en la cura o en una mejora sustancial de la condición de las personas.
Entre otros el Salk Institu-te's Laboratory for Cognitive Neuroscience, fundado en 1960 por el afamado Jonas Salk, el descubridor de la primera vacuna contra la poliomielitis, ubicado en La Jolla, California, desarrolla una serie de estudios relacionados con una amplia variedad de desórdenes cerebrales, entre los que se incluye el SW.
Respecto de él, implementan baterías de tests con el objeto de comparar el cerebro de las personas con SW, Down y el de aquellos sin ningún compromiso, que incluyen habilidades de la palabra y motrices. A partir de las diferencias existentes, se busca establecer si existen diferencias morfológicas en el cerebro y cuáles son. Para ello están desarrollando un programa computacional que transforma las imágenes bidimensionales en 3-D, que permita efectuar mejores comparaciones entre las distintas áreas y sus funciones entre los tres grupos.
En la Escuela de Medicina de Stanford, en el Center forInterdisciplinary Brain Sciences Research, está en pleno curso una investigación con una meta similar a la anterior. En efecto, a través de las técnicas de imaginería buscan establecer una correlación entre los síntomas conductuales y las estructuras cerebrales que muestren alguna anormalidad, para tratar de comprender mejor las bases neurales de las conductas típicas y poder actuar sobre ellas.
Dos fuentes de supervisión y financiamiento de distintos proyectos, que intentan establecer los cómo, cuándo y por qué se produce la deleción, son los NationalInstitutes of Health (NIH) y el National Institute of Neurological Disorders and Stroke (NINDS), que se ocupan de todo lo relacionado con la salud en el territorio de los EE.UU., el primero, y con lo que tiene que ver con los desórdenes neurológicos. Se estima que solamente en ese país existen entre 20 y 30.000 personas afectadas.
En ese sentido, entre muchos otros estudios patrocinados por estos dos institutos tratan de establecer la asociación entre los distintos genes faltantes y las características faciales, cognitivas, neurológicas y de personalidad que aporta el SW.
Por tratarse de un síndrome relativamente nuevo, las investigaciones se encuentran dirigidas a establecer cuestiones básicas, para luego pasar a la etapa siguiente, es decir, buscar las formas de revertirlo.

Para finalizar
Puede que las noticias sobre investigación sean desalentadoras para quienes esperan una solución a su problema, aunque el interés que ha despertado el SW en las últimas décadas crece exponencialmente, lo que permite albergar ciertas expectativas (siempre cautas) a su respecto.
La contención de su entorno y la dedicación para atender a los problemas asociados son la mejor vía para mejorar la calidad de vida de estas personas y potenciar sus capacidades, que no son pocas.

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