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Síntesis: El Origen De Las Especies De Carlos Roberto Darwin

Hutch16 de Septiembre de 2014

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Primeramente Darwin comienza con afirmar que descendemos de una raza inferior y darnos pruebas de sus fundamentos, pero se cuestiona lo siguiente ¿Nosotros los humanos somos igual de susceptibles a enfermedades, deformaciones y alteraciones como todos los demás animales que se rigen sobre la faz de la Tierra? Y si esto es cierto entonces podemos definir que el hombre se descompone como especies o razas humanas (depende como se esté llamado a decirle), y a su vez, estas están distribuidas por todo el globo terráqueo. Entonces “¿De qué modo estas razas están distribuidas sobre la Tierra, y cómo influyen unas sobre otras, tanto en la primera como en las demás generaciones, cuando en ella hay entre cruzamientos? ¿Se sobreponen mutuamente y se reemplazan unas á otras hasta el punto de llegar a extinguirse algunas?”.

La respuesta a estas preguntas o a la mayoría de las incógnitas, como para todas las especies animales, debe de ser afirmativa. Hasta la misma conformación corporal del hombre presenta vestigios, más o menos claros, de su descendencia de alguna forma inferior. En los siguientes capítulos Darwin nos dará ejemplificaciones de que nosotros presentamos vestigios, ya sean de la psiquis o de la conformación corporal humana, de varias especies inferiores y superiores.

En tanto a la conformación corporal del hombre es sabido que está constituido sobre el mismo esquema general que todas las demás especies de mamíferos. Todos los huesos, músculos, nervios, vasos sanguíneos y vísceras internas son comparables de entre los humanos a las demás especies de mamíferos. Aún el cerebro, que es el que nos identifica como una raza superior, sigue y cumple con esta misma ley. El cerebro más cercano y más parecido al del hombre es de los orangutanes, ya que tienen cada hendidura principal y pliegues análogos con el de los humanos; aunque estos no concuerden completamente en ningún período de su evolución pues si fueran homólogos tendrían las mismas facultades mentales. Vulpian hace la siguiente observación: “Las diferencias reales que existen entre el encéfalo del hombre y de los monos superiores son excesivamente tenues. Sobre este particular no podemos hacernos ilusiones. Por los caracteres anatómicos de su cerebro el hombre se aproxima más á los monos antropomorfos, que éstos no sólo a ciertos mamíferos, sino aun á ciertos cuadrumanos, como los macacos”.

Entiendo que este parecido con los demás mamíferos es tal y que además nos afectan cosas muy parecidas es de esperarse que el hombre pueda tomar de animales inferiores ó transmitirles, a su vez, enfermedades tales como la rabia, las viruelas, etc., hecho que prueba la gran similitud entre sus tejidos, tanto en su composición elemental como en su reacción química (claramente comprobable por medio de un microscopio o de los mas minuciosos análisis químicos). Por ejemplo los monos están sujetos á muchas de nuestras enfermedades no contagiosas; Kengger, quien ha observado por mucho tiempo al Cebus Azarae en su país natal, les ha visto padecer catarros, con sus ordinarios síntomas, y terminando, cuando la demasiada frecuencia se repetía por la tisis. Además de que estos monos también sufren de varias apoplejías, inflamaciones y cataratas. Los remedios producen en ellos los mismos efectos que en el hombre. Muchas especies de monos tienen un pronunciado gusto por el té, el café y las bebidas espirituosas; fuman también el tabaco con placer. Estas similitudes que encontramos nos sirven de prueba para poder afirmar que éstos mamíferos tienen una psiquis parecida a la nuestra.

En todos los mamíferos se presentan las mayores similitudes en cuanto a la reproducción, desde las primeras asiduidades del macho hasta el nacimiento y cría de la prole. Los monos nacen en un estado tan débil como nuestros propios hijos. El hombre difiere de la mujer por su talla, su fuerza muscular, su vellosidad, etc., como también por su inteligencia como sucede entre los dos sexos de muchos mamíferos.

En cuanto el desarrollo embrionario, el hombre puede á duras penas distinguirse de los otros miembros del reino de los vertebrados. En este período las arterias terminan en las ramas arqueadas, como para llevar la sangre á branquias, que no existen en los vertebrados superiores, por más que las hendiduras laterales del cuello persistan marcando su posición anterior. Algo más tarde, cuando se han desarrollado las extremidades, las patas de los lagartos y mamíferos, las alas y patas de las aves, como las manos y los pies del hombre, derivan de una misma forma fundamental.

Después de estos ejemplo queda marcada la relación que hay entre nosotros los humanos y las demás especies de mamíferos del planeta. El corazón no es al principio sino un simple vaso pulsátil; efectuándose las deyecciones por un pasaje cloacal; el hueso coxis que sobresale como una verdadera cola “extendiéndose mucho más que las piernas rudimentarias”. Bischoff asegura que á fines del séptimo mes, las circunvoluciones del cerebro de un embrión humano se presentan en el mismo estado de desarrollo que en el babuino adulto.

Ahora bien no se podría encontrar un solo animal superior que no presentase alguna parte en un estado rudimentario, y, por obvias razones, esta regla no hace excepción ninguna á favor del hombre. Un ejemplo claro son las mamas de los cuadrúpedos machos, ó los incisivos de los rumiantes, que no llegan á atravesar la encía; ó prestan tan ligeros servicios á sus poseedores actuales que no podemos suponer que se hayan desarrollado en un modo actual. Estos órganos rudimentarios son eminentemente variables; hecho que fácilmente se comprende, ya que siendo inútiles, ó poco menos, no están sometidos á la acción de la selección natural, aunque ocasionalmente pueden reaparecer por reversión, hecho que es de especial atención. El principal causante de que los órganos se conviertan en estado rudimentario es la falta de uso de éstos.

Ahora bien escuchamos el término de selección natural anteriormente, y dado que no es un término tan fácil de explicar tengo que hacer una pequeña parada para explicarlo lo mejor posible. La selección natural es una función adaptativa al medio. Esta función adaptativa varía demasiado entre especies debido a demasiados factores como el clima y terreno donde se desarrolle la especie, su vida cotidiana, la lucha de la supervivencia de la prole y la reproducción de la especie, entre otros factores. El modo en el que funciona esta selección natural es muy tardado pues tarda generaciones enteras en poderse desarrollar y eso, obviamente, toma demasiado tiempo. De modo que cuando una especie ocupa desarrollarse para tener un mejor ambiente de vida primero necesita aclimatarse al ambiente y buscar la forma de cómo conseguir alimentos, seguido por su lucha de supervivencia en el medio y finalizando con la reproducción de su prole. Al momento de que una especie se aclimata la prole que surja de esta generación no pasará por las mismas dificultades que sus antecesores, pues la selección natural habrá de darles mejor pelaje o desproveerlos de él o darles escamas más groseras o más finas para poder moverse, dientes más filosos o de menor tamaño para la comodidad y facilidad de la obtención de su comida, un tamaño más grande o más pequeño para facilitar su supervivencia en el ambiente, etc.

En los cuadrumanos y algunos otros órdenes de mamíferos, existe cerca de la extremidad inferior del húmero una abertura supra-condiloidea, al través de la que pasa el gran nervio del miembro anterior y á menudo su arteria principal. El doctor Struthers ha demostrado que existen, en el húmero del hombre vestigios de este pasaje, que llega á estar algunas veces bien desarrollado y formado por una apófilis encorvada y completada por un ligamento. Cuando se presenta, el nervio del brazo, lo atraviesa siempre, lo cual indica que el homólogo y el rudimento del orificio supra-condiloideo de los animales inferiores. El profesor Turner calcula que esto se observa en cerca del 1 por 100 de los esqueletos actuales. Este es un claro ejemplo de la reversión que puede suceder en la selección natural y los cambios que pueden ocurrir en una generación muy adelantada de sus antecesores.

En cuanto a las facultades mentales Darwin maneja mucho la comparativa de los salvajes que habitan la tierra del fuego, y otras regiones parecidas, y simios organizados y privilegiados, pues como el mismo dice al entrar en este tema “Escojamos por términos de comparación un salvaje del orden más inferior (cuyo lenguaje no tiene palabras para expresar números mayores de cuatro, ni términos abstractos para traducir los efectos) y un mono organizado privilegiadamente. La diferencia no sería menos inmensa, aun para un mono superior, civilizado como lo está el perro, si se le comparase á su forma tronco, el lobo ó el chacal”. Ahora bien las diferencias entre los animales más inferiores y los animales más superiores es la inteligencia, sin embargo hay varios factores que influyen en esta parte pero el principal es el de la selección natural.

Cuando hablamos del conocimiento humano este se debe más a la capacidad de la repetición en vez de los instintos, porque un pájaro puede construir su nido a la perfección a la primera vez como su ultima vez, además de la capacidad de los castores de poder crear presas solo por propio instinto. Con estos ejemplos podemos ver como los animales más superiores se caracterizan por tener instintos más complejos que los inferiores. Un pez en comparación de un mono es inmensa la diferencia que existe, sin embargo un pez pequeño en comparación de un tiburón no es mucha la diferencia,

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