TENTATIVA EN LOS DELITOS DE COMISIÓN POR OMISIÓN

TENTATIVA EN LOS DELITOS DE COMISIÓN POR OMISIÓN

En el caso de los delitos de comisión por omisión; el orden jurídico espera y le exige al agente en su función de garante una actividad para evitar la lesión del bien jurídico tutelado. Existe aquí un deber, racionalmente exigible, de evitar el resultado.

En este tipo de delitos el resultado se le imputa al agente como si él mismo hubiera cometido el ilícito penal, en una equivalencia normativa planteada por el tipo de la parte general. Aquí se produce, como bien indica JACKOBS , la complementariedad de una norma de prohibición con un mandato de evitación. En tales casos la tentativa es aplicable, conservando su validez y vigencia como en los delitos de acción, y se presentará en el transcurso del tiempo que el “garante” tenga que intervenir y no lo haga; haciéndose la salvedad, que debe de tratarse de actos ejecutivos, los que amenazan vulnerar el bien en ese lapso temporal.

A decir de ROXIN , ofrece el siguiente planteamiento de la situación: Cuando el curso causal se encuentra todavía en el ámbito de dominio del omitente, debe admitirse sólo una preparación en tanto todavía no haya pasado nada y pueda recuperar en cualquier momento la acción de rescate.

La tentativa comienza recién con la inmediata puesta en peligro de la víctima, o sea cuando se haya acercado la producción del resultado.

Por tanto, si es posible la tentativa en los delitos de omisión impropia. Piénsese, por ejemplo, en la madre que omite alimentar a su hijo recién nacido con la intención de matarlo, muerte que es finalmente evitada por la intervención de tercera persona que salva al niño.

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