TRANSGÉNESIS, EL FUTURO PARA LA VIDA

TRANSGÉNESIS, EL FUTURO PARA LA VIDA

A lo largo de la historia nos encontramos con que el ser humano ha ido desarrollando diferentes técnicas con el propósito de aprovechar y potenciar todo tipo de recursos naturales, que van desde la domesticación de especies tanto animales como vegetales hasta la manipulación genética. Esta última ha generado gran controversia por las diferentes posturas que las personas toman debido al poco conocimiento que se tiene frente a la transgénesis animal y cómo puede esta influir de manera directa y positiva con los avances biomédicos; asimismo existe una disputa entre diferentes detractores que ponen en tela de juicio los inconvenientes bioéticos que acarrea la biotecnología animal.¿Este desacuerdo dejará de existir cuando toda la humanidad vea los beneficios de la experimentación con  animales? ¿La modificación genética será la nueva panacea? o ¿la moralidad limitará aún más este hito científico?.

Como es bien sabido, la biotecnología animal es una herramienta  que ha venido creciendo de manera exponencial por las múltiples utilidades que esta tiene, no solo por la mejora en la calidad de vida para los seres humanos, sino también trayendo consecuencias positivas para el medio ambiente o para el organismo mismo; por ejemplo, se ha destacado por solucionar problemas ambientales generados en la porcicultura como es el caso del excremento de los cerdos y el impacto que esta tiene; se sabe que las excretas de estos animales poseen altas cantidades de fósforo por no poderlo metabolizar y por lo tanto no se pueden usar estos desechos como abono, teniendo un impacto negativo sobre el ecosistema, pero como afirma (Marqués et al., 2014) “otro modelo de interés, por su repercusión medioambiental, son los enveropigs. Se trata de cerdos transgénicos que expresan una fitasa bacteriana en la glándula salivar, lo que les permite metabolizar los fitatos del pienso. Estos animales utilizan eficientemente el fósforo de la dieta, lo que se traduce en mejores índices de crecimiento y en purines menos contaminantes, ya que excretan hasta un 75% menos de fosfato. Esto supone una reducción significativa de la contaminación procedente de la industria porcina y su impacto medioambiental”, donde se destaca que la solución a este problema está a la mano de la transgénesis animal, beneficiando tanto al medio ambiente como a los porcicultores y a los porcinos. Otro claro ejemplo donde se observa que la manipulación animal beneficia a los organismos es en el caso de los pollos con ausencia de plumaje, el científico Avigdor Cahaner de la Universidad Hebrea en Jerusalén observó que en los criaderos de pollos, especialmente en los de los trópicos, se evidenciaban que las aves se veían afectadas al tener un metabolismo alto y no poder controlar su temperatura, por esto, por medio de cruces selectivos de una hembra con ausencia del gen que produce el plumaje se lograron producir pollos que podrían vivir en ambientes tropicales evitando así tanto el proceso de desplume como el calor excesivo en los mataderos y la instalación de sistemas de enfriamiento en los corrales, demostrando así que no sólo se beneficia a los avicultores, también mejoró la calidad de vida de los pollos.

Claro está que estos avances no son para todo el mundo “éticamente correctos”, muchos argumentan que pueden existir efectos negativos e inconmensurables en la transformación de los organismos, pues el ser humano ha ido traspasando barreras mucho más allá de su propio entendimiento, un ejemplo palpable es la generación de órganos y tejidos humanos con ayuda de células madre implantadas en embriones de ovinos, todo para que desde su desarrollo embrionario vayan generando tejidos compatibles con los seres humanos y que, posterior a su nacimiento y parte del desarrollo, se haga su respectivo trasplante. A primera vista se puede observar un rechazo por los prejuicios sociales y religiosos que tienen las personas al no conocer a fondo el impacto positivo que tienen en los pacientes que requieren un trasplante de órganos. La situación es crítica, pues según el Instituto Nacional de Salud tan sólo en Colombia para el 2018  se reportaron que 2.488 personas se encontraban en lista de espera. Sin embargo el potencial benéfico que la aplicación de estás técnicas pueden traer para el beneficio no sólo alimenticio, sino en el área de salud es inmenso y poco explorado. El xenotrasplante se ha considerado como un recurso para salvar a millones de personas que necesitan de este.

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